Críticas
Testimonios de una vida potente y exuberante
Pavarotti
Ron Howard. Reino Unido, 2019.
Este es un magnífico documental sobre la vida y la carrera musical del impresionante cantante de ópera italiano Luciano Pavarotti (1935-2007), quizás el mejor tenor de su tiempo. Es evidente el cariño con el cual el director Ron Howard se refiere a la rica vida del cantante, resaltando sus numerosas facetas con cuidadosa apreciación, a base no solamente de registros de sus momentos musicales sino de entrevistas muy bien seleccionadas con diversos personajes que fueron cercanos al extraordinario cantante.
Fue Pavarotti toda una institución en diversos campos. Howard da especial atención a algunos que quizás no sean muy conocidos, tales como sus sentimientos cívicos y su compromiso y generosidad con los niños y las víctimas de abandono y violencia, lo mismo que su curiosa cercanía con la princesa Diana. Ambos personajes sintieron una intensa atracción mutua que los llevó a desarrollar actividades de espectáculo destinadas a la filantropía. Desarrollando los diversos talantes de Pavarotti, el filme se acerca a veces a los espacios del melodrama, generando clara simpatía entre los espectadores y el personaje.
El documental trata con bastante detalle la vida familiar del tenor, que tuvo en relaciones de pareja con tres mujeres. Estas fueron personas bastante interesantes e influyentes en su vida. Las tres intervienen en el filme, a través de entrevistas testimoniales que permiten aproximarse a su personalidad alegre, sensible; a su espíritu romántico y enamorado; a su sentido de búsqueda de una cierta zona de privacidad y de seguridad que lo protegía de su frenética vida de artista y de ídolo popular.
Aparece en casi todas las escenas de la película la desbordada y brillante personalidad de Pavarotti, un ser que se dejaba atraer por todas las oportunidades, dotado de una alegría contagiosa y un invencible optimismo. No solamente fue el gran tenor clásico y operático de su época, la mítica voz que cantaba los siete dos de pecho de La hija del regimiento como nadie, sino también el artista popular que daba conciertos multitudinarios en todo el mundo, el actor que disfrutaba de disfraces y de papeles en las obras musicales y el cuasi artista pop que cantaba al unísono con las grandes estrellas del rock. Lo animaba en todo esto no tanto el deseo de fama y de dinero, sino su entusiasmo por el canto, por la música, por el espectáculo y por los desafíos que en cada vuelta del camino le presentaba la vida. Sentimos en todo momento su atrayente risa y nos invade su personalidad. Podemos decir que a todos nos gusta este enorme personaje a quien todo le salió bien en el mundo de la música, y no experimentamos ninguna resistencia para dejarnos arrastrar por su contagiosa personalidad.
Como artista comprometido con el mundo del espectáculo, tuvo en su vida artística el apoyo y la dirección de varios empresarios, quienes, naturalmente disfrutaron y compartieron su fama. Pero también fueron artífices en el diseño de su fulgurante carrera. Advertimos que se dejaba conducir por ellos y que se daba cuenta de que este mundo de la fama se arma sobre la base de las audaces movidas que los empresarios conciben y ejecutan.
En el documental nos enteramos de muchos detalles de su vida familiar, hijo de un panadero, buen tenor que cantaba con él en coros, pero que no llegó a ser famoso y de una madre cariñosa, que le estimulaba y alababa su voz. Conocemos de su amor por la buena comida y su gran apetito, que le llevaba no solamente a su obesidad sino a un disfrute de las cenas, del espagueti y las pastas y de los buenos platos. Es que este hombre era plenitud desbordante en todos los sentidos. Un ser humano sin límites, dotado de una personalidad de maestro, que, de alguna forma, quería enseñar a los cuatro vientos cómo se hace la buena música, cómo se vocaliza, como se armoniza todo con los sonidos y con la belleza que sale desde adentro y que se expresa como canto bello.
En el fondo, hombre de familia y padre amoroso, sus mujeres y sus hijas dan testimonio de su presencia cariñosa y benévola. Fue un hombre de bien y no solamente un ídolo poderoso. En buena hora el cine permite recoger testimonios y escenas de una vida potente y exuberante, que nos hace pensar que el mundo es un lugar lleno de hermosura y de posibilidades y que la música es quizás la más encantadora y cercana de las artes. En buena hora el director Howard se ha dejado llevar también del entusiasmo de Pavarotti, rendidamente cantando, a los cuatro vientos del cine, sus maravillas.
Trailer
Ficha técnica:
Pavarotti , Reino Unido, 2019.Dirección: Ron Howard
Duración: 114 minutos
Guion: Cassidy Hartmann, Mark Monroe
Producción: Imagine Entertainment / Polygram Filmed Entertainment / StudioCanal / White Horse Pictures / Wildside
Fotografía: Michael Dwyer
Música: Ric Markmann, Matter Music, Dan Pinnella, Chris Wagner
Reparto: Documental