Especial aniversario
Drama y emoción en cinco fotogramas
01 Bailar en la oscuridad
Cautivadora agonía
El realizador danés nos sorprendió en el 2000 con un musical. Protagonizado por Björk, se desarrolla en los Estados Unidos. Allí, una mujer de origen checoslovaco, Selma, intenta con su trabajo ahorrar dinero suficiente con el fin de realizar una operación de ojos para su hijo. El chico está aquejado por la misma enfermedad que la madre, una discapacidad que si no es tratada convenientemente, deviene en ceguera. Mientras tanto, con una personalidad candorosa y rodeada de algunos amigos y amigas que la quieren y protegen, se refugia en los números musicales. “Nunca puede pasar nada malo en ese género cinematográfico”. Pero la suerte o el destino no está con Selma y será condenada a muerte por un delito que no ha cometido. El fotograma se corresponde con una de las escenas finales, simbiosis de música y lágrimas en la que la congoja de una inminente ejecución se funde con la emoción por sacrificios que han alcanzado su meta.
02 Matar a un ruiseñor
Admiración
En 1962, R. Mulligan realizó una adaptación de la novela de Harper Lee. Se sitúa en los años de la Gran Depresión, en la década de los treinta del pasado siglo, concretamente en el estado de Alabama. Atticus Finch, encarnado por Gregory Peck, es el abogado que debe encargarse de la defensa de un hombre de raza negra acusado de la presunta violación de una blanca. Enfrentado a una sociedad llena de prejuicios, inculta, racista y empobrecida, elabora la defensa con una actitud vital desbordante de humanismo. Inolvidable Atticus Finch, aquel jurista para el que todos los hombres y todas las mujeres eran iguales, con independencia de sexo, raza, religión, origen o condición. El fotograma corresponde al momento inmediatamente posterior en el que se da por finalizado el juicio. Finch recoge su maletín y abandona la sala, mientras que los asistentes de raza negra, en el piso superior (no iban a sentarse junto a los blancos), se levantan y esperan hasta su salida, expresándole el máximo respeto y reconocimiento.
03 Las uvas de la ira
Dignidad frente a la pobreza
John Ford adaptó en 1940 la novela homónima del escritor John Steinbeck. Con Henry Fonda como Tom, actor protagonista, también nos situamos en la época de la Gran Depresión, tras la quiebra del 29. Muchos aparceros son obligados a abandonar sus tierras, sin más salida que partir hacia la búsqueda de paraísos prometidos. Y miles y miles de seres humanos se procuran cacharros similares como el de la familia de Tom que aparece en la imagen y recorren la Ruta 66 con destino a California. Un carromato representativo de la pobreza extrema. Entre cuatro ruedas que suelen pincharse y el techo, incluso encima del mismo, se alberga no solo un grupo humano; también todas sus posesiones. La foto habla por sí misma. Para qué añadir más.
04 La cabina
Angustia e indiferencia
1972. Antonio Mercero sorprendió con una obra en la que destaca su inquietante y terrorífico guion. Como vemos con uno de los fotogramas del filme, el personaje interpretado por José Luis López Vázquez se queda encerrado en una cabina telefónica, ante la incompetencia del los servicios de rescate y la curiosidad y el morbo de los viandantes que pasaban por el lugar o vivían en la calle en la que el suceso transcurre. Saturado de un rojo intenso, la ley de Murphy se va imponiendo desde la incredulidad hasta el terror más absoluto. “La cabina”, ese pequeño habitáculo que consiguió apropiarse de nuestras pesadillas juveniles.
05 Amor
Impotencia
El director austriaco, M. Haneke, logró conmocionarnos con la historia de una pareja de ancianos parisinos en un largometraje realizado en el 2012. Georges y Anne son dos profesores de música clásica jubilados que han transitado casi toda su existencia juntos. Los sentimientos de cariño y empatía que se percibe entre ambos, el “amor” del título en definitiva, deberá superar duros momentos de enfermedad y decrepitud física. En el fotograma podemos verlos, representados por los actores Jean-Louis Trintignant y Emmanuelle Riva, enfrentándose al dolor y a la muerte con ternura, desolación y valentía.