Críticas
Perversidad o Amor
Dos madres perfectas
Otros títulos: Two mothers.
Adore. Anne Fontaine. Francia / Australia, 2013.
La película de Anne Fontaine, Dos madres perfectas (Adore), basada en la novela Las abuelas, de Diris Lessing, es una adaptación de Christopher Hampton y de la propia directora, donde se narra la relación entre dos mujeres maduras y dos hombres jóvenes, tema que en algunas sociedades occidentales todavía, como antaño, representa un tabú y que ha sido tratado ampliamente por el cine con distintos enfoques. Podríamos mencionar Paradise Love (Ulrich Seidl, 2012) o The Reader (Stephen Daldry, 2008), entre las más recientes. En este particular caso, la propuesta va más allá del simple retrato de una relación de esta naturaleza, al perfilar la doble relación amorosa sexual que además tienen establecido un nexo de plena familiaridad, puesto que se conocen desde siempre, los hombres son amigos desde niños y las mujeres son, respectivamente, la madre de cada uno de ellos.
La tesis del film alude principalmente a las restricciones morales que se imponen las personas al formar parte de una sociedad, lo aprendido no siempre es lo correcto o lo deseable cuando se atiende esa insaciable necesidad humana por vivir y amar plenamente, el raciocinio es lo menos importante cuando el amor y el deseo sexual se combinan y se transforman en aliciente de la vida.
El film es abordado desde distintos ángulos de gran interés, uno de ellos es la amistad entre las dos mujeres, quienes no solo se conocen desde la infancia, sino que han sabido conservar a lo largo de los años una estrecha relación amistosa, al grado que en más de una ocasión, han sido consideradas como una pareja gay. Este estrecho lazo es el que permite a ambas mujeres equilibrar la situación cuando cada una reconoce, no únicamente el tipo de experiencia que está viviendo con el hijo de la amiga, sino además el sentimiento de dicha inesperada que despierta la relación que cada una de ellas mantiene, que aparentemente no les representa problema alguno, ya que lo único que parece preocuparles es guardar las apariencias al lidiar con el entorno social.
Por momentos, la narración logra perturbar al espectador sin incomodarlo, al especular sobre una falsa inmoralidad incestuosa. Elementos como los espacios abiertos, los cielos intensamente azules que se funden en el horizonte con el océano, la languidez con que ambas parejas se tumban sobre una plancha de madera en medio del mar a tomar el sol, dan lugar a la manifestación de un erotismo y deseo sexual alimentado por el tiempo y desbordado por la edad de cada participante, en un encuentro que resulta no tan inesperado, en el que el alcohol es sólo es un pretexto desinhibidor para manifestar los deseos latentes. La película fue filmada en Australia, cuyas playas solitarias y el estilo de vida relajado debido a su aislamiento contribuyen a hacer factible que los personajes se permitan cruzar la línea entre lo moralmente aceptado y los sentimientos y deseos que han desarrollado.
Los personajes femeninos se imponen a los masculinos, el marido de una de ellas es solo una sombra y el otro, un recuerdo ya que está muerto. Por razones propias de la edad, la situación genera en las mujeres procesos internos de reconocimiento que les permite sopesar sus roles como madres, amigas y mujeres capaces de amar y sentirse deseadas. El deseo femenino, encendido por la atracción sexual y ocasionalmente limitado por el amor materno, provoca que la relación aparentemente tan perfecta tenga lapsos de inestabilidad e incomodidad, que las llevan a racionalizar que la situación es pasajera y que deberá detenerse en algún momento
La iluminación cambia de acuerdo a los distintos tonos que matizan la historia, la inocencia infantil es mostrada con nitidez y simpleza y se dejan los tonos sombríos y oscuros para representar la complejidad de los adultos, sus miedos y sus deseos.
Se trata de la representación de un juego peligroso que engarza a los cuatro en una espiral de la que resulta muy difícil salir, pese a los intentos de cada una de las partes por cubrir socialmente con los roles que les han sido impuestos. Una película para disfrutar, pero también para reflexionar.
Tráiler:
Ficha técnica:
Dos madres perfectas / Two mothers (Adore), Francia / Australia, 2013.Dirección: Anne Fontaine
Guion: Christopher Hampton; basado en la novela de Doris Lessing
Producción: Philippe Carcassonne, Michel Feller, Barbara Gibbs y Andrew Mason
Reparto: Naomi Watts, Robin Wright, Xavier Samuel, Ben Mendelsohn, James Frecheville, Sophie Lowe
Lo vi 4 veces, bastante interesante, un ambiente exotico y aislado de la sociedad, muchas intimidades para el cuarteto, el alcohol, el cigarro y el baile dan un paso de cruzar la linea, la relacion de diferencia de 20 años duran 5 años mas o menos, viven el presente pero no tienen futuro.. Claro son mujeres empresaria e independientes, Viuda y Diviorciada (marido que abandona el matrimonio y lo deja sola en la cama)…Y los muchachos le dan calor ese espacio vacio y se siente cortejeadas y queridas,,,!
Hola….comparto casi todo el comentario anterior….además puedo establecer que ambas actrices dan muestra cabal de lo que valen….tanto Naomi Watts…brillante actriz….como Robin Wright… se destacan….el tema esta bien tratado y llevado con mucha profesionalidad….buena película….
Uf, yo estoy de acuerdo contigo… pero sólo a niveles teóricos. En teoría, por tratar los temas que trata, la película invita a la reflexión. Pero en la práctica se me quedó en poco más que un entretenimiento. Alegre de ver, sí, ameno si quieres. Pero no me hizo encender el cerebro en ningún momento… ahí la tienes, por si te la quieres leer 🙂