Críticas
Cuando los renegados se encuentran
Guardianes de la Galaxia
Guardians of the Galaxy. James Gunn. EUA, Reino Unido, 2014.
La industria cinematográfica siempre ha buscado replicar las fórmulas que le llenen la taquilla de ingresos y que permitan seguir alimentando los bolsillos de las distintas productoras. Han surgido sagas tan redituables como Rápido y Furioso, Transformers o por supuesto The Avengers (con todas sus historias correspondientes). Esta búsqueda constante de éxitos no termina, basándose –en gran medida- en la exploración y explotación de textos previamente existentes que en muchos de los casos, surgen de medios como la novela gráfica o el cómic, los cuales parten de una cultura colectiva y con suficientes adeptos para provocar un mayor interés.
Desde la adquisición de Marvel por parte de Disney, sus películas se han convertido en fenómenos aún más grandes, más taquilleros y con más utilidades que sus antecesoras; por supuesto con la vigilancia de ambos sellos ante la calidad de sus productos cinematográficos. Guardianes de la Galaxia no ha sido la excepción, resultando ser de los mejores estrenos del verano en buena parte del mundo, aún enfrentándose a sagas multimillonarias como Transformers.
Esta película, dirigida y co-escrita por James Gunn (Super, 2010), al parecer generó –previo estreno- un poco de resquemor entre sus adeptos y, en general, los consumidores de cómics. No obstante, al parecer -para ellos y para el espectador promedio- ha resultado una película entretenida y eficaz, perfecta para olvidarse un rato de las calamidades cotidianas.
El protagonista es un sujeto llamado Peter Quill (o Star-Lord) ha encontrado una esfera con un contenido desconocido, pero que resulta muy valiosa. En su aventura por conservarla, conocerá a una serie de personajes que se interpondrán en su camino hasta el final de su hazaña. Por supuesto, todo esto ocurre en algún lugar del espacio, en el que conviven distintas razas de seres civilizados.
Hasta ahí, la historia podría parecer sosa y simplona, no obstante hay algo más allá que solo estos detalles dignos de una cinta de aventuras espaciales. El primero de ellos, la selección musical que resulta no sólo fundamental para el desarrollo del personaje que encarna Chris Pratt (Quill), sino emblemática para la historia en sí misma. Quill encontrará en el Motown y en los éxitos de rock de los 70 una razón para disfrutar la vida y seguir adelante. Así, el soundtrack -como el de películas como Drive (Nicolas Winding Refn, 2011)- no sólo es creador de una atmósfera, sino un referente de momentos específicos y de una actitud de la narrativa.
El segundo, es el reparto seleccionado para la cinta. Por un lado, están los protagonistas -algunos provenientes de la televisión- Zoe Saldana y Dave Bautista, junto a Bradley Cooper y Vin Diesel. Por el otro, las actuaciones menores de John C. Reilly, Gleen Close (que hacía al menos un par de años que no aparecía en el cine) y Benicio del Toro (como un exótico y estrafalario coleccionista interestelar).
Pero quizá lo más importante es la esencia de la historia y los temas más trascedentales que toca. Los Guardianes de la Galaxia son cinco seres completamente distintos unos de otros: un zorro violento y agresivo con el que experimentaron; un árbol humanoide que sólo puede decir tres palabras; un ser fortachón que busca vengar la muerte de su familia; una mujer verde y Star-Lord, un hombre desconocido y rufián. Juntos, por azares del destino y tras una serie de eventos desafortunados, asumen el compromiso -a regañadientes- de convertirse en los Guardianes.
Esta pluralidad de personalidades, tipos de carácter, nivel social, planetas y razas nos muestra la importancia de aceptarse y aprender a trabajar en equipo. Con múltiples defectos y muchas cualidades, juntos conforman un ente mucho más grande y poderoso que sus seres individuales. Con el tiempo y la experiencia, aprenderán a convivir y a confiar uno en el otro.
Hemos visto muchos superhéroes y ligas de superamigos sobrellevando obstáculos muy similares, sin embargo -en su mayoría- son seres con antecedentes de luchar por la «justicia» y el bien común. Los Guardianes son ladrones, cazafortunas, asesinos y en general renegados; su valía al estar juntos y defender algo por el bienestar de los demás, los hace aún más valiosos.
Aunado a esto, el guion de Gunn y Perlman está lleno de chistes y momentos hilarantes, de esos que no se desgastan tan fácilmente. generando un ambiente aún más ameno y entretenido. La cinta no sólo está plena de acción y personajes de otro mundo (literal), además posee una personalidad agradable, simpática y nos provee de seres con volumen, deseos, complejos, disfunciones, defectos y cualidades.
Por supuesto, existe un villano terrible -junto a otro aún más terrible-, un arma letal excesivamente poderosa y un planeta entero en peligro de extinción; pero ante esta plétora de incovenientes existe una forma de combatir al mal y proteger a la Galaxia con algo más grande que un dispositivo interestelar y que sólo se halla en el interior de cada ser, lo que descubrirán todos los personajes a lo largo de la película.
Guardianes de la Galaxia es una garantía de entretenimiento que al parecer ha sido aceptada por los puristas. Puede ser apreciada y disfrutada por el público con una buena dosis de diversión y persecuciones espaciales. Ahora, a esperar la segunda parte (porque por supuesto la habrá en un par de años).
Tráiler:
Ficha técnica:
Guardianes de la Galaxia (Guardians of the Galaxy), EUA, Reino Unido, 2014.Dirección: James Gunn
Guion: James Gunn, Nicole Perlman
Producción: Kevin Feige, Stan Lee
Fotografía: Ben Davis
Música: Tyler Bates
Reparto: Chris Pratt, Zoe Saldana, Dave Bautista, Bradley Cooper
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