Críticas
Toda una vida
Philomena
Stephen Frears. Reino Unido / EUA / Francia, 2013.
Nada más distinto que las vidas reales de Philomena y la de Judi Dench, la gran artista que protagoniza el personaje principal de la película del mismo nombre. Dench ha tenido una vida de fama, glamorosa y variada, como resultado de su entrega total y disciplinada al mundo de la actuación en el teatro, el cine y la televisión, habiendo recibido numerosas nominaciones a los premios de mayor prestigio en tales artes y siendo objeto de importantes galardones. Philomena, es cambio, es una persona sencilla, desconocida y carente de fama durante casi toda su vida. Y sin embargo, Judi Dench se identifica de tal manera con su papel, que cualquier espectador podría pensar que la historia que se narra es la historia misma de la vida de la actriz. Naturalmente que lo mismo se podría decir de “M”, el personaje que Dench personifica en varias de las mejores películas de la serie de James Bond o de la señora Henderson en Mrs. Henderson presenta (también dirigida por Stephen Frears, en 2005). Estos son los atributos de las grandes actrices.
Por otra parte, a los grandes actores de teatro que trabajan en el cine, les queda muy bien un guion valioso, que les permita dar lucimiento exquisito al diálogo y este es, me parece, el mérito principal de Philomena. Los dos personajes protagónicos desarrollan una especie de drama de carretera, en los que ambos van en busca de respuestas, enteramente distintas, pero complementarias. Sus imágenes mentales y sus pensamientos se van desgranando a través de sus viajes y los diálogos nos los van revelando en consonancia con los cambios que sufren. Steve Coogan protagoniza a Martin Sixsmith, una persona llena de contradicciones, de temperamento inestable y difícil, pero hombre de mundo y de alta inteligencia, que acompaña a regañadientes a Philomena, una mujer ya madura, en la búsqueda de su hijo perdido en la adolescencia, cuando estaba internado en Roscrea, un hogar de monjas. Martin no puede evitar ser afectado y renovado como persona por el sencillo y profundo encanto de esta mujer, que sin maldecir al mundo y sin acusar, busca lo que le fue arrebatado injustamente, hasta que finalmente encuentra lo que ha de encontrar, cerrándose un círculo de dolores y cubriéndolo con una esfera de amor y de orgullo materno que todo lo sana.
Philomena es también la historia de una época reciente que, no sin grandes resistencias, se abre a un mundo nuevo lleno de novedades y transformaciones. Las antiguas e inflexibles creencias de todo tipo, muchas de ellas asociadas con la moral o la religión, otras relacionadas con el poder y la política, o con la educación y las etiquetas sociales, se han visto rodeadas y azotadas por la relatividad, la renovación, el cuestionamiento, la denuncia y la rebeldía: Ello hace inevitable el cambio en las ideas y en las mentes. Si bien todavía reinan en diversas esferas las creencias e ideas extremistas, fanáticas, discriminadoras y totalitarias, no son de buen recibo en el mundo del común y, poco a poco, la mayoría se asocia con ideas de libertad, de tolerancia, de respeto por otro, y se asumen, por crecientes mayorías, actitudes de escucha y de participación. Philomena perdió a su hijo como resultado de engaños y manipulaciones, escudados en creencias inflexibles e insostenibles sobre la naturaleza del bien y del mal, personificadas en las antiguas monjas del hogar Roscrea. Su vida misma es testimonio doloroso de la forma en que tales ideas dejan huella y consecuencias que dañan vidas. Pero es también testimonio del cambio que se está generando y, eventualmente, Philomena cae en cuenta de que contar su historia va a contribuir al cambio mismo y a que este sea favorable, para que la gente sea más consciente, más equilibrada y más sabia, incluyendo a las nuevas generaciones que manejan este tipo de instituciones, reemplazando inevitablemente a la vieja guardia.
No hay que dejar de apreciar, además de la obvia denuncia que la película ofrece sobre las manipulaciones e injusticias a que fueron sometidas muchas mujeres como Philomena, que la película nos ofrece otro aspecto más cercano y más práctico a muchos de nosotros: el de la búsqueda de la identidad personal, de lo que es propio para cada cual. Se nos platea el diálogo y el compartir honesto con los distintos compañeros de viaje que la vida nos ofrece, como medios de renovación y de encuentro personal. Este es el camino que recorren conjuntamente Martin y Philomena, con el poder de sus diálogos, cada vez más honestos y profundos, que generan cambios y encuentros evidentes, de lo que da cuenta el excelente guion, pudiéndose decir que Philomena es una película para oír, para la escucha, más que para la vista (si bien es innegable también su calidad visual).
Philomena es también un homenaje a la mujer y a sus complejas habilidades que todo lo abarcan, incluyendo la maternidad, la capacidad para perdonar y para dar amor; la facultad para asumir situaciones complejas y para sentir emociones; para manejar circunstancias y elaborar duelos sin descomponerse; la virtud para vivir toda una vida sin perder su luz interior, la posibilidad de permitir que esa luz brille e ilumine a todo el que sea capaz de apreciar y aceptar.
Trailer:
Ficha técnica:
Philomena , Reino Unido / EUA / Francia, 2013.Dirección: Stephen Frears
Guion: Steve Coogan, Jeff Pope, Basada en The lost child of Philomena Lee de Martin Sixsmith
Producción: Gabrielle Tan, Steve Coogan, Tracey Seaward
Fotografía: Robbie Ryan
Música: Alexandre Desplat
Reparto: Judi Dench, Steve Coogan, Charlie Murphy, Simone Lahbib, Anna Maxwell Martin, Mare Winningham, Michelle Fairley, Sophie Kennedy Clark
@Me agradado los comentarios que hacen de la película de Philomena y descubrí que con las palabras las cuales utilizaron me hicieron sentir el comentario donde dicen, es un homenaje a la mujer y a sus complejas habilidades que todo lo abarca; maternidad, la capacidad de perdonar y para dar amor. Además la facultad para asumir situaciones complejas, las cuales vivimos día a día. También es interesante cuando dicen o comentan lo de la luz interior y que brille siempre para uno y reflejarla para los demás.