Festivales
Zinemaldia 2015 – 63º San Sebastian International Film Festival
Después del notable Zinemaldia 2014, destacado por su alto nivel, el 63º San Sebastián International Film Festival (SSIFF) que tuvo lugar del 18 al 26 septiembre 2015, lamentablemente no logró superarlo. Fue una edición regular, incluso tibia, poco inspiradora y estimulante, según la opinión de la mayoría de la prensa. Sin embargo, entre alrededor de doscientos largometrajes que se proyectaron en el certamen también había algunas joyas.
En Donostia, como siempre llena de cineastas y cinéfilos, el ambiente del Festival estaba omnipresente. Las enormes colas que se formaban antes de las proyecciones por todas la partes de la ciudad, indudablemente, superaron las de los años anteriores y fueron una confirmación de que San Sebastián es verdaderamente un sitio de los amantes de la cultura. De hecho, la venta de las entradas durante el primer día excedió los años interiores, según el fenómeno que reflejaron las colas gigantes. La oferta cultural alrededor del Festival fue particularmente abundante este año. Las actividades más destacadas fueron Movistar+ Roadshow, las proyecciones gratuitas del mejor cine y las series más actuales en las calles de la ciudad al aire libre; Pasolini-Roma, un proyecto sobre el escritor y cineasta italiano Pier Paolo Pasolini, a través de sus relaciones con Roma, con proyecciones gratuitas de sus películas en el Museo San Telmo; Huellas de la Memoria, una retrospectiva que documenta la vida personal y la trayectoria artística de maestro polaco del cine Krzysztof Kieslowski; Platea: Los Fotógrafos Miran al Cine, una exposición alucinante de cuarenta fotografías que muestran la mirada al cine de algunos de los principales fotógrafos españoles a lo largo de sus carreras, situada en la Avenida de Zurriola, accesible a todo el público. La lista completa de las actividades se puede ver aquí. Es cierto que Donostia, la Capital Europea de la Cultura 2016, sobresalió en sus intentos de hacer que la cultura cinematográfica llegue al público más amplio posible.
Volvamos al Festival. Aparte de Truman (Cesc Gay), querida por la gran mayoría del público y premiada con la Concha de Plata al Mejor Actor para Ricardo Darín y Javier Cámara ex aequo, al igual que el Premio Feroz, la Sección Oficial, tildada de ‘floja’ por lo general, generó mucha polémica. London Road (Rufus Norris), un musical fracasado, unánimemente criticado por el público y la prensa, vació las salas. High-rise (Ben Wheatley) y Evolution (Lucile Hadzihalilovic) provocaron una reacción parecida, pero lograron dividir a los críticos en dos grupos, los que las amaban y los que las odiaban. De hecho, aunque muy controvertida, Evolution consiguió dos premios importantes: el Premio Especial del Jurado y el Premio del Jurado a la Mejor Fotografía, mientras High-rise se marchó del certamen con las manos vacías. Sparrows (Rúnar Rúnarsson) ganó la Concha de Oro a la Mejor Película por su indiscutiblemente gran final, mientras Yordanka Ariosa, de El Rey de la Habana (Agustí Villaronga), fue la verdadera reina del concurso como la Mejor Actriz. Cabe destacar la poética Amama (Asier Altuna Iza), ofreciendo lo mejor del cine vasco, de hecho la ganadora del Premio Irizar al Cine Vasco y el Mejor Guion Vasco; la teatral y cautivadora Eva no duerme (Pablo Agüero), Un día perfecto para volar por su excepcional narración, al igual que la emocionalmente cargada y doblemente premiada Freeheld (Peter Sollet). El cine francés, siempre muy bien representado en el Zinemaldia, no fue tan presente este año como en las ediciones anteriores. No obstante, las producciones y coproducciones francesas tuvieron bastante éxito, ya que lograron obtener unos premios principales, es decir la Concha de Plata al Mejor Director para Joachim Lafosse por Les Chevaliers blancs, el Premio del Jurado al Mejor Guión para Arnaud y Jean-Marie Larrieu por 21 Nuits avec Pattie, la Mención Especial del Jurado y el Premio FIPRESCI para El Apóstata o el Premio Kutxabank para Le Nouveau (Rudi Rosenberg) de la Sección Nuev@s Directores.
Según la opinión de la prensa, la mejor sección de este año fue Horizontes Latinos con la más premiada Paulina (Santiago Mitre), la ganadora del Premio Horizontes, TVE-Otra Mirada y el Premio Ezae de la Juventud. La tierra y la sombra (César Augusto Acevedo) obtuvo el Premio Cooperación Española. Otras obras o coproducciones latinas que ganaron premios o menciones especiales incluyen Vida sexual de las plantas (Sebastián Brahm), Desde allá (Lorenzo Vigas), Te prometo anarquía (Julio Hernandéz Cordón), Nueva Vida (Kiro Russo), El enemigo (Aldemar Matias), Era o Hotel Cambridge (Eliane Caffé). Véase aquí el Palmarés de la 63º SSIFF.
En lo que respecta al cine asiático, el público se enamoró de Nuestra hermana pequeña (Hirokazu Koreeda). Mountains May Depart del carismático Jia Zhang-Ke, el protagonista del documental Un Homem de Feyang (Walter Salles), recibió críticas favorables, mientras la prensa encontró Regreso al Norte (Liu Hao) fastidosa y The Boy and the Beast un poco infantil.
Faltaba la presencia de unos documentales estimulantes, en los que el Festival era abundante el año pasado con La sal de la tierra, La búsqueda o 20.000 días en la Tierra. Los de esta edición, por ejemplo No estamos solos (Pere Juan Ventura) o Mi querida España (Mercedes Moncada Rodríquez), se enfocaron en gran parte en la situación política y social, seguramente debido a la crisis económica. Algunas películas de ficción, como Einer von Uns (Stephan Richter), basada en hechos reales, Pikadero (Ben Sharrock), un estudio de la situación de la gente joven en el País Vasco, pero bien relevante y aplicable a otros países, o la película-documental Taxi Téhéran (Jafar Panahi), la ganadora del Oso de Oro en el Festival de Cine de Berlín, también abordaron estos temas.
Cabe destacar las siguientes películas:
- Son of Saul (László Nemes) sobre el Holocausto, que se exhibió en el Festival de Cine de Cannes 2015, en donde ganó el Grand Prix y fue recibida con gran aclamación por parte dela crítica. Realista, valiente, es casi imposible darle una calificación por el tema que aborda.
- La novia (Paula Ortiz), perfectamente hecha, un derroche de belleza impresionante.
- Psiconautas (Pedro Rivero, Alberto Vázguez) por su forma narrativa.
- Mia Madre (Nanni Moretti), principalmente, por el rendimiento de John Turturro.
Es imposible que cada edición del Festival sea la mejor y hay que reconocer que tal vez este año el Zinemaldia no lo fue. Sin embargo, lo importante es que el debate sobre el cine sea animado y vivaz y la contribución del 63 º SSIFF a este debate fue indudable y bien acogida.
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