Críticas
Horrores del carnaval humano
Hereditary
Ari Aster. EUA, 2018.
Esta es una extraña película familiar. Todo empieza con la abuela, que acaba de morir, una mujer bastante peculiar, que vivió su vida en un misterioso aislamiento, dedicada, según nos enteramos, a prácticas de contacto con espíritus y al conocimiento de artes que lindan con la brujería. La protagonista principal es su hija Annie Graham, caracterizada por Toni Collette, otra mujer bien extraña, que se dedica a una profesión que parece bastante rara, el diseño y la elaboración de maquetas y miniaturas arquitectónicas y escénicas de gran realismo, trabajo que da lugar a diversos cuadros, cuyo significado está entrelazado con los eventos que se narran en la película. Annie tiene dos hijos, una niña de mirada fija y aspecto distraído e introvertido, y un joven adolescente, igualmente distraído, más bien superficial, desorientado e influenciable. El esposo de Annie es un ser tranquilo y razonable, dedicado a su trabajo y a contribuir, a su modo, a mantener un aceptable equilibrio en esta familia, que se nos antoja disfuncional, y que ya ha sido tocada por la tragedia.
En este ambiente empiezan a suceder eventos. Llamamos eventos a cosas que pasan, que pudieran ser resultado de las circunstancias o de acciones deliberadas de los miembros de la familia, pero que irrumpen en la vida familiar, dando lugar a desequilibrios cada vez más complejos y más inabordables para todos. Inevitablemente, sucede la tragedia, que golpea ante todo a Annie. En una muy buena actuación, Toni Collette nos acerca a las angustias crecientes de esta mujer, cuya sensibilidad artística y cuyo sentido de la composición espacial permiten que sea muy apreciativa de los pequeños detalles, que la van conduciendo a detectar un inesperado hilo conductor que conecta a su madre, a sus hijos y a ella misma en un drama lleno de suspenso y de horror. Como es una mujer estudiosa y curiosa, va averiguando cosas y atando cabos y nosotros nos vamos adentrando en las situaciones, como lo hace ella, con la esperanza de que todo tenga sentido y se puedan explicar y resolver las tragedias sucedidas y las crecientes que se insinúan.
Entonces, vamos cayendo en cuenta todos, ella y nosotros, de que las fuerzas que están en juego son demasiado poderosas y que están en el ADN de los personajes y en sus relaciones humanas y familiares, incluso en sus afectos, constituyendo una herencia que la abuela ha sembrado y convocado, de ribetes diabólicos y terribles para los no iniciados, pero extrañamente atrayentes para los escogidos y predestinados.
Señalados ya los aspectos familiares del filme, nos podemos detener un poco en su diseño, en su esencia fílmica. La crítica lo ha recibido bien y el director Aster ha realizado con él uno de sus deseos de cineasta, que siempre quiso trabajar con maestría el tema del horror en el cine. El argumento combina distintos asuntos clásicos en este género, como es el caso de la aparición súbita e inesperada de seres y presencias fantasmales que se insinúan terroríficas, con el suficiente misterio como para que los espectadores añadan sus propios detalles; o como es la consulta y lectura por parte del protagonista, de textos antiguos o esotéricos, o de diarios personales o recuerdos, en los cuales se describen prácticas de hechicería y de magia negra; o como las sesiones de espiritismo, que siempre se prestan para sorprender al espectador con movimientos o voces de ultratumba y con respuestas inesperadas; o incluso, con el uso de fórmulas mágicas y encantos, formados con la recitación de palabras en idiomas antiguos; o el uso de cadáveres o de partes humanas en descomposición o infestadas por enjambres de insectos; o, inevitablemente, en esta película, que es muy arquitectónica, el abundante empleo de los espacios misteriosos de las casas, como es el caso de los sótanos, las salas y sus chimeneas encendidas, los zarzos o las casas de juego de los niños, encaramadas en algún árbol.
Naturalmente, como es el caso de la mayor parte de las películas de este género, aparecen las conexiones con una fuente principal del mal, algún demonio que está diseñando y ejecutando sin reticencias su plan, uno que ha existido desde siempre, en el cual seres humanos escogidos y malditos, han de ser arrastrados inevitablemente por fuerzas oscuras, de naturaleza física, mental y espiritual, de tal forma que estos seres quedan atrapados totalmente. En el diseño clásico, habrá algunos que aceptan, gustosos, su entrada en el reino del Averno, haciéndose partícipes de las delicias satánicas, en general, relacionadas con el poder y con los homenajes de otros miembros del convivio infernal. Otros, por el contrario, son arrastrados al sufrimiento, a la negación y la oscuridad o a su disolución en las entrañas del maligno. En Hereditary somos testigos de lo que es una corte satánica, con visos de santería y creencias tradicionales del Caribe o de la región de Nueva Orleans, muy al estilo carnavalesco.
En esencia, una película que atrae y que entretiene, que crea ciertas inquietudes sobre la vida familiar, sobre la soledad y sobre los traumas que los padres van sembrando en sus familias cuando no hay conversaciones, cuando son demasiado introvertidos o misteriosos; cuando no son capaces de responder a hijos llenos de inquietudes y de preocupaciones, quizás por estar demasiado ocupados en sus prácticas personales y en sus trabajos. Se pueden crear así herencias de comportamientos disfuncionales, estableciendo especies de carnavales del horror humano, que se pueden representar y simbolizar como películas de terror.
Tráiler:
Ficha técnica:
Hereditary , EUA, 2018.Dirección: Ari Aster
Duración: 127 minutos
Guion: Ari Aster
Producción: Kevin Frakes, Lars Knudsen, Buddy Patrick
Fotografía: Pawel Pogorzelsk
Música: Colin Stetson
Reparto: Toni Collette, Alex Wolff, Milly Shapiro, Ann Dowd, Gabriel Byrne
Buenas noches quisiera saber en que ciudad se desarrolla la película? Dónde fué grabada?