Críticas
Raúl Ruiz, patrimonio cinematográfico recuperado
La telenovela errante
Raoul Ruiz (AKA Raúl Ruiz), Valeria Sarmiento. Chile, 1990.
Uno de los grandes problemas que afectan al patrimonio cinematográfico mundial es el de conservar, preservar todo ese material que antes de la llegada del digital fue rodado en celuloide, en soporte fotoquímico y que, con el paso del tiempo, se encuentra sometido a un proceso de degradación brutal si no se conserva en unas condiciones óptimas de temperatura y humedad. Esto es algo que, ni más ni menos, afectaría el modo en que se podría escribir la historia del cine en el futuro.
Estas tareas quizás afectan más a la restauración de ese patrimonio, si bien el caso que nos ocupa se podría asimilar más al de la recuperación. La labor llevada a cabo en esta edición por el Festival de Cine de Locarno, seleccionando La telenovela errante, de Raúl Ruiz, tiene que ver con esa labor, sin entrar en la tarea de las filmotecas y ciñéndonos a festivales de cine enfocados en dar difusión a este patrimonio recuperado o restaurado como Il Cinema Ritrovato (Bolonia); Cannes Classics, una sección paralela del certamen francés; el propio Festival de Cine Recobrado de Valparaíso (Chile) u otras instituciones, como la Federación del Cine que, en 2007, lanzó el Proyecto de Cine Mundial (World Project Cinema) y, recientemente, anunció su intención de recuperar patrimonio cinematográfico africano, proyectos ambos liderados por Martin Scorsese.
Se trata de una valiente decisión, con varias lecturas entre líneas, del Festival de Locarno, pero llena de coherencia y, con independencia de que ubicar La telenovela errante en su sección oficial obedezca a criterios puramente artísticos que la película realmente posee. Así, este ha sido uno de los mejores modos (impensable para el propio Festival hasta casi dos meses antes de su celebración), de conmemorar sus setenta años de historia. Y es que Raúl Ruiz fue premiado en 1969 por su película Tres tristes tigres (1968) con el Leopardo de Oro.
El proceso de recuperación de la película lo cuenta Valeria Sarmiento en la entrevista que le hemos realizado y ha tenido su fortaleza en la labor realizada por Chamila Rodríguez y Galut Alarcón, guiados por la viuda de Raúl Ruiz. Pero, ¿alguien se ha preguntado por qué llega hasta el Festival de Locarno la película? Hay dos artífices que han hecho posible que esto se lleve a cabo. El director del Festival de Cine de Valdivia, Raúl Camargo, que después de visionarla y el programador del Festival de Locarno, Gonzalo de Pedro, que la hizo llegar hasta la dirección del Festival.
La película de Raúl Ruiz se ha finalizado a contrarreloj y fue estructurada adoptando los días de la semana como división de los diferentes sketchs que la componen. El origen de este proyecto, en 1990, surgió a raíz de una solicitud del propio Raúl Ruiz, dirigida a varios artistas, con motivo de un taller que impartió tras su visita a Chile ese mismo año y descubrir cómo se filmaba entonces («de una forma plana y formateada»). Ruiz entendió que la mejor manera de hacerlo era rodando y fue de ese taller de donde salió esta película, que por falta de financiación, nunca se terminó de montar.
Para Miguel Marías, la inmensidad del cineasta chileno «y su relativa invisibilidad, limitan en extremo la probabilidad de que alguien haya visto la mayoría de sus películas». Para Adrian Martin, «la obra de Ruiz no debe ser considerada, exclusiva o primordialmente, como narrativa o antinarrativa. Esto nos permite liberarnos y entrar en el enriquecedor juego de las metáforas sin límite, del contagio de la libre asociación…», y para Jonathan Rosenbaum la obra de Ruiz «se plantea continuamente el tema de cómo nos posicionamos frente a la historia que se está contando». Todo esto sigue siendo tan válido para La telenovela errante como para el resto de la filmografía de Ruiz, es decir, la probabilidad casi cierta de que nadie haya visto su filmografía completa (el filme ha sido world premiere en Locarno), el contagio de la libre asociación que sigue arrojando y el marcado carácter que tiene la película, que nos hace cuestionarnos cómo nos posicionamos ante la historia que se nos está contando, o ante las historias que nos cuenta la televisión, las telenovelas.
Así, Raúl Ruiz muestra su desbordante imaginación en este fresco vivo y lleno de vigencia mosaico de situaciones absurdas, que carecen de un hilo conductor claro y que, sin embargo, está lleno de lucidez. Una genial locura, que no deja de ser coherente con la situación de un país en aquel entonces y ahora, y que apunta hacia el mismo sitio, la televisión y las telenovelas como una de las principales fuentes de consumo audiovisuales de esa sociedad. Quizás, de este modo, Raúl Ruiz quería avivar nuestro espíritu crítico hacia este género.
Trailer:
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Ficha técnica:
La telenovela errante , Chile, 1990.Dirección: Raoul Ruiz (AKA Raúl Ruiz), Valeria Sarmiento
Duración: 90 min. minutos
Guion: Raoul Ruiz
Fotografía: Leo Kocking
Música: Jorge Arriagada
Reparto: Luis Alarcón, Patricia Rivadeneira, Francisco Reyes, Consuelo Castillo, Roberto Poblete, Liliana García, Mauricio Pesutic, Leticia Garrido, Marcial Edwards, Fernando Bordeu, Maria Erica Ramos, Carlos Matamala, Marcela Arroyave, Mario Lorca, Roberto Chignoli
2 respuestas a «La telenovela errante»