Reseñas de festivales
I Feel Like Disco
Con más de 330.000 tickets vendidos en 2014, está claro que el Festival de Berlín logra atraer a todo tipo de público. Entre la gran diversidad de propósitos que tiene, se encuentra el de ser vitrina del actual cine alemán. La sección más importante es Perspektive Deutsches Kino, que muestra las tendencias temáticas y artísticas de la nueva generación de realizadores alemanes. También existe la sección LOLA@Berlinale, en donde se presentan films que compiten por el premio de la Academia del Film Alemán (al cuál se lo conoce como LOLA).
Tomado al azar, I Feel Like Disco, como un representante de la sección LOLA@Berlinale, esta comedia dramática ambientada en Berlín nos deja con claros deseos de ver más y entender las temáticas que están presentes en los actuales directores alemanes.
I Feel Like Disco es la historia de Flori, un adolescente con una imaginación desbordante que pierde la adorada compañía de su madre de un día para el otro. Este hecho repentino lo deja solo en compañía de su padre, Hanno, con el cual tiene una relación bastante difícil. Hanno no comprende por qué su hijo no tiene interés por los deportes, las motos ni las chicas. No obstante, en esta nueva convivencia, el padre hace el esfuerzo por acercarse a su hijo, para aprender a tolerarse, quererse y entenderse.
Es una de las varias películas del festival que trata el tema del despertar sexual adolescente, y como en la mayoría de los casos representados, del despertar homosexual. Flori debe sobrellevar desengaños amorosos que lo hacen crecer y madurar, mientras intenta despegarse de su madre.
El conector de la historia entre Florian, Hanno y la madre Monika es el cantante alemán Christian Steiffen. A pesar que su música y estilo parecieran estar congelados en los años setenta, en pleno apogeo de la música disco, Steiffen es un artista muy activo que ofrece conciertos, lanza nuevos álbumes y participa actualmente en cine y en teatro.
Este film logra conmover mostrando intimidades de una familia, con situaciones y problemas cotidianos que nos afectan a todos. Nos recuerda, sin caer en la tragedia, que los seres queridos pueden dejarnos en cualquier momento, y nos invita a que los valoremos, demostrándoles cuán importante son para nosotros.
El tono cómico y surrealista se logra mezclando hábilmente la imaginación de Flori con la realidad de la familia. También genera risas de una forma inteligente, en particular ridiculizando a la figura de un padre que adora incondicionalmente a su familia, pero le cuesta muchísimo expresarlo.