De la impotencia al Parkinson

Amor y otras drogas

(Love and other drugs) Edward Zwick, EUA, 2010

Por Cristina Bringas

El trailer de Amor y otras drogas deja ver una historia de amor apasionado entre un Jake Gyllenhaal joven y una Anne Hathaway hermosa. Lo Amor y otras drogas, cartelque se espera entonces es una comedia romántica que mostrará la manera en la que estos dos personajes se van involucrando voluntaria o involuntariamente en una relación. Aunque sí contiene un poco de eso, resultan mucho más impactantes los temas "secundarios" de la película de Edward Zwick (Diamantes de sangre, El último Samurai, Yo soy Sam). Aunque el amor es la excusa perfecta para hilvanar esta cinta, las enfermedades y la farmacéutica pululan y adornan el texto, y hacen que realmente el contacto de estos actores en una historia de amor tenga otro sentido. Actualmente, los padecimientos crónicos y las afecciones mortales son un tema que aqueja y preocupa a la humanidad. El cáncer, el SIDA y una interminable lista de males acechan nuestro día a día. Sin embargo, hay otros que casi no se tocan en la pantalla grande.

El Parkinson es un transtorno neurodegenerativo que va impidiendo el movimiento y desempeño habitual en los seres humanos. Está más vinculado a una enfermedad que deviene con la edad, pero lamentablemente hay personas que la padecen desde la juventud. Tal es el caso del personaje interpretado por Hathaway. Maggie Murdock es una mujer vulnerable pero fuerte que padece de un sinfín de enfermedades, entre ellas el Parkinson. Así como su enfermedad, su vida se va tambaleando poco  a poco.

Amor y otras adiccionesComo muchas películas sobre personas enfermas que saben que padecen de algo grave, llegará un punto en el que decidirán cerrar su mundo e impedir la entrada de otros seres humanos a sus vidas. Tal es el caso de Sweet November (Pat O'Connor, 2001). Amor y otras drogas presenta un cuadro muy similar, que quizá raya incluso en el cliché de la mujer vulnerable y valentona que prefiere morir sola a lastimar a alguien, pero que -por supuesto- le cambiará la vida a su coprotagonista.

Jake Gyllenhaal, que está en un punto álgido en su carrera, y más después de su éxito con Brokeback mountain y su aparición en la película de aventuras de Disney Prince of Persia, se decidió por una historia de amor situada en los noventa, que lo presenta como un joven ambicioso y desorientado que se topará con una hermosa y muy histriónica Anne Hathaway, con quien desborda una química en pantalla muy agradable y sorpresiva.

Love and other drugsLa profesión de este personaje en la pantalla es la de vendedor de farmacéuticos. Éste es el otro tema -poco presentado en el cine- y que vale la pena mencionar con más frecuencia en algunas cintas. La industria farmacéutica y médica es la segunda más grande y poderosa del mundo, justo detrás de la guerra y el armamento. La economía de varios países gira en torno a las ventas de medicamentos, y es que es innegable que el ser humano consume medicina, porque está en constante búsqueda de la salud.

Varias de las prácticas y metodologías que se acostumbran en esta industria son mostradas y desveladas en este largometraje, razón por la cual tiene un mérito especial. Tanto este tema como el de la enfermedad de Maggie son las dos razones por las cuales Amor y otras drogas es un producto que sí vale la pena ser visionado. Aunado a esto, cabe mencionar el fenómeno social que conllevó la introducción del Viagra al mundo en la década de los noventa y que causó un furor inimaginable.

Amor y otras drogasLa impotencia masculina es un tema que por sí mismo debería ser tratado en alguna película. Al menos en ésta se habla -escuetamente- del éxito del medicamento y de las consecuencias que tiene su consumo. Así como ha transformado la vida de muchos hombres -y por ende de mujeres- en el mundo, también logró cambiar la vida del personaje principal. El Viagra realmente es un factor de cambio.

Aunque el tema medular es el apasionado romance que viven los dos protagonistas, es lo que los rodea mucho de lo que irá detallando los pormenores de la cinta. Tal como la vida real, las personas vivimos en un contexto que se afecta por todo lo que está a nuestro alrededor. Los personajes sufren y reaccionan ante lo que viven. Así, los iremos viendo en distintos estadíos emocionales, tanto individuales como de pareja, lo que le va dando dimensionalidad a los personajes como verdaderos seres humanos.

Amor y otras adicciones, películaLa medicina, los medicamentos, la obstinación, el éxito y el amor son lo que va moviendo cada segundo de esta cinta de Zwick. Hay que recordar que este director ya tenía trabajos previos sobre enfermedades (Yo soy Sam), que le han valido el reconocimiento internacional. No obstante, Amor y otras drogas es más una película sencilla y popular, que conjuga un buen reparto, con una historia romántica y un contexto específico, lo que produce una cinta palomera de temática inusual.

El resto de su producción pasa bastante inadvertida. Es más bien funcional y libera a la película de cualquier tipo de atadura escenográfica o fotográfica, para dejar paso únicamente a la historia y desarrollo emocional de los personajes.

No es ni la comedia romántica del año, ni una película que pasará a la historia en los currículums de cada uno de los involucrados, salvo porque sería la primera vez que vemos desnudos a ambos actores. Pero Amor y otras drogas es una película funcional que nos habla sobre la química de dos intérpretes y de la necesidad de entregar un largomatraje no tan convencional.

Ficha técnica:

Love and other drugs, EUA, 2010

Dirección: Edward Zwick
Producción: Edward Zwick, Margaret Riley, Pieter Jan Brugge
Guión: Charles Randolph, Edward Zwick, Marshall Herskovitz
Fotografía: Steven Fierberg
Montaje: Steven Rosenblum
Interpretación: Jake Gyllenhaal, Anne Hathaway, Oliver Platt, Hank Azaria.

Trailer:

 

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