Críticas
Al otro lado de la frontera
The Florida Project
Sean Baker. EUA, 2017.
En las salas de cine prima el ruido, el fogonazo, el delirio visual directo a la retina del espectador sobrestimulado por propuestas barrocas y excesivas. De cuando en cuando, se cuela entre la oferta de cine comercial algo distinto, de intenciones en las antípodas de lo que se nos ofrece para deglutir. Cine reflexivo, que invita a la reflexión por encima de la anécdota, que apuesta por la sencillez y arriesga con personalidad. A esta hornada de películas pertenece The Florida Project, obra alejada del estruendo habitual.
Sean Baker dirige con elegancia este drama ambientado en las afueras del sueño americano. A escasos metros de donde sucede el día a día de los protagonistas de la cinta, los turistas se rodean del glamour de cartón piedra de los parques temáticos de Disney. En contraste, The Florida Project se fija en la rutina del superviviente, de aquellos relegados a ser ceros a la izquierda en una sociedad impenitente con los perdedores.
La acción sucede en un modesto hotel donde muchos han encontrado su último refugio. El verano llega, y los niños que pululan por el edificio tienen toneladas de tiempo libre por delante. Juegos, aventuras, descubrimiento y alguna que otra gamberrada dan vida a un lugar oprimido por el verano pegajoso y por la triste realidad de los adultos que lo habitan. Trabajos precarios, marginalidad, búsqueda desesperada de dinero para las necesidades más básicas, representan la inercia vital a la que se ven sometidos los padres de estos niños envueltos en el entrañable espacio seguro que otorga la perspectiva infantil.
The Florida Project presenta la decadencia y la degradación con espíritu casi documental. Sean Baker se despoja de artificios y sigue a sus personajes con afán de verdad, dando como resultado una película sincera y honesta como pocas vamos a ver este año. El tratamiento de los espacios es un ejercicio de inteligencia e intuición. La dignidad con la que Baker trata esta especie de purgatorio a las puertas del cielo del consumismo salvaje dota a la película de gran poder visual. Conceder belleza a la desolación no es sencillo, y en esta obra el resultado es muy potente.
En este aspecto, el fabuloso trabajo de Alexis Zabé en la fotografía es bastante culpable. La sensibilidad para captar el alma de un lugar a la deriva se refleja en los contrastes y la naturalidad de cada imagen, en los juegos con la luz, en la búsqueda de la verdad sobre la pantalla, sin trucos ni filtros. La dirección de Sean Baker da movimiento a esta luz, al deambular de los personajes sin rumbo fijo, cobijados en los escombros del sueño americano.
Baker, en ocasiones, parece renunciar a la historia. Cuenta pequeñas piezas de vida, encajadas con magnífica precisión y transformadas en narrativa personal, pero coherente y llena de intenciones. El mundo infantil de los pequeños parece el último rescoldo de inocencia en medio del naufragio, y aún así tiene las particularidades de la influencia adulta que conforman la personalidad de estos niños revoltosos, traviesos y algo insolentes, las tormentas que se desatan alrededor de los juegos y las risas son demasiado visibles como para permanecer ajenos.
Baker convierte el vacío en campo de juegos, una especie de no lugar de hormigón y autopistas, auténtica pesadilla urbana. Con calma, armado de un fabuloso estudio de personajes, poco a poco esa degradación va cobrando forma, hasta desencadenar los acontecimientos. El director jamás pierde el control de la película, sabe a la perfección cómo nos quiere presentar la vida de los habitantes del motel, y el tono de la obra sumerge al espectador de manera maestra en el ambiente opresivo que rodea la acción de The Florida Project.
Con una oferta tan especial, el trabajo de los actores es providencial. El trabajo en la mirada de Baker quedaría en nada sin unos intérpretes transformados en el pilar fundamental de la propuesta, alimentados por un texto natural, lleno de ritmo interpretativo, lanzado con franqueza ante la cámara. Willem Dafoe es la cara reconocible del reparto, y, desde luego, deja impronta sobre la cinta. Cómodo en la tesitura del secundario de lujo, llena de matices el rol del gerente del motel. Se debate entre las obligaciones de su trabajo y la preocupación real por este extravagante grupo de vecinos, un tipo entrañable, con sus propios fantasmas, pero dispuesto a aportar su grano de arena para que el lugar no se deslice hacia el infierno.
Presencia de actores casi nóveles, la presencia continuada de la figura humana como referente en el plano sitúa a los personajes con inteligencia en el escenario, y en ese sentido, los grandes protagonistas son los niños. Atención al despliegue absolutamente brillante de la pequeña Brooklyn Prince. Devora cada plano, y la naturalidad con la que afronta su presencia en pantalla debería ser la envidia de la profesión. Emocionante, descarada, y encantadora, es la esencia de todo lo bueno que tiene esta película.
Baker tiene una idea, una denuncia clara de la desigualdad en los bordes de un icono como Disney, la imagen de la otra cara de la moneda en la primera potencia mundial. La enorme sensibilidad y humanismo de The Florida Project no esconde la omnipresencia de ese mensaje, como si el director no tuviese claro que el espectador entiende esas intenciones. Eso es de lo poco malo que se puede decir de The Florida Project, porque todo lo demás disculpa esa reiteración de pretensiones en el mensaje final.
Mezcla primordial de tragedia y comedia, la estruendosa risa de los pequeños oculta el llanto de los adultos arrastrados por la realidad. La vida misma sucede ante nuestros ojos, con toda su fuerza y belleza, con las insípidas derrotas, con los mínimos triunfos de un lugar donde se respira el fracaso. Melancólica, sencilla, especial, inteligente, fresca, insolente en ocasiones, The Florida Project es una gran película, de cine claro, honrado, adornado con algo de ingenuidad amable, necesaria para no caer en el exceso de drama. Una gran sorpresa, que, entre otras cosas, pone a Baker en mi radar personal, deseando ver que historias nos contará en el futuro cercano.
Tráiler:
Ficha técnica:
The Florida Project , EUA, 2017.Dirección: Sean Baker
Duración: 115 minutos
Guion: Sean Baker, Chris Bergoch
Producción: Cre Film / Freestyle Picture Company / June Pictures
Fotografía: Alexis Zabé
Música: Lorne Balfe
Reparto: Brooklynn Prince, Willem Dafoe, Bria Vinaite, Caleb Landry Jones, Mela Murder, Valeria Cotto, Christopher Rivera, Macon Blair, Sandy Kane, Karren Karagulian, Lauren O'Quinn, Giovanni Rodriguez, Carl Bradfield, Betty Jeune, Cecilia Quinan, Andrew Romano, Samantha Parisi, Gary B. Gross