Críticas
Diversión, aprendizaje, trabajo y amistad
Los becarios
Otros títulos: Aprendices fuera de línea.
The Internship. Shawn Levy. EUA, 2013.
Es evidente que Los becarios es, en buena parte, una publicidad de la famosa empresa Google. Conocida ampliamente como una compañía que impulsa la creatividad en sus ambientes de trabajo y que realmente logra impactos novedosos y creativos, se ha ganado la fama de ser el mejor lugar para trabajar del mundo (al respecto pueden ver las novedades que encuentran en sus lugares de labor, y cómo se impulsa la creatividad como forma de trabajo). De todas formas, no hay necesidad de ver la película o de recorrer estos videos para acercarnos a Google, ya que nos la encontramos continuamente cuando navegamos por la red, sea buscando referencias científicas o cualquier información, así como viajando virtualmente por los países y ciudades del planeta.
Dicho esto, vale la pena excusar sus aspectos publicitarios y pasar un par de divertidas horas viendo Aprendices fuera de línea, como se la conoce en algunos países, a modo de juego de palabras que describe bien el tema de la película: dos veteranos desempleados que juegan el papel de practicantes, aprendices o internos, en un programa especial de la empresa para vincular a estudiantes universitarios brillantes y creativos a su planta de empleados. Natural y literalmente, están fuera de línea, compitiendo con un batallón de jóvenes on line, que han crecido “googleando” y jugando en línea de desde niños.
Hay que apreciar a Vince Vaughn y Owen Wilson como una pareja destacada en la comedia, que se complementa muy bien, dando una sensación creíble de amistad y de capacidad para resolver situaciones inesperadas de forma divertida, yendo más allá de la risa, para dejar ciertos mensajes y resaltar valores humanos importantes. En esta ocasión, los temas que se resaltan son el del trabajo en equipo, la solidaridad, el reconocimiento del otro y sus capacidades, la comunicación entre generaciones, la persistencia y la tenacidad, la confianza, el optimismo, la amistad, el pasar el tiempo juntos y el compartir. Pareciera, al mencionar tamaña lista, que se trata de una lección de crecimiento y superación personal. Pero este no es el caso. Lo interesante es que estas cosas fluyan sin mayor esfuerzo, como consecuencias naturales de la comedia y de la diversión.
El tema central es el de la capacidad de las palabras y de las comunicaciones para el logro de objetivos. En principio, estos son los atributos de las personas que tienen capacidad comercial, aquellas que saben vender ideas o artículos y en ello se destacan los protagonistas, que han sido vendedores durante toda su vida. Ahora desempleados, tienen esta rara oportunidad de ingresar en el mundo Google, en el cual tales capacidades parecen estar fuera de línea. Sin embargo, si nos adentramos con cierta profundidad en tal empresa y en el mundo de las redes digitales globalizadas, apreciamos el surgimiento decidido de una nueva era: la del mundo intangible que va desplazando al mundo material, al mundo de los objetos. Y este mundo intangible va penetrando nuestras conciencias y nuestras vidas en formas absolutamente comerciales, como una gran venta colectiva, sin importar que contenga enormes espacios para la creatividad y para las libertades personales. Como símbolo de la navegación por estos campos, se nos presenta en la película a un curioso grupo de inteligentes jóvenes solitarios, algo rechazados por sus pares, que no saben interactuar ni comunicarse, mezclados con estos dos vendedores, expertos en los contactos y las relaciones interpersonales. Enfrentados a una meta, se aprecia que la capacidad para trabajar en equipo, para reconocer y utilizar los valores propios de cada uno, da lugar a resultados inesperados, y para ello es bien importante compartir y ser amigos.
En esta nueva era de lo intangible aparece la felicidad como el mayor de los bienes que se generan a través de los intercambios entre las personas, siendo este estado rico en matices y en sutilezas y por ello bastante intangible, aunque relativamente fácil de identificar cuando se lo experimenta. El cine es sin duda uno de los vehículos más interesante que existen para contribuir a crear estas sensaciones singulares que identificamos con estados de felicidad y quizás por ello se ha constituido en una poderosa industria de alcance universal, un séptimo arte para todos. Y la comedia nos hace reír y la risa, y su compañeras la sonrisa y la cara amable, como se ha dicho, son no solamente remedios infalibles, sino también elementos que desatan estados de creatividad, y que facilitan la interacción humana y la apertura hacia el otro, que son motores de los grandes intangibles y naturalmente, también fuentes de objetos materiales y reales.
Por estos senderos de la risa y de las comunicaciones como valores colectivos que permiten un mejor desempeño de los grupos humanos y que transforman al ser, transita la película. En este sentido me gustaría destacar el trabajo de Owen Wilson, en el cual aprecio acentos de Woody Allen, ese maestro de la comedia-drama, luego de su trabajo en Medianoche en París (Midnight in Paris, 2011). Diversión, aprendizaje, trabajo y amistad, interesante combinación que así se posibilita, enlace colectivo entre seres diversos, como quizás somos todos nosotros. Seres que quieren, en el fondo de sí mismos, expresarse libremente, contribuir con lo que saben y tienen, recibir atención y cariño, y experimentar la felicidad.
Trailer:
Ficha técnica:
Los becarios / Aprendices fuera de línea (The Internship), EUA, 2013.Dirección: Shawn Levy
Guion: Vince Vaughn, Jared Stern
Producción: Daniel S. Levine, Shawn Levy, Micah Mason
Fotografía: Jonathan Brown
Música: Christophe Beck
Reparto: Vince Vaughn, Owen Wilson, Rose Byrne, Aasif Mandvi, Max Minghella, Josh Brener, Dylan O'Brien, Tiya Sircar, Tobit Raphael, Josh Gad
Oh que buena que esta. esta chida