Críticas
El combate fantástico
Los vengadores
The Avengers. Joss Whedon. EUA, 2012.
El papel del héroe hace parte fundamental de los mitos de la guerra. Sus características extraordinariamente humanas contribuyen a que las personas puedan aceptar a la guerra como parte idealizada del devenir humano. El héroe posee valentía, recursos estratégicos, resistencia extrema ante el dolor y el sufrimiento, lealtad a toda prueba, astucia para descifrar las trampas del adversario y para hacerlo caer en otras todavía más inteligentes. El héroe tiene capacidad de rescate, es decir, de liberación, la cual aplica a las situaciones en que todo parece perdido, salvando a prisioneros, a ciudades y a bienes en forma limpia e inteligente, ante el desconcierto de los enemigos malos y traicioneros. El héroe tiene un sentido profundo e innato de la justicia y de la honestidad y no se deja desconcertar por las apariencias y los engaños: siempre logra alinearse con las víctimas y los débiles. Los grandes héroes de la Antigüedad han adquirido connotaciones míticas: David vence al gigante Goliat con una sencilla honda; Salomón, a todo un ejército con su fuerza y su malicia, aunque en ello entrega su vida; Hércules realiza una seguidilla de tareas heroicas a base de inteligencia y fuerza; Perseo se niega a resignarse a sus poderes de ser divino y a base de astucia, de persistencia y de fuerza destruye a la mortal Medusa. Odiseo (Ulises) es mi héroe preferido, un hombre de hogar, sometido a las inclemencias y las circunstancias, realiza viajes épicos sin fin, soñando siempre con una esposa que le espera amorosa y con sus lares familiares; su inteligencia, su astucia y el fiel apoyo de sus hombres logran vencer todos los obstáculos y jamás pierde su compostura, resolviendo las situaciones por métodos humanos, si bien jugando a su favor con los poderes extraordinarios de los dioses aliados que lo protegen.
El cine comercial ha entendido bien el poder de los héroes para arrastrar multitudes y ha agregado un elemento adicional: dotar a estos personajes con superpoderes, con los cuales se convierten en superhéroes. En el origen de casi todos los grandes héroes del cine están las revistas de tiras cómicas, los comics, producto de la capacidad artística y de la imaginación de muchos escritores y dibujantes. Estas revistas atraen desde la niñez a millones de personas y conforman historias y tramas en serie, en las cuales se juega interminablemente con los enfrentamientos del bien y del mal. En esa forma, quizás, se da salida al héroe escondido que todos tenemos adentro, ser arquetípico guerrero, valiente y justo. Los superpoderes no tienen equivalente real en el lado humano del universo; si bien siempre hay seres humanos superdotados y fuertes, están limitados por las leyes de la naturaleza y no tienen capacidad para volar, para subir por paredes verticales, para cambiar de tamaño a voluntad o para ver a través de las paredes o leer las mentes: esto hace parte del reino de los dioses o del mundo de los ángeles o de las historias y leyendas míticas. Pero en el mundo del cine de los efectos especiales no hay limitaciones. Está abierto el campo para aventuras inimaginables y los realizadores de Los vengadores eran bien conscientes de ello. El equipo de trabajo que ha realizado esta película, en la cual se han invertido grandes presupuestos, viene planeando y desarrollando este proyecto desde 2005, con base en los esfuerzos de la empresa Estudios Marvel, propiedad de la Compañía Walt Disney. En esta exitosa empresa del cine se ha desarrollado toda una secuencia de películas basadas en los personajes de Marvel Comics. Se ha entendido muy bien la conveniencia de diseñar un universo de historias, que comparten elementos de la trama, actores y personajes. A ella pertenecen Iron Man (2008), The Incredible Hulk (2008), Iron Man 2 (2010) y Thor (2011).
En Los vengadores, Marvel se ha atrevido a combinar un complejo y completo conjunto de superhéroes, lo cual no deja de ser una empresa arriesgada, pues por definición los superhéroes están en función de atrapar la totalidad de la acción en sus historias. Esto de por sí complica las cosas en una cinta con un solo superprotagonista, ya que un equilibrio sensato exige que haya ciertas historias paralelas relacionadas con personajes secundarios humanos y modestos. La habilidad de las grandes cintas clásicas de superhéroes, es mostrar su lado más humano a través de su interacción con estos personajes secundarios (por ejemplo, sus amantes o las víctimas). Esta anotación vale también para los enemigos de los superhéroes, los supervillanos.
¿Cómo lograr este balance mínimo en una historia, en la cual confluyen nada más ni nada menos que seis poderosos personajes? Es imposible hacerlo a través de historias personales o paralelas, no hay tiempo para ello. Por eso esta cinta no hace ninguna concesión a los espectadores que no están conscientes de la saga, ya sea por haber visto otra de las películas relacionadas o por haber leído las revistas de comics. Los héroes surgen casi que de la nada, apenas matizados por alguna mínima escena que toca sus vidas de seres normales. Entonces el balance se logra a través una continuidad de acciones absolutamente veloces, en espiral, donde dominan casi totalmente los espacios tanto el ruido de las explosiones y las destrucciones como los movimientos frenéticos y acrobáticos.
Es que estamos hablando de dar protagonismo suficiente a seis personajes fantásticos, al supevillano que los atormenta y a unos cuantos humanos normales que administran todo este andamiaje de poderes. El Capitán América, inocentón y honorable; el Iron Man, ostentoso, divertido y brillante, de superpoderosa tecnología metálica, Thor, semidios, armado de su mágico martillo, viene de otros mundos; Hulk (Bruce Banner), de doble personalidad, tanto brutal y monstruoso como delicado y sensible; Hawkeye, el ojo del halcón de flechas certeras. La sensual viuda negra, Natasha Romanoff, es probablemente el personaje responsable de buena parte del éxito de esta película con su figura ágil y sus trajes elásticos que realzan su figura en las continuas batallas. Estos héroes han sido llamados al combate (que no tiene nada que ver con que ejerzan ninguna venganza) contra el poderoso villano Loki (este sí, en plena venganza contra la Tierra). Los ha llamado la organización de paz mundial SHIELD, dirigida por el humano normal Nick Fury, a quien secundan otros seres normales, más bien impersonales, pero al final, bastante heroicos.
El éxito se ha logrado, Los vengadores ha sido un suceso impresionante. Posiblemente lo ha conseguido por una combinación de factores: artistas de renombre, que en verdad poco dialogan o actúan dramáticamente, inmersos en espirales de acción vertiginosa; una saga de comics aplaudida por millones de fanáticos que pueden ver en acción a sus personajes; efectos especiales impecables, pero tan veloces que apenas si dan espacio a la admiración, y una historia fantástica que desafía todas las leyes de la física. Una receta para un par de horas de vértigo, de interminable montaña rusa, en la compañía de una bella mujer y su corte de acrobáticos compañeros. Los Estudios Marvel han ganado su combate fantástico y se preparan para una nueva ronda.
Tráiler:
Ficha técnica:
Los vengadores (The Avengers), EUA, 2012.Dirección: Joss Whedon
Guion: Joss Whedon, Zak Penn, Stan Lee, Jack Kirby
Producción: Kevin Feige
Fotografía: Seamus McGarvey
Música: Alan Silvestri
Reparto: Robert Downey, Jr., Chris Evans, Mark Ruffalo, Chris Hemsworth, Tom Hiddleston, Samuel L. Jackson, Scarlett Johansson, Jeremy Renner
Es evidente que hay dos extremos en el cine, el «comercial» y el «de culto». Las películas oscilan entre ambos límites. The Avengers es una película comercial, un blockbuster. Y creo que es necesario evaluarla como tal.
Creo que es una excelente película comercial, cumple perfectamente su cometido. Respeta la esencia de los personajes y los acopla perfectamente. Algo difícil, como resalta Enrique.
Soy fanático del Capitan América y he quedado muy satisfecho con su «participación» en The Avengers. Representa al héroe entrañable que descubri de niño y sigo de viejo.