O futebol

Sergio Oksman mantiene su trayectoria ligada al documental, aunque teniendo en cuenta la línea que ha trazado con su último trabajo, O Futebol, es difícil precisar en qué terreno se mueve. En 2013 cosechó el Goya al Mejor Cortometraje Documental por A Story for the Modlins, que era su último trabajo hasta la fecha. Así, O futebol llegó a Locarno como estreno mundial y ha superado con creces las expectativas que en torno a él se habían creado.

Oksman parte de lo real con un rigor extremo para construir un relato con las reglas propias de la ficción. Como se trasluce de la entrevista que le realizamos, hay un empeño, en su película, que apunta hacia un determinado modo de buscar en el presente huellas del pasado, y recuperar así algo que ya parece perdido. A partir de esta premisa, se construye una ficción sobre la que se impone la realidad, que toma parte activa en la realización del filme. De esta forma, Sergio (el propio Oksman) vuelve después de veinte años a su ciudad natal, São Paulo, para vivir el Mundial de Fútbol que se celebró en 2014, junto a su padre, Simão. En este sentido, el Mundial quedará enmarcado en un fuera de campo y sobre él también resonará la crueldad de la realidad, en forma de tragedia inesperada.

Formalmente, O futebol se encuentra construida a través de planos fijos. Las conversaciones en torno a un futbolista o algún hecho del pasado giran en torno a una barra de un bar o se producen entre padre e hijo, en el interior del coche de Simão, donde la cámara les filma de espaldas a ambos, mediante planos fijos. La línea temporal que sigue el relato es la cronológica que marca el desarrollo del Mundial. Por tanto, el filme presenta una linealidad en su estructura, desde la llegada de Sergio a Brasil y el hecho de pensar que tiene todo el Mundial por delante, va dando paso a una forma de indagar en la relación con su padre; lo que, a su vez, supone un modo de explorar también la naturaleza de la imagen que Sergio nos muestra. La cámara capta lo real como ficción, para terminar convirtiéndose en testigo mudo de los acontecimientos, al filmar el destino de un hombre.

O futebol ha sido una de las mejores películas que se han visto este año en Locarno. Un apasionante viaje que comienza transitando territorios desconocidos para terminar instalándose en un lugar común, y donde lo que menos importa es el fútbol, que se convierte en una especie de excusa para explorar otros terrenos. Estamos ante un tipo de cine que se nutre de realidad, que muestra los hechos con extrema sutileza, capaz de asociar ideas que hacen trascender el relato, más allá de lo puramente visual, y en el que se derrocha sensibilidad desde el inicio hasta el final.

Tráiler: