Reseñas de festivales
Harmony Lessons
Emir Baigazin participó en el Berlinale Talent Campus de 2008, y es un orgullo para el Festival que vuelvan los jóvenes talentosos que recibieron su soporte. En este caso, el joven realizador participó en la competencia internacional con un excelente film, llevándose un Oso de Plata. El premio fue a la contribución artística en las categorías de cámara, edición, música, vestuario y escenografía.
Aslan es un niño introvertido, huérfano, que vive con su abuela. Luego de verse humillado ante sus compañeros de escuela, su personalidad comienza a mostrarse cada vez más afectada. Está obsesionado con su pulcritud y quiere controlar el mundo a su alrededor.
Ante diversos abusos de Bolat, un compañero de la escuela que atormenta a los otros estudiantes para recolectar dinero, Aslan toma justicia por mano propia. Un aparente juego de niños deviene en delitos criminales, por lo cual debe involucrarse la policía.
La película está contada a través de los ojos de los jóvenes, y es sorprendente ver con qué facilidad los niños pueden vivir en un mundo completamente aislado del de los adultos. En el momento que la policía se involucra en la historia, es claro que no comprende nada del mundo de la escuela: las relaciones entre los chicos, la forma en que se martirizan unos a otros y las injusticias que tienen que sufrir cada día.
En el film se juega frente al espectador, escenas e historias que parecen tomar rumbos inocentes se convierten, de un momento al otro, en situaciones cruentas. En una de las primeras escenas está Aslan corriendo a una ovejita. El animal se escapa de forma simpática, jugando con el niño, y la audiencia ríe disfrutando la ternura que le provoca la situación. Acto seguido, Aslan, con toda naturalidad, degüella el animal, lo cuelga, lo carnea y se lo entrega a su abuela para que lo cocine.
El final es completamente inesperado, y los hermosos paisajes de este pueblo remoto de Kazakstán contribuyen a que se nos quede grabado en nuestra memoria para siempre.