Críticas
Comenzar a vivir…
La vida secreta de Walter Mitty
Otros títulos: La increíble vida de Walter Mitty.
The Secret Life of Walter Mitty. Ben Stiller. EUA, 2013.
La filmografía de Ben Stiller (como actor y director) se ha inclinado invariablemente a la comedia, pero se ha dado el tiempo de hacer algunos experimentos (que no dejan de ser cómicos), en los que ha ido matizando el género, por lo que ha hecho historias románticas, cintas de guerra y revisiones del mundo de la moda, como la tan comentada y por igual amada y odiada Zoolander (2001).
Su última película es un remake de la homónima The Secret Life of Walter Mitty (Norman Z. McLeod, 1947), en la que Stiller se ha dedicado a enaltecer la vida de un hombre simple que se ha limitado a vivir lo mejor que pueda, en la oscuridad del cuarto de revelado y la rutina. Mitty sueña despierto con las más épicas fantasías y aventuras, y cada episodio lo priva de su realidad inmediata que parece ser la antítesis de sus más profundos deseos.
De la mente y mano del actor/director ha salido una película amable y motivadora, que trata de elevar el espíritu del espectador. ¿Cómo hace esto?, en primer lugar creando un personaje común e incluso banal con acaso un par de virtudes o habilidades extraordinarias: como ser campeón de patineta (skateboard) o conocer a la perfección el oficio de revelado de fotografía. El mismo Stiller se ha encarnado en un tipo que lleva más de una década trabajando en una de las revistas más reconocidas del mundo, LIFE Magazine.
Por otro lado, lo ha llenado de problemas comunes y de muchos de los deseos que cualquiera ha imaginado alguna vez. Soñar despierto no es una enfermedad ni una acción realizada por unos cuantos, es un suceso cotidiano en la vida del ser humano. Así que en medio del trabajo o el estrés, seguro más de uno ha sentido en la piel la fantasía más brillante u oscura. Así que la empatía nace ante Mitty. Además, sus sueños no son simples, son épicas aventuras en las que intervienen rescates inexplicables, travesías en el fin del mundo, explosiones, persecuciones y a toda velocidad (por supuesto resultado de todo lo que nos bombardea a diario en los medios).
Entonces, surgen las reflexiones sobre lo aburrida que es la vida comparada con lo que vemos diariamente en la televisión o el cine. Qué insulso resulta respirar ante ese panorama, y por ende, ¿cómo no sentir esa misma necesidad de sobresalir, arriesgarse y ser una persona diferente?, pero claro, para mitigar esa misma sensación, mejor imaginar e ir a entretenerse en una película, para olvidar lo cotidiano.
En su historia, Stiller demuestra que el que no arriesga no gana, y que los cambios de actitud son positivos. El secreto está en cerrar los ojos y tirarse al vacío (literal o figurativamente) para que la vida sepa a algo distinto, y que cada ser humano sea capaz de conocerse y re-conocerse. Mientras hace estas reflexiones, también toca un tema no menos importante: la transformación del medio escrito (en este caso una revista) a un formato enteramente digital. Esta realidad que se ha alcanzado paulatinamente y que ha cambiado los paradigmas de la comunicación.
Life o The New Yorker ya son hitos en el colectivo internacional y quizá cuando Mitty lo hace evidente, surgen los pensamientos y las reflexiones en torno a todas las implicaciones sociales y laborales que conlleva un cambio como ese.
Pero Ben Stiller no se limitó solo a contar esta historia de manera sencilla y a adornarla con efectos especiales que acompañen sus secuencias de acción. También se ha detenido en alcanzar una propuesta estética con respecto a su fotografía. Inclinándose, por ejemplo, a hacer planos cenitales donde la pequeñez del personaje se magnifica, mientras lo introduce en un mundo que aunque parece diminuto en realidad es un universo.
La producción de la cinta no ha escatimado en mostrar lugares espectaculares: montañas boscosas, auroras boreales, monolitos de hielo, mientras Stiller hace una épica carrera contra el tiempo en bicicleta y luego una aún más sorprendente, en patineta. Todo por un negativo y su creador (protagonizado por Sean Penn). No obstante, no son los escenarios la mayor virtud de la película, sino la manera en la que Stiller entreteje la fantasía con la realidad, y más aún, la forma en la que el personaje principal realiza sus hazañas que sobrepasan su imaginación.
Resulta inevitable para el espectador sentir emoción ante todas las aventuras de Mitty, y la euforia al salir de la sala para cambiar el mundo tal vez sea una reacción que le suceda a más de uno de los que ve la película. Stiller lo hace parecer tan sencillo: por la naturalidad de su narrativa, la amabilidad visual que alcanza, los colores neutrales que hacen que el rostro del actor luzca particularmente esperanzador, y al mismo tiempo hace que sus objetivos se vean tan claros.
Además, el film deja una sensación de libertad: tanto física como mental; libertad de decidir, la posibilidad de alejarse de las presiones, deja fluir la mente, y que tras ella corra el cuerpo en espacios tan abiertos y llenos de naturaleza, que su experiencia sea suficiente para nunca querer regresar a la oscuridad de la oficina. Las fantasías urbanas que llegó a tener Mitty se convirtieron paulatinamente en recorridos reales por los espacios más recónditos y llenos de vegetación y aire puro.
Stiller se deja llevar por la trascendencia de aquello de lo que el ser humano se ha alejado (su naturaleza) mientras ha ido puliendo un estilo como director -aunque hay cosas que no deja de hacer (como sus chistes de caracterización, en este caso con la barba de Adam Scott)- denotando una evolución en su manera de contar y su inclinación por seguir combinando la comedia con distintas temáticas o anécdotas, generando impacto en sus espectadores. No está descubriendo ningún hilo negro, pero sí se toma en serio la tarea de narrar su historia.
Tráiler:
Ficha técnica:
La vida secreta de Walter Mitty / La increíble vida de Walter Mitty (The Secret Life of Walter Mitty), EUA, 2013.Dirección: Ben Stiller
Guion: Steve Conrad, James Thurber
Producción: Ben Stiller, Samuel Goldwyn Jr., John Goldwyn, Stuart Cornfeld
Fotografía: Stuart Dryburgh
Música: Theodore Shapiro
Reparto: Ben Stiller, Kristen Wiig, Shirley MacLaine, Sean Penn
Excelente película, muy bien producida, deja un suspenso en fin , me encanto y me puso nostálgico
Me encanto la peli… lo increíble de los escenarios y como se combina la fantasía con la realidad del personaje. Fabulosa. 👌
Muy bonito final pero esperaba que sean penn le diera un discurso mas emotivo y significativo cuando lo encontrara pero igual me gusto muy bonito mensaje
Me identifique mucho y me hizo feliz !
Me emocionó mucho el final y como logra hilar toda la narrativa e hitos aparentemente anecdóticos de la película, con el trasfondo real y profundo que busca entregar.
Un adolescente que por circunstancias de la vida y producto de una gran pérdida tuvo que postergarse a sí mismo, cambiando con ello drásticamente su estilo de vida; y, cómo el “soñar despierto” se transformó en un método de supervivencia para poder enfrentar la realidad y el dolor. A veces una persona tiene mucho que decir, pero pocos tienen la empatía y la bondad de salir unos minutos de sí mismos para ver lo bueno que hay detrás de una apariencia guiada por las circunstancias.
Ps que les puedo decir, que es un recorrido por el dolor si es que tienes con frecuencia lo de «soñar despierto» pero fua bueno um es interesante el como te plantea que esa situación que se presenta directamente y como algo interesante a ver al inicio de la pelicula pasa a desaparecer en el final dando a entender algo simple pero emotivo. por eso de lo un recorrido con dolor.