Reseñas de festivales
Manakamana
Manakamana no es un documental sobre el templo homónimo de la diosa Bhagwati, en Nepal, sino una película heredera de lo que P. Adams Sitney llamó structural film, en el que la obra es fundamentalmente el resultado del procedimiento que le da forma. Un ejemplo es Wavelenght, de Michael Snow (1967), basado en un zoom de 45 minutos.
Los realizadores, Stephanie Spray y Pacho Velez, se instalaron con una cámara en cabinas del teleférico que lleva a la gente hasta ese lugar, incluido un vagón de carga, y filmaron en cuadro fijo a diversos viajeros en 11 planos sin cortes. Usaron 16 mm porque la duración del rollo es de hasta 11 minutos, aproximadamente el tiempo de recorrido entre una y otra estación. El medio de transporte y la técnica de filmación también están integrados de esa manera a la forma en la película.
Los productores de Manakamana fueron Lucien Castaing-Taylor y Véréna Paravel, los realizadores de Leviathan (2012). Es un filme del Laboratorio de Etnografía Sensorial de la Universidad de Harvard, que dirige Castaing-Taylor y en el que Spray y Velez trabajan, y es un documental etnográfico en tanto constituye un registro de los que visitan ese lugar usando el teleférico y de su diversidad, que incluye a los integrantes de una banda de heavy metal y a la inevitable turista. También registra los cambios en el aspecto de los devotos de la diosa, y en lo que hablan entre sí, cuando suben y bajan del templo.