Críticas

El extraño de pelo largo

El Ángel

Luis Ortega. Argentina, 2018.

Es compleja y turbadora la fascinación que despiertan los asesinos despiadados. Por más repulsa que expresemos contra su comportamiento monstruoso, por más que defendamos a sus víctimas, parece que no es difícil construir sobre ellos un relato que nos hechice. Quizá porque todos nos encontramos en algún momento con psicópatas -aunque no sea en la versión homicida- y necesitamos entenderlos. Quizá porque su desprecio de las normas humanas más elementales les da acceso a una libertad que inconfesablemente envidiamos. El caso es que personajes como Dexter o Hannibal Lecter se convierten en héroes a pesar nuestro.

Esa ambigüedad, no de los personajes, que no son ambiguos, sino de los espectadores, es inteligentemente utilizada por Luis Ortega en El Ángel (2018) para construir un relato interesante y algo tramposo sobre Carlos Robledo Puch, el preso más antiguo de Argentina (46 años en prisión). El actor Lorenzo Ferro, con un parecido sorprendente con Carlos Robledo, encarna con soltura y gracia un personaje en la realidad siniestro pero al que, en su falta de escrúpulos, consigue dar un aire de inocencia. La secuencia inicial marca el tono de la película. Carlitos camina por la calle sin rumbo fijo, con adolescente despreocupación. Casi sin pensar salta una verja y se cuela en una casa. Sabemos que la casa no es suya pero se comporta como si lo fuese. Pone un disco. “Vagando por la calle, mirando la gente pasar, el extraño de pelo largo sin preocupaciones va…” dice  la entrañable canción de La joven guardia, tema emblemático de finales de los 60 y principios de los 70. Carlitos se pone a bailar. La fotografía es colorista, alegre. El interior de la casa está dibujado con cariño. La música es irresistible. Si no supiésemos que la película va de un asesino que mató a sangre fría a once personas, simpatizaríamos sin mucha reflexión con esa intrusión en una casa ajena, con su falta de respeto por las normas burguesas, su despreocupación, su alegre ignorancia del sentido de la propiedad. El extraño de pelo largo nos seduce inmediatamente. Ese tono inicial marca el resto de la película, que ya nunca se desprende de su mirar fascinado.

La producción es de El Deseo y lleva la marca de los hermanos Almodóvar. Una banda sonora que es todo un homenaje a la música de los 70, sobre todo al rock argentino. El cuidado en la ambientación de los interiores, que a fuerza de cutres resultan entrañables. Esa fotografía no realista que encontramos en los trabajos de Almodóvar y que hace que los objetos más cotidianos brillen con luz propia.

Todo lleva a olvidarse un poco de la tremenda realidad del personaje. A ello contribuye sin duda una interpretación sorprendente de Lorenzo Ferro, apoyado por Chino Darín y Cecilia Roth, que borda su papel. Pero también la eliminación del relato de ciertos aspectos como las violaciones, que podrían haber hecho al Angel Negro más repulsivo. Si bien acierta en no querer juzgar a su criatura, porque no es ese el propósito de una obra de ficción, se echa de menos la mirada crítica de otras obras del cine argentino como El clan (2015, Pablo Trapero).

 

Tráiler

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Ficha técnica:

El Ángel ,  Argentina, 2018.

Dirección: Luis Ortega
Duración: 117 minutos
Guion: Luis Ortega, Rodolfo Palacios, Sergio Olguín
Producción: Coproducción Argentina-España; K&S Films / Underground Contenidos / El Deseo / Telefé
Fotografía: Julián Apezteguia
Reparto: Lorenzo Ferro, Cecilia Roth, Chino Darín, Daniel Fanego

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