Reseñas de festivales
El limpiador
El joven director peruano Adrián Saba comenzó a filmar El limpiador cuando tenía tan sólo veintidós años. Sin embargo cuando lo vemos actuar en su paso por Ginebra como invitado del festival FILMAR, demuestra una inteligencia y tranquilidad que hacen que uno se olvide instantáneamente de su escasa edad.
Adrián Saba recibió muchas veces la pregunta de cómo se le ocurrió hacer un film de ciencia ficción basado en Lima, Perú. También el público cuestiona si su film, en el cual una epidemia arrasa con la especie humana, es una alegoría de la crisis mundial o latinoamericana. Su respuesta siempre apunta a que él quiso simplemente mostrar una historia sencilla, pero ambientada en un mundo donde la muerte es parte de lo cotidiano.
Y es cierto que El limpiador nos habla más de las relaciones entre padres e hijos y las limitaciones que tienen los humanos para demostrar el cariño, y menos sobre las epidemias que diezman a la humanidad. Es un film que nos llega al corazón por la ternura de sus personajes. Su protagonista, Eusebio, es un hombre solitario que carece de todo tipo de vínculo afectivo. De un día para el otro debe hacerse cargo de un niño, Joaquín, que rápidamente logra iluminar su vida, haciéndolo feliz.
La particular atmósfera del film logra transportarnos a un mundo apocalíptico. Los colores y el brillo están tratados de una forma especial, y el resultado final son imágenes casi monocromáticas y opacas. Las escenas cotidianas cuentan con detalles particulares de ese mundo epidémico, con giros tan absurdos que se vuelven graciosos. Por ejemplo, los dos protagonistas desayunan en la cocina, y el niño se esconde, utilizando una máscara de cartón sobre su cabeza.
A pesar que el director vivió un tiempo en el exterior y sus estudios los realizó en Nueva York, su película está filmada completamente en la ciudad de Lima. La música juega un papel muy importante, y Saba confesó tener la suerte de trabajar con una exitosa pareja que le realizó el trabajo de composición y edición a un costo muy razonable.
Esta ópera prima fue elegida como la mejor película peruana de 2013 para representar a Perú en los premios de la Academia de Hollywood. Participó en los festivales de Chicago y Fribourg, y ganó premios en La Habana, en el Palm Springs International y en San Sebastián.
El talentoso director peruano participó este año en la residencia de Cannes, donde tuvo la oportunidad de crear y refinar el guion para su próxima película. Al momento está en tratativas para conseguir financiamiento y comenzará a rodar en el año 2015.