Críticas
El imaginable viaje de El Hobbit
El Hobbit: Un viaje inesperado
The Hobbit: An Unexpected Journe. Peter Jackson. EUA, 2012.
Ha pasado mucho tiempo hasta que El Hobbit, un viaje inesperado ha visto la luz y más de una década desde el estreno de su antesala, la mastodóntica El señor de los anillos (The Lord of the Rings, Peter Jackson, 2001) que revitalizó la tendencia o estrategia comercial de las trilogías cinematográficas que casi veinticinco años antes había iniciado la saga de George Lucas y después supieron aprovechar muchas otras.
El proyecto, en manos de Guillermo del Toro quien inicialmente iba a dirigirlo, sufrió grandes retrasos hasta que Peter Jackson tomó el relevo y tras dar más de una vuelta al planteamiento de producción inicial, decidió que lo mejor para dar empaque a la historia sería rodarla en tres entregas en vez de dos. De esta manera, podrían incluir material de los anexos y apéndices para potenciar el resultado final. Sin embargo, esta apuesta dejó a fieles seguidores y escépticos con cierta sospecha acerca de las verdaderas motivaciones del neozelandés y también la terrible sensación de pereza que suele producir el seguimiento de un trabajo tan a largo plazo. Pero Jackson, quizás para huir de las inevitables críticas sobre su continuismo y el querer jugar sobre seguro con las reglas bien aprendidas, buscó una salida a ese baipás, para renovar la motivación del espectador y atraerle de vuelta a las salas de cine, aportando la innovación técnica que supone la proyección 3D en 48 fps, que sin duda es un buen aliciente para una película cuyo mayor atractivo es su potencia visual frente a un relato de fantasía épica, que se caracteriza por su arbitrariedad y previsibilidad.
El nuevo sistema High Frame Rate ofrece una imagen hiperrealista y más fluida que, aunque requiere de un acomodamiento ocular y empieza a disfrutarse bien avanzada la película, proporciona una amplísima gama de texturas que sorprende por su nitidez y una profundidad de campo inabarcable que hace de algunas escenas un verdadero deleite para la vista. Aunque es evidente que las mejoras visuales se han tenido muy presentes, y aquí nos rencontramos con un Gollum y su lenguaje corporal aun más mejorado, sin embargo, también encontramos otras secuencias donde los CGI sorprenden por todo lo contrario, como ocurre en la escena de los trineos de Radagast.
En este punto, cabe preguntarse por qué Peter Jackson, más allá de la evidente motivación económica, ha aceptado dedicar otros tantos años a otra trilogía, donde su capacidad para reinventarse queda mermada y centrada en lo puramente visual y su inquietud creativa relegada a una cuestión estética. Y es que cuesta entender este “estancamiento” en una figura en constante transformación, desde sus inicios como director en uno de los registros más marginales y subculturales posibles, donde lo gore y la escatología también le permitieron desarrollar su gusto por el exceso y la narración bizarra, que siempre ha mantenido en todas sus películas. Pero más allá de sus primeras y memorables secuencias bañadas en vísceras de látex e ingestas de regurgitaciones extraterrestres, Jackson en seguida demostró su interés por historias más maduras y comprometidas. Criaturas celestiales (Heavenly Creatures, 1994) y The Lovely Bones (2009) están compuestas por personajes que arrastran un mundo interior complejo, que quiso tratar mediante la combinación de elementos ligados a lo fantástico, tomando como base una realidad como son los casos de los que parten ambas películas, que deja un regusto a fábula muy enriquecedor.
El acierto indiscutible de poner al frente a Peter Jackson para dirigir El señor de los anillos permitió que una historia con miles de adeptos en el mundo quedaran satisfechos ante una adaptación que supo mantenerse fiel a la obra original, pero que a la vez contaba con los suficientes matices propios del sello Jackson para escapar de un relato que es carne de cañón de la fantasía más Disney. Desde este punto de vista, con El Hobbit, Jackson se ha permitido mayor libertad a la hora de trasladar la novela de Tolkien, aportando pasajes y personajes sobre la base original. Pero sin entrar a valorar la adaptación como tal, sí ha existido una apuesta por realizar El Hobbit como una continuación de lo realizado con anterioridad, en vez de contemplarla como obra independiente. Tanto es así que, además de construir idéntica sintaxis de principio a fin, como la fantástica introducción con la que nos sitúa, ante la motivación que urge a los enanos a comenzar su grandiosa aventura (como ya hiciera en la primera parte de El señor de los anillos para explicar la procedencia del anillo), incluye, de manera algo forzada, la aparición de personajes de la anterior trilogía y un flash forward que, sin duda, es la manera más directa de decirnos que esto es parte inseparable de aquello que vimos hace ya unos años.
La elección de Martin Freeman en el papel de Bilbo ha sido un gran acierto, ya que consigue aportar esa vis cómica que posee el personaje, que es utilizado a lo largo del film en un buen número de ocasiones.
Howard Shore ha realizado la que, sin duda, es la banda sonora menos inspirada de las que acompañan el imaginario de la Tierra Media. Solo consigue sorprender el momento musical en que los enanos entonan el tema Misty Mountains, en Bolsón Cerrado.
Existe una sensación final tras ver El Hobbit que va en sentido opuesto al cuidado con el que se han elaborado la gran mayoría de las secuencias, y es que, tal vez, debido a la premura por sacar adelante el proyecto, Jackson no ha conseguido el acabado redondo que pudimos ver en El señor de los anillos: el retorno del rey (2003).
Tráiler:
Ficha técnica:
El Hobbit: Un viaje inesperado (The Hobbit: An Unexpected Journe), EUA, 2012.Dirección: Peter Jackson
Guion: Fran Walsh, Philippa Boyens, Peter Jackson, Guillermo del Toro (Novela: J.R.R. Tolkien)
Fotografía: Andrew Lesnie
Música: Howard Shore
Reparto: Martin Freeman, Ian McKellen, Richard Armitage, James Nesbitt, Aidan Turner, Graham McTavish, Jed Brophy, Stephen Hunter, Ken Stott, John Callen, Adam Brown, Dean O'Gorman, William Kircher, Peter Hambleton, Mark Hadlow, Hugo Weaving, Andy Serkis, Sylvester McCoy, Cate Blanchett, Christopher Lee, Elijah Wood, Ian Holm, Barry Humphries, Jeffrey Thomas, Lee Pace, Conan Stevens, Bret McKenzie, Manu Bennett
3 respuestas a «El Hobbit: Un viaje inesperado»