Críticas
Operación Overlord
El día más largo
The Longest Day. Ken Annakin, Andrew Marton, Bernhard Wicki, Gerd Oswald y Darryl F. Zanuck. EUA, 1962.
El día más largo es una de las grandes superproducciones bélicas de la historia del cine, el proyecto más personal de uno de los últimos grandes productores del séptimo arte, Darrryl F. Zanuck. Pocas películas pertenecen tanto a su productor como esta, ya que Zanuck contrató a varios directores internacionales para rodar las distintas partes del film y contó con un reparto de casi cincuenta estrellas internacionales. La gran novedad que aporta El día más largo es que trata de abordar el desembarco de Normandía con total fidelidad a lo que ocurrió el día 6 de junio de 1944; y lo hace, al menos, desde tres perspectivas distintas: la de los alemanes, la de los ingleses y la de los americanos (también aparece la resistencia, por supuesto, pero de manera casi anecdótica).
Si hay algo que llama mucho la atención hoy en día es que la película, que dura tres horas, se pasa en un suspiro y tiene un ritmo trepidante, lo que no debió ser fácil, ya que había que ensamblar convenientemente las diferentes partes, que corrieron a cargo de directores distintos: así, Ken Annakin se encargó de los episodios británicos, mientras que Andrew Marton hizo lo propio con los americanos y Bernhard Wicki dio buena cuenta de los episodios alemanes. Y eso sin contar con que Gerd Oswall dirigió la secuencia de los paracaidistas en Saint-Mère-Église y el propio Zanuck asumió, por su parte, algunas escenas sueltas. Hay algunas secuencias que todavía hoy sorprenden por su impecable factura, como la ya mencionada de los paracaidistas, pero también la de los soldados americanos atrapados en la playa de Omaha o, sobre todo, la toma del Casino por parte de los ingleses, rodada en un increíble plano‑secuencia aéreo de varios minutos de duración.
Zanuck, que estuvo al frente de la 20th Century Fox entre 1935 y 1956, tuvo que regresar al estudio para poder acabar un proyecto que casi lleva a la compañía a la quiebra, Cleopatra (Joseph L Mankiewicz, 1963). Lo hizo única y exclusivamente para no quedarse sin distribución para El día más largo, que reúne uno de los repartos más espectaculares de la historia del cine y sabe dosificar a la perfección ciertas dosis de humor, así como utilizar imágenes de archivo y mostrar detalles dignos de un maestro de la dirección, como el guiño de las botas que el oficial alemán se ha calzado al revés al levantarse rápidamente de la cama, que aparece al principio del film y se recupera al final.
Toda la película es, en realidad, un empeño personal de Zanuck. Se basa en un libro de Cornelius Ryan, que firma también el guion, para el que escribieron algunos episodios adicionales Romain Gary, James Jones, David Pursall y Jack Seddon. La producción contó con numerosos asesores militares que trataron de dotar de mayor verismo a lo narrado en el film, en el que participaron como actores algunos militares auténticos. El día más largo se rodó, además, en tres lenguas: inglés, francés y alemán.
Zanuck jugó bien sus cartas con El día más largo y consiguió una película en la que, a pesar de que el público conoce el final, se crea tensión, porque el éxito de la Operación Overlord dependió de factores que difícilmente podían controlar los aliados: el mal tiempo, la ausencia de Rommel, la interminable cadena de mando de los alemanes… La fotografía de Jean Bourgoin y Walter Wottitz, ganadora del Oscar, resulta espectacular, y la partitura original de Maurice Jarre encaja a la perfección con la pieza que sirve como leitmotiv musical, la Quinta sinfonía de Beethoven.
Es, también, una película muy de su época, ya que trata de ofrecer un fresco histórico del día 6 de junio, en el que los personajes anónimos aparecen al mismo nivel que los grandes generales. En eso, por ejemplo, es muy distinta de otra película clásica sobre el desembarco de Normandía, Salvar al soldado Ryan (Saving Private Ryan, 1998), en la que Steven Spielberg es mucho más explícito en la representación de la barbarie, pero se centra en un episodio concreto, pequeño, irrelevante… Zanuck, en cambio, quiso orquestar el día 6 de junio de 1944 con un tono más épico, y, sin duda, lo consiguió, ya que, aunque ha pasado medio siglo, El día más largo sigue siendo una de las grandes películas bélicas de la historia del cine.
Premios: Oscar a la Mejor Fotografía y a los Mejores Efectos Especiales, y nominada a Mejor Película, Mejor Dirección Artística en blanco y negro y Mejor Montaje; Globo de Oro a la Mejor Fotografía y nominada a Mejor Película.
Tráiler:
Ficha técnica:
El día más largo (The Longest Day), EUA, 1962.Dirección: Ken Annakin, Andrew Marton, Bernhard Wicki, Gerd Oswald y Darryl F. Zanuck
Guion: James Jones, Cornelius Ryan, David Pursall, Romain Gary, Jack Seddon
Producción: Darryl F. Zanuck
Fotografía: Jean Bourgoin y Walter Wottitz
Música: Maurice Jarre
Reparto: John Wayne, Henry Fonda, Robert Mitchum, Sean Connery, Curd Jürgens, Richard Burton, Peter Lawford, Rod Steiger, Irina Demick, Gert Fröbe, Eddie Albert, Paul Anka, Red Buttons, John Crawford, Mel Ferrer, Roddy McDowall, Sal Mineo, Edmond O’Brien, Robert Ryan, George Segal, Lee Strasberg, Robert Wagner
Una vez al año la veo, y realmente está muy bien ambientada, y refleja el sentimiento y estado de ánimo de los distintos combatientes, en distintos momentos: previo al combate y durante el mismo, algo que solo un soldado lo puede entender. Ademàs unos actores de primerísimo nivel.
Gran película, una obra de arte y de culto, después de tantos años de haberse estrenado, para mi sigue siendo una película reciente y no me canso de verla. Cada cierto tiempo, me siento en el sofá, me pongo los auriculares y la veo y la escucho a mi gusto.
El gran problema de El Dia Mas Largo del Siglo es su actitud panfletaria. Aquí se precisaba a una troupe de actores y guionistas disciplinados, que fueran didácticos en mostrar cómo se planeó y se implementó la operación matizándola con situaciones anecdóticas y detallándola con la ferocidad que debió ser semejante combate. Vale decir, creando solo un puñado de personajes que sirvieran para ilustrar los pormenores de la operación, y que estuvieran al servicio del relato. Pero hay tantos caracteres irrelevantes con diálogos antinaturales que resultan poco creíbles. Incluso al momento de mostrar la carnicería, la toma de las playas de Normandía es notablemente aséptica. Ciertamente la acción es espectacular, pero sólo tenemos a miles de extras – algunos de renombre – recitando pésimas líneas de diálogo. Los únicos momentos en que el filme funciona como debiera es cuando se centra en el alto mando alemán, y en la brillante secuencia de la toma del casino de Ouistreham. Pero el resto es una tonelada de clichés remanidos en boca de demasiados personajes intranscendentes; incluso el final es tan abrupto – carente de algún personaje que haga alguna reflexión sobre lo ocurrido – que demuestra lo irregular que es el filme. Simplemente es un despliegue espectacular de cine bélico infestado de personajes terribles.
Todo lo anterior pertenece a este critico ( una crítica del film, por Alejandro Franco) de cine que comparto totalmente,,, Hay mejores películas sobre la segunda guerra mundial y el desembarco de Normandía menos panfletaria, que esta,