La extraña vida de Timothy Green

Una de las finalidades de los matrimonios, al menos la más ancestral y socialmente aceptada, es la procreación para que las parejas evolucionen hasta formar familias que sean las células de la sociedad. Entonces hay infinidad de teorías y acercamientos sobre el género y sus funciones. No obstante la naturalidad de este fenómeno, durante años el hecho de no poder tener hijos ha sido tratado como un tema tabú. Esta incapacidad fisiológica ha llegado a ser un peso insostenible para algunas parejas, al punto de convertirse –en ocasiones- en una maldición.

En los últimos años, este tabú se ha ido desmitificando, hasta convertirse en un tema que se pone sobre la mesa, y que ha ido rompiendo los paradigmas sobre la adopción. Si bien llevar a cabo una adopción resulta muy complicado aún, esta posibilidad es –en muchos casos- la esperanza de miles de parejas en el mundo, y marca el futuro de miles de niños.

Películas como Mother and Child (Rodrigo García  2009), The Blind Side (John Lee Hancock 2009), Martian Child (Menno Meyjes 2007) o incluso la animada Despicable Me (Pierre Coffin, Chris Renaud 2010) retratan el tema y muestran la naturalización de este fenómeno, mientras proyectan algunas de las problemáticas y situaciones que deben atravesar, tanto los niños adoptados como las familias que los acogen.

La extraña vida de Timothy Green retrata la vida de la Cindy y Jim Green, quienes llevan una vida parsimoniosa y feliz. Un día descubrirán que no pueden tener hijos, y con esa noticia pierden también todas sus esperanzas. Pero esta película de la casa Disney está llena de fantasía e ilusiones, y con la ayuda de la naturaleza,  Hedges hace que retoñe un personaje memorable. Así, una noche de lluvia florece Timothy Green, cuyas plantas de los pies apelan no sólo a su condición terrenal, sino también a las hojas que emanan de sus tobillos.

Ante su incredulidad, el matrimonio Green abrazará la idea que les deja su última esperanza de formar una familia. De esta forma, Timothy comenzará a ser parte de su vida, y todos tratarán de adaptarse a su nueva condición de padres e hijo. En el camino se encontrarán con diversas situaciones que sólo se superarán con el paso del tiempo y los aprendizajes del trayecto. Nadie nace sabiendo ser padre, y todas las proyecciones, traumas y diferencias salen a relucir ante las adversidades y el transcurso de los días. Los Green tratan de ser los mejores formadores del mundo, sin darse cuenta que ellos cargan aún los temores que sus padres les infundaron.

Timothy, conciente de quién es y de su papel en la vida de la familia, se vuelve un ave de paso que sabe que es el catalizador que transformará su realidad cercana. Mientras tanto, una metáfora de las estaciones y los ciclos de vida es tratada a través de las hojas que emanan del cuerpo del niño. Así, conforme avanza la estación, las hojas de los árboles se tornan amarillas y comienzan a caer para darle paso a una nueva temporada. Con esa analogía, la vida de esta nueva familia se transformará y madurará al paso del verano para introducirse a un otoño cálido en colores.

Mientras eso sucede, Cindy y Jim irán conociendo, no sólo al hijo de sus sueños, sino sus capacidades como padres, y todo lo que están dispuestos a vivir y sacrificar por el equilibrio familiar. Timothy, por su parte, y como el niño que es, disfruta de los pequeños detalles y goza de la naturaleza. Hedges se encarga de hacer notar esto a través de la delicadeza de ciertos momentos, como cuando el chico está tomando un baño de sol y, por segundos, nada es más importante que recibir el calor y sentir cómo corre por todos los rincones del cuerpo.

Esta fábula moderna sobre la esperanza y el amor se nutre no sólo de momentos histriónicos conmovedores, sino aún más de la belleza de algunos de sus encuadres cálidos y con movimientos suaves que hacen que todo avance paulatina y armoniosamente.

Hedges ha decidido abordar el tema de la la familia desde el punto de vista de la incapacidad material de formar una, pero desde la profundidad del deseo de lograrlo. Todo es posible si se quiere, y el matrimonio Green lo descubrirá a lo largo del metraje. Aunado a esto, está el amor hacia las diferencias y el poder de la familia ante las adversidades y los problemas. Para complementar esta idea aparece el personaje de Joni, que es una niña distinta, con características únicas, que encontrará en Timothy al compañero perfecto, mientras que ella –a su vez- representa la compenetración del ideal de una pareja que respeta las diferencias y las valora.

La extraña vida de Timothy Green podría ser un simple cuento, pero es una lección de vida que señala que la magia se crea todos los días, a través de instantes de locura y de lucidez; que demuestra que los deseos mezclados con inocencia son más poderosos que la magia inexplicable, y que la unión familiar es el principal motor del mundo.

Mientras la familia se encuentre saludable y unida, nada en este mundo podría sacarla del camino de la felicidad. Así, los Green lucharán hasta el final por ser quienes siempre han aspirado: los padres del hijo perfecto que nunca existirá más que en sus fantasías, pero que cede el paso al hijo real, que resulta más que perfecto porque existe y completa el sentido de sus vidas.

Disney regresa a su camino ya recorrido de películas familiares que buscan renovar el espíritu y promover la esperanza ante las dificultades de la vida diaria actual.  La extraña vida de Timothy Green puede parecer increíble, pero logra que su presencia sea el mayor milagro, el de la vida compartida.

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