Carregador 1118

BAFICI 2016 – Competencia Latinoamericana

Tony es un hombre mayor que atraviesa el proceso de separación con su mujer. Tiene el rostro curtido, las manos de trabajador y el andar cansado. Su vida gira en torno a su trabajo dentro del Ceagesp, el mayor almacén de productos agrícolas de Sao Paulo que provee de mercadería a toda la región. Allí, como el título lo indica, es el cargador n°1118. Junto con otros 50.000 empleados, su tarea consiste en trasladar cajas con fruta y verdura hasta los camiones que proveerán a los comercios y supermercados de la ciudad. Sin un amor que lo espere, y sin más que el dinero diario que gana, deambula hasta el día siguiente, en que vuelve a trabajar, por bares y por calles de barrios humildes.

Los realizadores encuentran en el personaje, sobre el cual construyen un documental que narra la vida de Tony, su cotidianidad y el esfuerzo constante, una referencia a tantos otros hombres que trasladan cajas todos los días, bajo una rutina que resulta agotadora, pero que es necesaria.

El encuadre toma el rostro del personaje en planos cercanos, registrando sus gestos, sus marcas, luego se amplía para dar cuenta de sus actos cotidianos, hasta alcanzar, con un plano general, el movimiento de los hombres dentro de un galpón atestado de mercadería, donde Tony se vuelve un ser pequeño y en constante circulación.

La música local, el sonido ambiente y algunos diálogos entre compañeros se intercalan entre las imágenes de largas caminatas por la ciudad sin un rumbo claro, más que alguno que otro bar. Ese deambular es el de un hombre solitario y viejo que no tiene nada más que hacer con su vida.

El documental no ofrece mucho más y termina siendo tan poco estimulante como entretenido. El mensaje es claro, pero la historia se podría haber enriquecido con otros recursos narrativos, que le aportasen mayor creatividad al género.