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Shevernatze

Shevernatze, una epopeya marcha atrás DVD

Dirección: Pablo Palazón
Guión: Pablo Palazón y Carlos Yuste
Fotografía: Jorge Floretta
Música: César Benito
Reparto: Melanie Olivares, Jesús Noguero, Saturnino García, Roberto Álamo, Eduardo Gómez

 

Hace apenas un par de meses que Shevernatze: una epopeya marcha atrás, ópera prima de Pablo Palazón, salió a la venta en DVD. El significado personal de este lanzamiento va mucho más allá de la satisfacción de encontrar algunas copias de tu propia película en las estanterías de la FNAC. Este valor añadido queda patente en la inclusión de una inmejorable colección de extras que vienen a ser una auténtica bitácora a grandes pinceladas de la odisea que supone realizar una película de bajo presupuesto.

No cabe la menor duda de que Shevernatze, la historia de un profesor de autoescuela que pretende conducir marcha atrás la distancia que separa Madrid de Ávila por recuperar un antiguo amor, es una cinta cuanto menos curiosa, y al margen de sus imperfecciones técnicas, merecía una oportunidad. Aunque el panorama de distribución del cine español no opinaba lo mismo, reacios a trabajar con todo aquello que se saliera de unos esquemas cada vez más tradicionales (en lo que concierne al cine independiente, sobre todo). Es por ello que muchos creerán que la película no llegó a estrenarse en nuestras salas. No es así, aunque podría considerarse una verdad a medias. Empecemos por el principio.

ShevernatzePablo Palazón era uno de esos publicitarios que siempre había soñado con dirigir una película. Junto a Carlos Yuste, colega de oficio y coguionista de Shevernatze, se embarcaba en el difícil reto de darle salida a un texto primerizo de comedia con tintes surrealistas. No sabían que la aventura iba a durar casi cinco años. Gracias a los contactos casuales, a amigos de los amigos y sobre todo a la gran labor de José Ángel Sánchez, ayudante de dirección y director de producción de la cinta, la ilusión se materializaba en un producto tangible.

En ese momento entraba en el proyecto Hugo Serra, coproductor ejecutivo que movió incansablemente la película por numerosos festivales de toda la geografía ibérica, haciéndose eco de ello también en el principal canal de nuestros días para el boca a boca, las redes sociales. A raíz de los premios cosechados, el equipo podía zanjar la deuda que acumulaba con los estudios que llevaron a cabo su sonorización, al tiempo que disfrutaba de una peleada promoción vital para su siguiente objetivo, el estreno comercial en salas.

Tras conseguir la copia en 35 mm, la distribuidora con la que tenían un acuerdo verbal se echaba para atrás y era el propio Serra, con la ayuda del distribuidor Jacinto Santos, quien conseguía negociar el alquiler de una única sala en el madrileño cine Luchana, encargándose de presentar personalmente cada uno de los dos pases diarios de la película como agradecimiento a los asistentes.

Shevernatze en DVDCon todo, Palazón y compañía vieron rebasadas sus expectativas en lo que a la afluencia de público se refiere. Éxito que, por otro lado, hubiera sido difícil de lograr sin el apoyo desinteresado e incondicional de sus propios actores (con Jesús Noguero y Saturnino García a la cabeza), de personalidades mediáticas como las de Juan Luis Cano y Guillermo Fesser, miembros del dúo cómico Gomaespuma y el apadrinamiento del hermano de este último, el director de cine, Javier Fesser, adicto a las producciones que demuestran una meritoria destreza en el empleo del humor absurdo. Claro está, un triunfo dentro de sus posibilidades, puesto que Shevernatze continuaba desconocida para el espectador medio. Próximo paso: edición en DVD.

Sin ánimo alguno de desprestigiar una película cuyo calificativo más repetido es el de «diferente» (buenísima señal en lo que respecta al monótono panorama del cine español), quiero recalcar que el verdadero sentido del lanzamiento se halla en la publicación de unos excelentes extras. Una auténtica pieza, no ya para coleccionistas o amantes del cine en general, sino, sobre todo, para futuros realizadores y/o productores, el documental Un milagro bastante probable da cuenta desde la ya relajada distancia que otorga la retrospectiva, del largo camino atestado de baches y malos tragos que acarrea la locura de hacer una película sin subvenciones y a base de créditos (lo que se dice «partiendo de cero»). Sirva como prueba palpable y guía épica y casi idealizada (por lo extraordinario del asunto) de ese tópico autocomplaciente de que los sueños, por difíciles que parezcan, pueden llegar a ser una realidad.

Aún no se ha desmontado del todo el humilde aparato promocional de Shevernatze, que continúa viajando por toda España manteniendo viva la cinta, acumulando seguidores en la red y, lo más importante, sorprendiendo y gustando allá donde para. ¿Por qué conformarse con menos si puede conseguir más?

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