Festivales
15° Festival FILMAR en América Latina
Una vez más, el Festival FILMAR en América Latina trae este año un poco de calor latinoamericano para contrarrestar las frías temperaturas de Ginebra de fines de noviembre.
El festival comenzó quince años atrás, gracias a la idea de su fundador, Gérard Perroulaz. Se quería brindar al público ginebrino el acceso a películas que se encuentran solamente en festivales, cineclubes o universidades. Perroulaz no es latinoamericano, es un suizo completamente apasionado por el cine de otros continentes y por la riqueza multicultural que provee un lugar tan particular como Ginebra. Este año, el fundador participó en la programación, pero dejó la dirección del evento a la joven y activa Sarah Cereghetti. Bajo la presidencia de Jean-Pierre Gontard, Sarah junto a su equipo y la ayuda de más de ochenta voluntarios, llevó a cabo uno de los festivales de cine más grandes subvencionados por la ciudad de Ginebra.
Ginebra es sede de diversos organismos internacionales, y su población cuenta con un alto porcentaje de latinos. Sumado a ese público potencial, se encuentran las personas que no son latinoamericanas, mayormente europeas, que muestran un gran interés por la región. El festival crece constantemente cada año. Las dos primeras ediciones contaron con alrededor de 5000 espectadores, y en 2012 la audiencia fue de más de 16.000 personas. Este año, la selección incluyó 127 películas con más de 400 proyecciones.
La particularidad de la ubicación geográfica de Ginebra, y el hecho de que una gran parte de la fuerza laboral de la ciudad habita en pueblos vecinos de Francia, le aporta al festival una característica transfrontalière (que cruza las fronteras suizas). Las proyecciones de FILMAR no se dan solo en Ginebra, sino también en las localidades de Ferney-Voltaire, St-Julien-en-Genevois, Annemasse, Gex y Divonne-les-Bains de la Francia limítrofe . El festival también cuenta con réplicas en otros lugares de Suiza romande (región donde el idioma principal es el francés), como Lausanne, Bienne, Neuchâtel, Courroux y Sion.
Todos los años el festival coloca el foco en distintos países, en 2013 le tocó a los andinos Bolivia, Ecuador y Perú.
Para homenajear a uno de los principales exponentes del cine boliviano, Jorge Sanjinés, se proyectaron tres de sus películas: Insurgentes (2013), La nación clandestina (1989) y El coraje del pueblo (1971). El director de La Chirola (2008) y Ciudadela (2011), Diego Mondaca, asistió como invitado para presentar sus películas, pero también para contarnos su experiencia como primer asistente de dirección de Sanjinés en Insurgentes.
El programa ecuatoriano contó con el clásico La Tigra (1990), de Camilo Luzuriaga, y con dos películas de la exitosa Tania Hermida: Qué tan lejos (2007) y En el nombre de la hija (2012). Iván Mora Manzano, quien presentó La bisabuela tiene Alzheimer (2010) y Sin otoño, sin primavera (2012), y el actor Andrés Crespo, protagonista de cuatro films ecuatorianos presentes en el festival, fueron algunos de los 23 invitados de FILMAR 2013.
Del cine peruano se proyectaron los clásicos Pantaleón y las visitadoras (Francisco Pancho Lombardi, 1999) y Juliana (Fernando Espinoza y Alejandro Legaspi, 1988). Madeinusa (Claudia Llosa, 2006), Cuchillos en el cielo (Alberto Chicho Durant, 2012) y El mudo (2012), de los hermanos Vega, fueron los representantes más recientes de la cinematografía peruana. También dos talentosos y jóvenes invitados peruanos nos sorprendieron con sus óperas primas: El limpiador (Adrián Saba, 2012) y Chicama (Omar Forero, 2012).
La sección Regards Actuels (miradas actuales) contó con films argentinos, brasileros, chilenos, colombianos, costarricenses, cubanos, mexicanos, nicaragüenses, paraguayos, portorriqueños, uruguayos y venezolanos. Generalmente, films reconocidos en otros festivales internacionales, que no contarán con un estreno comercial en Suiza.
Haciendo referencia al festejo de los 15 años de algunas jovencitas latinoamericanas, el festival festejó sus cumpleaños con una sección dedicada a la mujer: Au Nom de la Femme (En el nombre de la mujer) con pesos fuertes de ficción o documental como Gloria (Sebastián Lelio, 2012, Chile), que fue también el film de apertura, La eterna noche de las doce lunas (Priscilla Padilla, 2013, Colombia) y Los insólitos peces gato (Claudia Sainte-Luce, 2013, México).
El festival también contó con otras secciones. Sur les Notes du Cinema (En las notas del cine), dedicada a la música, con la proyección de, entre otros, los documentales Mercedes Sosa, la voz de Latinoamérica (Rodrigo H. Vila, 2013, Argentina) y Susana Baca: Memoria viva (Marc Dixon, 2003, Bélgica). Historiens ou Conteurs (Historiadores o narradores) contó con seis films históricos. Entre Ciel et Terre (Entre cielo y tierra) estuvo dedicada a documentales sobre el medio ambiente y derechos humanos. L’Ici Rencontre l’Ailleurs (El aquí se encuentra con otros lugares) estuvo dedicado a las miradas del cine suizo sobre América Latina. Directores suizos o latinoamericanos instalados en Suiza que aportaron una mirada especial sobre la región. Y por último, una sección casi infaltable en los festivales suizos, la dedicada al público infantil, que contó mayormente con cortometrajes para niños mayores de seis años.
Los premios de esta edición fueron cuatro: premios del público al mejor documental y a la mejor ficción (para los cuáles la audiencia votó al salir de las proyecciones postuladas), premio del jurado de jóvenes y premio del jurado de las brigadas internacionales de paz.
La mayoría de las proyecciones se complementaron también con la venta de especialidades culinarias. Empanadas en sus diferentes estilos: peruanas, bolivianas, chilenas y argentinas. Delicias peruanas, como la causa limeña y las papas a la huancaína. Croquetas originales y deliciosas, como las bolas de verde ecuatorianas o las papas rellenas. Todo acompañado con bebidas autóctonas como la chicha morada o el api (bebida caliente del altiplano). Un festival muy lejano geográficamente del origen de las películas proyectadas que nos brindó, una vez más, la oportunidad imperdible de encontrarnos con films excelentes y difíciles de conseguir por estas latitudes.