En estos últimos años los documentales en México han ido cobrando una importante e impresionante fuerza. No sólo se está produciendo mucho, sino que además se están logrando avances significativos en lo que a exhibición y distribución se refiere. Estos productos están llegando a diversos festivales internacionales y -mejor aún- día a día logran aparecer en salas de todo el país. Es posible que esta apertura al cine documental se deba al trabajo constante de Festivales como AMBULANTE (auspiciado y creado por Diego Luna y Gael García Bernal) o DOCSDF, entre otros, o tal vez sea simplemente que la realidad nos ha ido alcanzando y necesitamos estar más en contacto con este tipo de películas que nos conectan con fibras más reales.
Aunado a este éxito del documental mexicano, existe un factor que lo hace aún más especial e interesante: la participación de la mujer en este género se ha incrementado. Tal es el caso de las realizadoras mexicanas Yulene Olaizola (Intimidades entre Shakespeare y Víctor Hugo) y Natalia Almada (El General). Sus nombres no sólo están vinculados a largometrajes importantes, sino que comienzan a ser figuras reconocidas, llenas de talento y posibilidades para salir adelante en el difícil mundo del cine.
Almada es la bisnieta del expresidente de la república mexicana, el general Plutarco Elías Calles, quien gobernó a principios de los años veinte por un período de cuatro años. El "Jefe Máximo de la Revolución" fue de los últimos revolucionarios que estuvo en el poder, para dar paso a los presidentes institucionales que se hallaban muy alejados de la realidad de la batalla y la revolución.
Su formación militar y su experiencia de vida lo delineaban a tener una mente muy estructurada y con ideas inamovibles sobre la forma de manejar y gobernar al país. Al mismo tiempo, era un hombre con una familia, con responsabilidades y con una manera de ver el mundo que podía ser o no similar a lo que él deseaba para la República que tenía en sus manos.
La forma en la que la directora ha decidido revisionar la vida de Calles es a través de unas cintas de audio que ha encontrado de su abuela (grabadas años atrás) en donde narra las memorias y recuerdos sobre su padre. Ésta recuerda al hombre que es padre, y poco tiene en la mente al Presidente de México. De este único material, Almada ha logrado desentrañar toda una tesis sobre la realidad que tenemos actualmente y la manera en la que su abuelo impactó en la vida nacional.
Las declaraciones y recuerdos de su abuela hacen evidente que Plutarco, por sobre todas las cosas, fue un hombre, como todos los habitantes del país, y ese es el tema recurrente del documento de Almada. Cuando parece que ya todo está dicho en lo que a historia de México se refiere, aparecen investigaciones como ésta, que muestran una realidad diferente y una perspectiva completamente nueva de los mismos fenómenos.
La estructura que le ha dado al documental tiene tres líneas que conducen la narración: en primer lugar, las memorias de su abuela y los recuerdos y comentarios que aporta Natalia; en segundo, el material de stock e histórico que ha podido encontrar para complementar su investigación; y por último, la revisión del México actual, en donde saca a relucir quiénes somos, cómo vivimos y qué pensamos de nuestro país.
Cada una de estas líneas, por momentos, parece que nada tienen qué ver una con la otra, sin embargo, la realizadora va encaminándonos paulatinamente hacia el interior de cada una de ellas, hasta que logra -de forma delicada- abrirnos los ojos ante la duda, la historia y, sobre todo, la reflexión de nuestra realidad y la manera en la que sobrevivimos el día a día.
Al mismo tiempo, nos da un acercamiento a la vida de su bisabuelo que se basa en la visión del padre amoroso y hombre poderoso que tenía su abuela, y lo contrasta con lo que la historia ha escrito sobre él -en libros, en hechos, en edificios y urbanidad- y remata con una perspectiva del presente de México, que si bien no está vinculada directamente con Calles, sí está estructurada de tal forma que es posible encontrar una tenue conexión entre el pasado y el presente.
Las ideas e imágenes de su historia familiar se van intercalando con la visión colorida y desprotegida de nuestros días, creando un tejido audiovisual que produce una extraña sensación de comprensión y compasión a la vez. Todo esto hilvanado con un montaje muy inteligente que se apoya en un sencillo manejo de la fotografía, de toques cálidos y claroscuros. Son las imágenes del presente a color en la Ciudad de México en contraste con el valioso stock que ha logrado recabar dos factores que hacen de este documental un producto tan único.
La sensación que se percibe al final de la película es más necesidad de meditar qué está sucediendo con el país, qué pasó en todos estos años y de qué manera llegamos a dónde estamos ahora. Almada no hace en ningún momento una conexión explícita entre Calles y el México del siglo XXI, pero es quizá esto mismo lo que hace este largometraje tan especial: sutilmente nos deja "marinando" el tema.
Tal vez, ella no quiso ser cruel con su bisabuelo, quizá prefiera reservarse el privilegio de la duda y dejar en manos de cada espectador la responsabilidad de elegir su propia postura, o tal vez, simplememente ella tampoco haya logrado entender qué sucedió y qué papel jugó Elías Calles en nuestra historia. Lo que sí es seguro, es que logró un documento que es emotivamente histórico y que posee todos los elementos para ser una película de calidad internacional.
Ficha técnica:
El General, México-EUA-Argentina, 2009
Dirección: Natalia Almada
Producción: Natalia Almada, Daniela Alatorre
Guión:Natalia Almada
Fotografía: Chuy Chávez
Montaje: Natalia Almada
Trailer:
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