Muestras, Festivales y Premios
Tim Burton. L’exposition
La Cinémathèque française acoge, desde el pasado 5 de marzo y hasta el próximo 7 de agosto, los últimos coletazos de la exposición sobre Tim Burton, que tuvo su origen en 2009 en el MoMA neoyorquino. Después de un corto periplo por Melbourne, Toronto y Los Ángeles, ahora cruza el charco en esta última etapa que significa la única posibilidad de ver la muestra en Europa.
La exposición supone un meticuloso recorrido por el planeta burtoniano, con la aportación de un total de setecientas obras, entre las que se encuentran dibujos, videos, figuras, esculturas, fotografías y diversos objetos, como compendio de una trayectoria que va más allá de su faceta más conocida, la cinematográfica. Porque aquí el visitante descubre en Burton a un ser creativo que desde su infancia forjó sus inquietudes artísticas mediante dibujos y pequeñas obras audiovisuales, que encontraron su base en la cultura popular y en su afición por películas de ciencia ficción y terror clásico.
La línea conductora que plantea la exposición está muy bien trazada. Desde la primera sala nos dan la bienvenida con una ambientación algo psicodélica, iluminada con luz ultravioleta en la que vemos fosforecer los primeros dibujos del artista junto a una noria con figuras monstruosas girando. A largo de la visita hay un gran número de esculturas que el propio Tim Burton ha realizado en exclusiva para la exposición, todas ellas basadas en las criaturas de sus pinturas.
La primera parte de la muestra está centrada en sus dibujos, pinturas, diseños y fotografías, que llaman la atención por contar con un estilo bien definido desde sus comienzos, caracterizados por una estética expresionista, gótica y oscura, que nos recuerda de manera inmediata sus posteriores trabajos fílmicos. La presentación de estos diseños reúne piezas que van desde lo más improvisado y poco pensado para ser expuesto, como pueden ser las servilletas utilizadas como lienzo espontáneo, a otras más significativas como sus primeros dibujos con los que participó en concursos locales.
Estos primeros trabajos están intercalados con pequeñas pantallas donde se muestran sus primeras obras audiovisuales, que incluyen sus videos más amateurs realizados con la técnica stop motion y otros videos poco conocidos como el videoclip Bones (2006) para el grupo The Killers, los dos spots publicitarios con los que cuenta, Hollywood Gum (1998) y Timex (2000) y algunas referencias a sus trabajos para televisión. En otra pantalla se pueden ver los cinco episodios de su serie para internet The World of Stainboy (2000).
También aquí se pueden observar sus primeros cortos producidos por Disney, siendo la adaptación del cuento de los hermanos Grimm, Hansel y Gretel (1983), una de las obras más destacables de la muestra por su extravagancia.
La segunda parte de la exposición está centrada en toda su filmografía. Desde su primer lanzamiento dentro de Warner Bros con su largometraje menos conocido La gran aventura de Pee-Wee (Pee-Wee’s Big Adventure, 1985) hasta un pequeño adelanto de su próximo film Frankenweenie (2012).Todo un itinerario donde cada película tiene su rincón, apoyado por bocetos, storyboards, maquetas y figuras que destacan los iconos más importantes de cada una de sus películas, como por ejemplo el traje de Eduardo Manostijeras (Edward Scissorhands, 1990) o algunas de las cabezas de Mars Attacks! (1996)
En una gran pantalla situada en la parte central se suceden los momentos más célebres de toda su filmografía, donde el espectador puede sentarse para tomar un respiro y descansar.
Sin duda esta es una gran oportunidad para conocer más en profundidad a uno de los autores que encabezan la que se ha dado en llamar la “autoría posmoderna”. Un acercamiento a ese mundo que combina el humor con lo tenebroso, a través de historias llenas de personajes extraños, que oscilan entre la ironía macabra y lo melancólico, siempre enmarcadas dentro del género fantástico.
