Ted Lasso

Ted Lasso (Jason Sudeikis) es un entrenador de fútbol americano del sur de Estados Unidos que se traslada a Inglaterra a hacerse cargo del equipo de fútbol AFC Richmond (o “soccer”, como le dicen los americanos). Cada uno de esos tipos de fútbol no tiene nada que ver con el otro, así que Ted no tiene idea de lo que hace. Y sin embargo, se lanza a la aventura de cruzar el océano atlántico junto con su co-entrenador Beard (Brendan Hunt), dejando a su esposa y a su hijo atrás. Yo, que odio el fútbol y poco me interesan los deportes, evité esta serie a toda costa por mucho tiempo, pero entre su gran éxito en los premios Emmy de 2021 (20 nominaciones y 7 premios) y los grandes elogios de críticos y público por igual, caí en la tentación.

Durante los 22 capítulos disponibles a la fecha en Apple TV+ (10 de la primera temporada y 12 de la segunda), un 10% en total es de los partidos que el fracasado AFC Richmond tiene que jugar. Y al igual que toda la serie, el enfoque no está en eso. Lo que hace de este programa uno de los mejores en su género en los últimos años es que muestran todo lo que se desconoce del asunto, lo que gira alrededor del funcionamiento del equipo y el “detrás de cámaras”, burlándose de paso de lo ridículo que pueden llegar a ser ciertas cosas del fútbol.

Es una comedia de contrastes y opuestos que funciona con aparente facilidad, no hay nada novedoso en su concepto. Entonces, ¿qué hace de Ted Lasso una serie tan especial? Es la mezcla de sus personajes, cada uno hábilmente construido para dejar que la comedia se desarrolle por sí sola frente a cámaras, todos chocan e interactúan con sincronía entre diálogos inteligentes y dinámicas que invitan a la reflexión y a la risa.

Y en el centro de todo está Ted, un personaje creado por Sudeikis para una serie de comercial de la Premier League en NBC Sports que terminó teniendo su propia serie: es el hombre más noble y alegre en el universo (más que Ned Flanders de Los Simpsons), él raya con la exageración y puede ser difícil de tolerar, pero que esconde un oscuro pasado, traumas y tristezas que se irán revelando en el tiempo. Junto a este singular entrenador, el espectador va aprendiendo algunas cosas acerca del fútbol y de las diferencias entre los americanos y los británicos, desde las costumbres hasta las palabras.

Y hablando de los británicos, los personajes que contrastan con el entrenador de Kansas son un deleite: Rebecca Welton (Hannah Waddingham), la dueña del equipo AFC Richmond gracias a su publicitado divorcio; el insoportable Jamie Tartt (Phil Dunster) y su egocentrismo; Roy Kent (Brett Goldstein) con un genio infernal que esconde por dentro un hombre sensible y generoso, y muchos otros personajes más que van fluyendo en la historia mientras dejan en el espectador su huella y el recuerdo en la mente (Cuando vean lo que hicieron con la canción de Baby shark se acordarán de esta reseña).

Pero volvamos a Ted. Su optimismo es enfermizo, totalmente opuesto a la forma de ser de los ingleses (o de lo que hemos visto en las series de Ricky Gervais), su alegría para enfrentar las situaciones de la vida es fastidiosa, como cuando en estadio entero le hace bullying al entrenador en pleno partido y a Ted parece no importarle. ¿Es un completo idiota, o se hace el idiota? Acá está la clave de esta serie, es una exploración acerca del optimismo, la confianza, la fuerza de voluntad, el deseo de cambiar, la empatía…

En resumen, es un manual de autoayuda que no busca hacer evidente las situaciones. Con sutileza e inteligencia nos muestra un espejo de diferentes tipos de personalidades y situaciones y cómo aprenden a coexistir, a vivir con sus demonios y los de los demás, a creer en los demás y tener una actitud diferente ante la vida. ¡Y yo que no quería verla! Sigue sin gustarme el fútbol, pero ahora quiero a todos los personajes de Ted Lasso. Se espera el estreno de la tercera temporada para finales de 2022.

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