Críticas
El hombre de la máscara de hierro
Iron Man 3
Shane Black. EUA, China, 2013.
Conozcamos o no a profundidad el mundo de la novela gráfica y el cómic, es una realidad que muchos de los personajes que han visto su génesis en este género son mundialmente famosos, sin necesidad de haber comprado o leído un libro de historietas. Gracias a la producción de televisión, al cine y a la imagen en sí misma, estos personajes le han dado la vuelta al mundo, hasta alcanzar a formar comunidades enteras de fans y seguidores.
El éxito de estos héroes y sus historias ha estribado –en mucha medida- en teorías sobre el desarrollo humano en todos sus ámbitos: político, social, económico o cultural. Estas historias y sus superhéroes responden a lo que sus creadores perciben de su entorno, y proveen una solución –aunque hipotética y utópica- para todos los problemas que aquejan a la humanidad.
La transición al cine de todas estas historias ha sucedido desde prácticamente los inicios del mismo, pero se ha consolidado y reforzado últimamente dados los avances tecnológicos y las posibilidades que provee ahora la cinematografía. Así, muchos superhéroes han aparecido en la pantalla grande una y otra vez –tales como Superman y el Hombre Araña- y cada nueva oportunidad debe ser mejor, al menos técnicamente hablando.
Sin embargo, a estas alturas de la producción fílmica, en pleno siglo veintiuno, con la industria cinematográfica haciendo uso de multiplataformas, llenando todos los espacios con mercadotecnia y publicidad, generando expectativa mediática, haciendo uso de las tecnologías para crear ambientes virtuales y tratando de ir más allá y sorprender a la audiencia, esta misión cada vez se ha vuelto más difícil, dadas las circunstancias tecnológicas que nos rodean.
Esto explicaría porqué el Batman de Nolan ha sido tanto más popular que películas desencantadas y simplonas como Thor (Branagh, 2011), o Linterna verde (Campbell, 2011). Otras sagas como X-Men o Spiderman han tenido que irse adecuando a nuevas maneras de contar la misma historia del héroe enmascarado, y arriesgarse a ir un poco más allá, ya sea en la forma cinematográfica o en la profundidad de sus personajes.
Ante estas circunstancias, en 2008 aterrizó en los cines un personaje memorable, interpretado por Robert Downey Jr., quien cada vez se consolida más no sólo en los terrenos del drama y la comedia, sino también de la acción y la aventura (no hay que olvidar que él encarna también a Sherlock Holmes), convirtiéndose en el mismísimo Tony Stark, un hombre –como Batman- con mucho ingenio y dinero, pero sin necesidad de luchar contra el mal, más que su ímpetu por la creación y su ocio y divertimento personal.
Toda la saga de Iron Man ha ido in crescendo desde su origen, mostrándonos a un hombre capaz de enfrentar al mal, y además, de entreternos por más de dos horas en las salas. Esto no sólo por los efectos especiales cada vez más vistosos e inauditos, sino –sobre todo- por la fluidez de sus diálogos, por su ingenio incisivo y por su carácter agridulce, que raya en lo humano. Tony Stark es un hombre tan pedante que es gracioso, y tan egocéntrico que se vuelve irónico e incómodo para sus interlocutores (que no para el espectador).
En esta última entrega de Iron Man, Shane Black (Kiss kiss, bang bang, 2005) es su nuevo director que le da un estímulo al personaje y a la película, y que lejos de dejarla caer, eleva a la –ahora- trilogía para tratar de ubicarla a la altura de la épica cinta de Josh Wedon, The Avengers (2012), que será recordada por su ingenio y vertiginoso desarrollo, y que logró mezclar la aventura con la comedia, entregando una cinta de absoluto entretenimiento.
Así, Black retoma la acidez desarrollada por Stark durante todas las películas, y lo conduce hasta convertirlo en un hombre vulnerable pero fiel a sus principios y coherente con su personalidad. Un hombre capaz de crear de la nada y de salirse con la suya, pese a tener todo en su contra. No obstante, el director no se ha detenido ahí, y ha decidido también recolocar al querido personaje de Paltrow en una posición mucho más aventurada y desafiante, al conferirle no sólo el peso de las decisiones de Stark, sino al darle fuerza y tratar de convertirla en algo más. Pepper Potts ya no es sólo la mujer de Stark, sino que es una contraparte a la altura de Downey.
A todo lo anterior se suma la participación de un villano prácticamente indestructible que no sólo es fuerte y tiene odio en su interior, sino que además es capaz de conocer la mejor arma contra el mundo: la comunicación.
Este es otro detalle notable del desarrollo que Black y su coguionista (Drew Pearce) han dado a la historia. Saben el poder arrebatador que tienen los medios de comunicación y el impacto de la manipulación mediática. Presentan así a un terrorista que existe en la televisión y que es capaz de estimular el más profundo miedo no sólo en la población mundial, sino en los líderes de opinión y en los políticos, al punto de desestabilizar al planeta entero.
Lamentablemente, esta situación ya no se limita a las películas, sino que ha sobrepasado los límites de la ficción, y por ello, Black ha de cumplir con el propósito mismo de los cómics, de mostrar realidades que no son notables a simple vista pero que están latentes y que esperan a ser percibidas.
Iron Man 3 es entretenimiento que no deja de llenarnos de imágenes y contenidos que deberían conducirnos a la reflexión en torno al mundo en el que vivimos. Sí es una saga de superhéroes y sí es de la más pura diversión, pero también cumple con su cometido de hacer notar verdades masivamente. Sus efectos especiales son sólo uno de los tantos inventos que nos llevan a las salas, pero que sólo pueden sostenerse porque lo que está detrás de la fachada sigue siendo tan poderoso como cuando Stan Lee lo creó por primera vez.
Tráiler
Ficha técnica:
Iron Man 3 , EUA, China, 2013.Dirección: Shane Black
Guion: Drew Pearce, Shane Black
Producción: Sidonie Dumas
Fotografía: John Toll
Música: Peter S. Elliot, Jeffrey Ford
Reparto: Robert Downey Jr., Gwyneth Paltrow, Don Cheadle, Guy Pearce, Rebecca Hall
Un análisis rico en detalles y en observaciones
Excelente comentario y visión de esta pelicula que para mi también resultó muy satisfactoria. Sería interesante analizar el punto de vista de los fieles de los cómics quienes, por el contrario, la catalogan de «basura»