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Series de TV: Mr. Robot
Fue a partir de libros del estilo de 1984 o Farenheit 451 que se abrió paso a una infinidad de historias, cuentos y películas sobre conspiraciones y regímenes totalitarios, quizás por la cercanía temporal de Orwell y Bradbury con los que habían acontecido en la Unión Soviética y Alemania. Pero, si bien en ambos textos se expresaba la opresión de los pueblos, ambos le daban un enfoque más moderno a sus historias de control y dominio por parte de estados totalitarios. Es entonces que arribamos a un centenar de historias nuevas utilizando ese enfoque, del estilo de They Live (John Carpenter, 1988) o Matrix (Hermanos Wachowski, 1999), pasando por las versiones cinematográficas de los libros mencionados.
Es allí donde llegamos a un 2015 que hizo posible la serie Mr. Robot. Es cierto que hoy se ha logrado invisibilizar este control a ojos de los ciudadanos de los diferentes países, ya que son ellos mismos quienes gustosamente dan toda su información a través de Internet y las redes sociales, y esto los coloca ante una situación de vulnerabilidad informática de proporciones inmensas.
Elliot (Rami Malek) trabaja de programador para All Safe, una empresa que le presta servicios a E. Corp (los guionistas no se anduvieron con vueltas, ya que E. Corp significa Evil Corporation, o «corporación malvada»). El joven odia su trabajo y, más aún, saber que su labor contribuye a que la empresa tenga mayor información de diferentes ciudadanos. Agreguémosle a eso los alucinógenos que consume, aparte de sufrir de fobia social, a su amiga Angela (Portia Doubleday), con quien mantiene una relación un tanto extraña, y a su vecina Shayla, quien le provee las drogas. Ya desde los primeros pasajes, vemos una relación especial que une al joven empresario Tyrell Wellick (Martin Wallstrom) con Elliot, ya que Wellick quiere reclutar al programador para fines nada buenos, algo a lo que se opone. Pero sí es seducido por alguien que usa el apodo «Mr. Robot» (Christian Slater) para hackear a las grandes corporaciones. Allí es cuando comienza el viaje de Elliot hacia la clandestinidad, de la mano del anarquista Mr. Robot y su equipo de hackers, que bien al estilo Matrix, son un grupo de jóvenes descontracturados, capaces de destruir a distancia un servidor, mientras están sentados en un sillón bebiendo una taza de café.
Hay que decir que, si bien la temática de Mr. Robot es muy similar a la de la obra más importante de los hermanos Wachowski al momento, el aspecto de la serie es mucho más cercana a la de Fight Club (David Fincher, 1999), donde, en líneas generales, Elliot vendría a ocupar el papel de Edward Norton y Mr. Robot, el de Brad Pitt.
Estamos ante la ópera prima de Sam Esmail, el creador de la serie, quien decidió imprimirle esta estética cyber-punk que le agrega más elementos a considerar al momento de compararla con la antes mencionada Matrix o con la saga de animé Ghost in the Shell (1995), nada más que cuanto más evoluciona la tecnología con el pasar de los años, más cercana a la realidad se convierte la dominación de las máquinas, utilizando elementos invisibilizados como ser teléfonos móviles u ordenadores portátiles. Y así es como en la actualidad, lo que antes cuadraba en el género ciencia ficción, hoy ya pasa a otro nivel, siendo algo que ya está al alcance del ciudadano común, dejando de lado esos robots deformes y sobredimensionados que imaginábamos en los 80.
Transmitida en los Estados Unidos por la cadena USA, Mr. Robot ya ha renovado para una segunda temporada desde su primera emisión, así que esperamos con ansias el lanzamiento de la segunda temporada para mediados de este año.
Tengo ganas de morirme pero no quiero