34º Festival Internacional de Cine de València – Cinema Jove

Educación y oportunidades

Una nueva edición del Festival Internacional de Cine de València-Cinema-Jove arranca el 21 de junio hasta el 28 del mismo mes, fecha de clausura. Como en los inicios, en su nueva etapa el certamen pretende volcarse en el sector de la juventud, englobando tanto a profesionales, a cineastas y a público. Precisamente, Cinema Jove nació dedicado a la educación cinematográfica, una sección que nunca se ha perdido y que actualmente engloba el Encuentro Audiovisual de Jóvenes. Además, el Festival programa dos secciones oficiales, una de cortos y otra de largometrajes. También de ciclos temáticos y de homenajes. Incluye igualmente encuentros y coloquios con espectadores y especialistas del sector audiovisual. Por último, y como respuesta a los avances tecnológicos, se añade en esta edición una sección oficial competitiva de webseries digitales.

La Sección Oficial de Largometrajes está compuesta por diez filmes procedentes de diversos continentes. Propuestas de Georgia, Alemania, Corea del Sur, Brasil, China, Países Bajos, Israel, Noriega, Estados Unidos o Argentina estarán presentes. La mayoría corresponden a óperas primas. El único requisito para poder participar es la edad: el límite de 40 años para sus autores. 

Fiel al centro de interés al que se dirige el Festival, la mayoría de los largos se preocupan por etapas de cambio de críos, adolescentes y jóvenes. Diferentes coyunturas son abordadas desde esta perspectiva. Así, por ejemplo, la muerte de los progenitores serán el punto de arranque de filmes como Thunder Road, del estadounidense Jim Cummings, de la película noruega Harajuku de Eirik Svensson  o de la argentina Los miembros de la familia, de Mateo Bendesk. También encontraremos muy presente la muerte del patriarca en la película procedente de Israel, The Dive, de Yona Rozenkier. 

Las relaciones familiares y los momentos históricos de actualidad igualmente ocupan su espacio. Como en la brasileña Domingo, de Clara Linhart y Fellipe Barbosa, ubicada en los faustos por la investidura del presidente Lula. Y por su parte, la alemana The Last to See Them de Sara Summa se basa también en hechos reales, dando a conocer el destino de sus protagonistas en 2012, tras unos sucesos que se conectaron con la mafia. 

Sobre los orígenes de la violencia sexual y las diferencias entre relación y abuso reflexiona el largometraje procedente de Países Bajos, Light as Feathers, digirido por Rosanne Pel. Una interesantísima propuesta que toma el punto de vista del acosador para volver a las profundas preocupaciones filosóficas de Hannah Arendt sobre culpabilidad y castigo. Por su parte, de Georgia, Nino Zhvania nos presenta Parade, un intento, en forma de película de carretera, por evocar recuerdos felices de la juventud. 

Por último, nos falta mencionar las dos obras asiáticas a competición en los largometrajes. En primer lugar, nos encontramos con A First Farewell de la directora china Lina Wang. Un recorrido acerca de una minoría musulmana, situada en unos parajes de difícil supervivencia económica, si no se habla el mandarín. Por último, la coreana Bora Kim se presenta a competición con House of Hummingbird, basada en la propia adolescencia de su directora y guionista, desarrollada en Seúl, en 1994. 

En la presente edición, se ha incluido un ciclo especial, Los jóvenes Coen. Contiene filmes realizados por los cineastas norteamericanos Joel y Ethan Coen a finales de los ochenta y en los noventa del siglo pasado. Entre ellos, Sangre fácil, Arizona Baby, El gran salto, Muerte entre las flores, El gran Lebowski, Barton Fink o Fargo.

Por su parte, la Sección Oficial de Cortometrajes está compuesta por cuarenta y nueve obras. Entre ellas, documentales, animación y ficción, procedentes de veintitrés nacionalidades. Entre todas, podríamos destacar a los ganadores en Sundance, Málaga y Locarno o un corto seleccionado en Cannes, concretamente L’heure de l’ours  de Agnès Patron, una obra francesa de animación. Destaca también la participación de la directora Carla Simón, autora de la premiada y apreciada película Verano 1993 (2017). Una obra que acumuló Goyas, Mejor Ópera Prima en la Berlinale, selección para los Oscar o Binazga de Oro a la mejor película en el Festival de Málaga. Carla Simón presenta a competición su corto Después también. Igualmente participa con el cortometraje Lo siento mi amor Eduardo Casanova, tras la realización del largo Pieles, que fue seleccionado en la Berlinale de 2018.

No se deben olvidar las sesiones que se celebran para promover y desarrollar la industria audiovisual entre profesionales y estudiantes. La educación en el lenguaje audiovisual es uno de los mayores objetivos del encuentro y entre sus actividades, se incluye la elección de cortos realizados por menores de veinticuatro años. Esa selección permitirá a los agraciados la posibilidad de trabajar directamente con profesionales del sector. 

Por último, este año se ha decidido que el premio especial del certamen, Luna de València, vaya a parar al director portugués Miguel Gomes. Además, se proyectará a lo largo de la semana un ciclo que incluirá los seis largos dirigidos por él mismo hasta la fecha, además de dos cortos del realizador luso seleccionados por el propio Gomes: Inventario de Natal (2000), un compendio de recuerdos en el Portugal de los ochenta de cenas navideñas y Cantico das criaturas, en el que se aventura con la figura de San Francisco de Asís en un viaje musical. Así, se tendrá la oportunidad de acercarse nuevamente a obras de Miguel Gomes tan reconocidas como Aquel querido mes de agosto (Aquele querido mês de agosto, 2008) o Tabú (2012)

Creemos que la oferta fílmica y las actividades programadas bien merecen atender a alguna o algunas de las secciones o encuentros preparados. Además, determinadas proyecciones cuentan con la presencia de sus autores o participantes. Ello permitirá establecer coloquios con el público para esclarecer dudas o explicar motivaciones. Una oportunidad que ayuda a acercar las obras al público y viceversa. Además, invita a la meditación sobre resoluciones fílmicas, ya sea de puesta en escena o más cercanas al guion o a la narrativa. A veces, y lo decimos por propia experiencia, la calidad de cualquier obra debe medirse, a ser posible, partiendo desde el esfuerzo de su comprensión. ¡Y qué mejor cercanía puede darla que la del propio realizador, los técnicos o los intérpretes!

Como contiene la propia página web del Festival y sus redes sociales, además de dar la bienvenida a los visitantes, lanza un aviso para navegantes: “…Valencia se convierte, cada mes de junio, en foro de encuentro de jóvenes cineastas de todo el mundo, poniendo el foco sobre las películas más inquietas y creativas…”. Teniendo en cuenta las fechas en que se desarrolla el certamen y el día de la publicación del Espectador Imaginario del mes de julio, esperemos que ustedes hayan tenido la oportunidad de disfrutarlo.