Brave (Indomable)

La unión de Disney y Pixar es un sinónimo de calidad en la animación y profundidad en las historias. Durante los más de veinte años que llevan de trabajar juntos han logrado crear los personajes más entrañables y provocar avances tecnológicos que han ido en pro de la creación animada y de la cinematografía en general. Así, cada nueva entrega ha sido una garantía en taquilla.

Indomable, la última y muy esperada película de este matrimonio corporativo, llega a las pantallas tras un intenso trailer que muestra a una chica testaruda disparando flechas, mientras demuestra sus capacidades como arquera (este deporte se ha puesto de moda, no hay que olvidar The Hunger Games).

Llena de controversia por los conflictos entre Brenda Chapman (su directora original) y la casa productora, y su posterior salida de Pixar para entrar a Lucasfilm Animation, Brave logra ver la luz del proyector este verano –aun con cambios directivos- con una taquilla bastante competitiva y una buena recepción en general.

La historia versa en torno a una adolescente escocesa llamada Mérida y su relación familiar (Elinor, su madre, Fergus, su padre, y sus hermanos trillizos), justo en el momento en el que, por su edad, no puede tener total control de sus decisiones, sino que depende de lo que sus padres determinen para su futuro, más en una época que parece “mítica” y que está llena de tradiciones incuestionables.

Así, el primer gran tema de la cinta es la necesidad del ser humano –sobre todo de las mujeres- de poder decidir sobre su vida: qué hacer, con quién casarse, tener hijos o no, estudiar una cosa o la otra, etcétera. No hay que olvidar que el camino que ha tenido que recorrer la mujer en la historia de la humanidad ha sido complicado, y su lugar en la pirámide social, ha sido difícil de obtener. Esto no es la primera vez que se representa en las películas de Disney, muchas han sido las “princesas” que han deseado su libertad: Ariel quería vivir fuera del mar, Jazmín quería elegir a su marido, Cenicienta deseaba recuperar lo que era suyo y Rapunzel soñaba con vivir fuera de su torre.

Mérida, que a ratos parece ser sólo una chica conflictuada por su edad, caprichosa y berrinchuda, está defendiendo un sentimiento que cada vez es más recurrente en el estilo de vida moderno: las niñas adolescentes quieren tomar sus propias decisiones, y lo hacen en una edad mucho más temprana que hace algunos años. El vertiginoso ritmo de vida que tiene el mundo de ahora es muy diferente al que los jóvenes padres estaban acostumbrados, y las familias parecen tener conflictos para empatar las nuevas costumbres.

Un segundo tema que no había sido explorado con frecuencia es que no le han dado a la heroína un enlace afectivo romántico con otro personaje. La chica no busca el amor de un hombre y, por el contrario, pareciera que no está en sus planes. Esto cambia la estructura de las cintas de Disney de los últimos años, donde las mujeres quieren a su príncipe azul. Mérida desea su libertad y controlar su destino.

El tercer, y más importante, tema de Indomable es el amor entre madre e hija. Esta película es una historia de profundo cariño filial y refleja los lazos que sólo existen en este tipo de relación. Mérida deberá darse cuenta de que su destino no depende de nadie más que de ella, pero que para poder alcanzarlo tiene que mantener equilibrio y buena comunicación con la gente que realmente importa. Inevitablemente, el hombre es un ser social, y la familia es el nicho en el que la vida de la mayoría de los seres humanos se delinea. Romper este equilibrio implica, en muchos casos, trastornos.

La fábula de la película de Pixar gira justamente sobre la idea de que quebrar los lazos familiares implicará cambios drásticos, que para ser reparados tendrán que unirse con sacrificio, pero habrá recompensas. Normalmente, la moraleja está presente en todas las producciones de Disney-Pixar, pero en esta ocasión es totalmente clara y evidente, cuasi digerida, para que las niñas (aunque también los niños) se den cuenta de la importancia del vínculo con las madres.

Respecto a la producción en sí misma, la calidad de la animación, la propuesta estética y los gráficos, no hay mucho qué decir, salvo lo que todos esperan: la película es visualmente envolvente y está realizada con el cuidado de siempre. Además, retratar Escocia, sus escenarios verdes y sus personajes icónicos le da un toque distinto a lo visto antes. Por otro lado, la música de la película no sobresale ni aporta mucho a la historia, así que pasa bastante inadvertida. Aunque realmente hace ya mucho tiempo que la música de las cintas de Disney no impacta.

Definitivamente, la mayor aportación de este film, que seguro no pasará a la historia como uno de las mejores, es su argumento. Tal vez Mérida no integre pronto la corte de Princesas de Disney, pero seguramente será inspiración para más de una niña, no sólo en cómo comportarse en casa, sino –sobre todo- para motivarla a que alcance sus sueños y persista con sus deseos.

No cabe duda de que el mundo está cambiando, y se refleja no sólo en la vida cotidiana, sino también en lo que los medios audiovisuales y de comunicación masiva producen y transmiten día a día. La película animada del verano declara que la familia es importante, sí, pero que la libertad es aún más importante, y ser mujer no es una limitante para tomar las riendas de nuestras vidas.

Tráiler: