Reseñas de festivales
Joven y Bella
François Ozon es tan versátil que en cada nueva película toca un tema completamente distinto al anterior. En el caso de Joven y Bella, se ha alejado del thriller psicológico de Dans la Maison (2012), para retomar un tema que ligeramente exploró en el cortometraje Truth or dare (1994), donde habla sobre la madurez y la búsqueda de uno mismo.
Isabelle es una joven de diecisiete años que un día descubre que ella se está transformando, y con esto se halla deslumbrada por la intensidad del sexo y la ansiedad de lo prohibido. Así va madurando, a la par que elige la prostitución como una forma de vida, no por una razón económica y social, sino personal.
Ozon –como siempre- muestra a un personaje muy complejo que no es más que un ser humano que está buscando su propia identidad y su razón de ser en la vida.