Los minions

Si ha habido una película del verano, esa ha sido Los minions, la última gran apuesta de animación de los estudios Universal. Es verdad que, desde el estreno de Del revés (Inside Out, Pete Docter y Ronaldo del Carmen, 2015), dos semanas después, la película de Pixar desplazó a la de la Universal en la taquilla, pero Los minions han aguantado en cartel los dos meses de verano y han superado los cuatro millones de espectadores en España, lo que no está nada mal para los tiempos que corren. Estas cápsulas amarillas tan simpáticas como letales se han impuesto con determinación sobre el público, si bien la crítica ha sido más bien tibia.

De todas maneras, estas entrañables criaturas, cuyo color ya recibe el nombre de “Amarillo minion” por parte de Pantone, se han convertido en una tendencia que arrasa en diseños de todo tipo de prendas y complementos (desde peluches a fundas de móviles, pasando por bolsos, camisetas, vestidos…). Son ya, por tanto, un fenómeno global que trasciende los noventa minutos que dura la película, que se ha articulado como una sucesión casi ininterrumpida de gags, algunos de ellos geniales, si bien no del todo ensamblados entre sí.

Cuando tuvimos ocasión de ver las dos entregas protagonizadas por Gru, Gru. Mi villano favorito (Despicable Me, Pierre Coffin, Chris Renaud, 2010) y Gru 2. Mi villano favorito (Despicable Me 2, Pierre Coffin y Chris Renaud, 2013), ya daba la sensación de que aquellas cintas de animación se le quedaban pequeñas a los minions, de ahí la necesidad de realizar un spin-off protagonizado por ellos. En realidad, Los minions es una precuela que nos cuenta la historia de estas criaturas como especie hasta su encuentro con Gru.

Los minions, que comenzaron su vida en este planeta como seres unicelulares, siempre han tenido debilidad por los villanos, de ahí que, a lo largo de toda su historia, se hayan acercado a distintos malvados, desde los dinosaurios hasta Napoleón, pasando por los faraones egipcios y Drácula, pero nunca han conservado a un malvado durante demasiado tiempo, de ahí que decidan retirarse a una gruta polar a vivir un prolongado exilio del que solo saldrán gracias a un plan trazado por Kevin, uno de los minion más dispuestos, aunque no estará solo en esta aventura.

Si bien el principio de la película cuenta la historia del pueblo minion, lo que tenemos en realidad es una aventura vivida por tres minions, Kevin, Stuart y Bob, que deciden abandonar su gélido retiro para encontrar un nuevo amo y llegan a Nueva York en 1968. Lo mejor de Los minions es la creación diferenciada de cada uno de los protagonistas, pero resulta muy difícil llevar adelante una trama compleja con unos personajes que hablan con palabras sueltas, en una lengua que es una mezcla de español, italiano, indio, francés e inglés. Los gags físicos de la película recuerdan, por un lado, al cine silente de Charles Chaplin, Buster Keaton o Harold Lloyd, y, por otro, a los Looney Toones de Chuck Jones, pero el espectador se lleva la sensación de que, más que al desarrollo de una historia lineal, está asistiendo a una sucesión de gags. De hecho, cuando la historia trata de ser lineal, lo que ocurre cuando Kevin, Stuart y Bob se ponen al servicio de Scarlett Overkill (Sandra Bullock le presta su voz en la versión original), a la que encuentran en una convención de villanos en Orlando (precisamente en Orlando, y en un encuentro que se parece mucho a la Comic Con), no funciona tan bien, acaso porque la sombra de Gru es demasiado alargada y Scarlett y su inseparable Herb (con voz de Jon Hamm) resultan demasiado sofisticados para el trazo grueso de los minions.

Ahora bien, si lo mejor de las entregas de Gru eran los minions, creo que lo mejor, con diferencia, de esta entrega de Los minions es la breve aparición de un Gru todavía niño al final de la película. En cualquier caso, como cinta de animación para toda la familia, Los minions cumple a la perfección y ofrece numerosos homenajes al cine a lo largo de todo el metraje, eso sin contar con que es un estupendo aperitivo en tanto que llega la próxima entrega de Gru, que verá la luz en el verano de 2017. ¡Larga vida a los minions!

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