Entrevistas
Rasmus Heise o la aparente sencillez de fotografiar Helium
Rasmus Heise ha trabajado en series dramáticas para televisión, ha fotografiado diferentes cortometrajes y videos musicales. También ha terminado ya su trabajo en el largometraje The Reunion 2, producido este mismo año, y que ha dirigido Mikkel Serup. Hemos hablado con él acerca de su trabajo como responsable de la dirección de fotografía del cortometraje Helium, ganador del Oscar al mejor corto de ficción de 2014.
Raúl Liébana: ¿Cómo te empiezas a imaginar visualmente el cortometraje cuando te entregan a ti el guion? ¿Cómo trabajas este aspecto antes de entrar en contacto con el director? ¿Haces algo por tu cuenta o directamente mantienes reuniones con él para concretar aspectos determinantes de la película?
Rasmus Heise: El director de Helium es un amigo cercano, con el que he trabajado muchas veces. Así que ya habíamos hablado de la película incluso antes de que terminara el guión. Antes de Helium siempre rodábamos cámara en mano y de forma impulsiva. Muy pronto quedó claro que la película necesitaba un enfoque mucho más simple y clásico. El guion es sencillo y visualmente no tuve mucho que hacer como director de fotografía. La película se basa en pequeñas localizaciones, siempre con dos personas hablando de una manera muy estática. Normalmente nos gusta mover mucho la cámara, pero esto es algo que no tenía sentido en una película como esta.
Grabamos todas las escenas en tres o cuatro configuraciones simples con la cámara sobre un trípode. No se utilizó la dolly. Solo la escena en la que Enzo busca al niño en el hospital se rodó cámara en mano. Probablemente hubiera sido más correcto haber utilizado una dolly, pero no teníamos el presupuesto ni el tiempo necesarios.
RL: El cortometraje está filmado en clave baja. Concretamente, ¿qué instrucciones te dio Anders Walter para realizarlo?
RH: Como ya he indicado, esta es una película sencilla. Anders quería utilizarla fundamentalmente como una oportunidad para trabajar con los actores. Su labor es siempre muy visual, pero esta vez quería profundizar más en lo concerniente a la dirección, y por eso decidimos que fuera simple y fácil.
RL: Las escenas en las que se recrea el mundo de Helium son de una belleza extraordinaria ¿Cómo están rodadas?
RH: Rodamos un día entero en un estudio con diferentes configuraciones de pantalla de croma. Incluso contamos con dos metros cuadrados de hierba, para poder filmar al chico con ese fondo. Rebotamos luces de colores en un marco de doce pies cuadrados de color blanco por encima de él, para la escena en la que ve las partículas de colores en el aire. Construimos una chimenea en el set, para que se sentara sobre ella.
Para iluminar la escena se utilizaron los dibujos hechos por Anders previamente. El mundo de Helium fue construido ensamblando pinturas con acabado mate en 2D, para darle una apariencia tridimensional. ¡Todas estas pinturas mate fueron hechas por el propio Anders Walter! Anders solía hacer ilustraciones para libros y storyboards para otros directores. La composición fue hecha por la compañía Cameo Film y el dirigible del final fue hecho por la compañía Ghost, ambas empresas son de Copenhague.
RL: ¿Justificas las fuentes de luz que utilizas para iluminar las escenas?
RH: Siempre trato de hacer mi iluminación simple y justificada. En palabras del gran Harris Savides: «Trate la luz de la habitación, no a los actores».
Raúl Liébana: ¿Qué tipo de luz utilizaste para las escenas de interior?
RH: En la primera habitación, donde conocemos al chico, construimos una pequeña tienda fuera de la ventana, así podíamos rodar durante el día y hacer que pareciera de noche. Puse una lámpara pequeña afuera, en la tienda. Se suponía que iba a parecer una lámpara de la calle, pero no conseguimos que tuviera ese aspecto. Debería haber investigado y encontrado una lámpara mejor, que se hubiera parecido más a lo que pretendíamos.
Para la habitación de al lado a la que va el chico cuando empeora, intenté darle un look más frío e impersonal. Coloqué tubos fluorescentes en el suelo, debajo de la cama, y dos pequeños dedo-light alumbrando desde el techo, para que pareciesen esas feas lámparas halógenas que se utilizan en oficinas y cocinas. La idea era hacer que todo pareciera muy deprimente.
RL: Las escenas de exteriores, sobre todo la del principio, pareciera que se rodó durante un día plomizo y gris, ¿se buscó expresamente evitar un día soleado? Por otra parte, ¿qué tipo de luz utilizaste en las escenas de exterior?
RH: No utilicé ninguna luz en las tomas exteriores. Sólo un poco de rebote. Tratamos de planificar que las escenas se rodasen por la mañana temprano o al atardecer, cuando la luz es más hermosa. Queríamos que la primera escena que se rodara fuese bajo el sol de la mañana, pero cuando llegamos, el día estaba totalmente nublado. Creo que funcionó bien. De todos modos, en un cortometraje con presupuesto cero, no te detienes y dices: grabemos otro día, cuando haya sol, sino que aprovechas lo acabas de rodar.
RL: ¿Participaste en el proceso de etalonaje del cortometraje? ¿Cómo se llevó a cabo? En las escenas en que se recrea el mundo de Helium, ¿hubo muchas correcciones o ajustes?, ¿cómo se trató el color?
RH: Siempre participo en el etalonaje. Se realizó en el sistema Lustre, por Cameo Film, la empresa de Copenhague. Tratamos de mantener los colores tan simples y sin apariencia degradada como pudimos. El mundo de Helium es demasiado saturado y colorido para mi gusto, pero fue elección de Anders.
RL: En este corto, en general, está muy trabajada la profundidad de campo, ¿qué objetivos de cámara se utilizaron para rodar?, ¿teníais esta idea siempre presente?
RH: Utilizamos el objetivo Zeiss H/S 1.3. Son muy antiguos y de apariencia agradable. Trabajan bien con la cámara Alexa. Me hubiera gustado haber utilizado otros objetivos aún mejores, pero en este caso no teníamos dinero para alquilar lentes caras.
RL: ¿Qué escena es la que más te costó iluminar o encontrar el tono que queríais darle?
RH: Todas las escenas de la primera locación en las que el niño está tumbado fueron para mí muy difíciles. La habitación era muy pequeña y las paredes demasiado brillantes. No teníamos permitido pintar las paredes, ya que rodamos en un hospital real. Me hubiera gustado que pareciera más acogedor de lo que fue.
RL: Este cortometraje habla de muchas cosas, pero sobre todo del poder de la imaginación. ¿Qué idea sería para ti la principal de esta hermosa metáfora?
RH: El guion era muy potente, pero simple en sus propias ideas. Cuando eres tan afortunado como para trabajar en un guion como este, no tienes mucho que hacer como director de fotografía. Mucha gente religiosa ha considerado este filme y lo ha usado para explicar y comprender sus propias creencias. Pero no creo que haya sido la intención de Anders cuando lo escribió. Él solo quería contar una historia bonita sobre la vida y la muerte, y admiro mucho su talento para hacerlo. Nunca tuvimos conversaciones profundas sobre el significado del mundo de Helium, todo estaba muy claro para nosotros desde el principio. Ahora, la película le ha gustado a mucha gente, incluso se le ha pedido a Anders que hable de ella a trescientos sacerdotes daneses. Pienso que es simplemente maravilloso, pero no imaginaba nada de eso cuando hacíamos la película, simplemente, la hicimos.