Críticas
Un clásico convertido en musical
Cyrano
Joe Wright. Reino Unido, EUA, Canadá. , 2021.
Love doesn’t last. What lasts is compromise and sacrifice. Children need love. Adults need money.
Cyrano
Cyrano de Bergerac es una pieza teatral original de Edmond Rostand, de 1897. Fue un éxito inmediato y desde entonces se han hecho incontables versiones en cine, televisión y hasta ópera. La escritora americana Erica Schmidt decidió convertir en musical esta clásica historia, primero en teatro y luego haciendo el salto a la pantalla grande, en manos del director británico Joe Wright y el reconocido actor Peter Dinklage, esposo de Schmidt, como el protagonista. Es una fórmula para el éxito que resultó en una cinta con grandes aciertos, pero que no son suficientes como para cubrir las debilidades del ritmo y la música, que en lugar de ayudar parece aburrir.
Para los que no conocen esta clásica historia, les resumo: Cyrano (Dinklage) vive enamorado de su amiga de infancia Roxanne (Haley Bennett), pero él tiene miedo de decir la verdad, considera que no será correspondido por sus «cualidades diferentes» que lo separan de los demás (en la historia original era una nariz grande, acá es la baja estatura). Cuando ella le confiesa que se enamoró a primera vista de Christian (Kelvin Harrison Jr.), un soldado, Cyrano decide utilizar a este guardia para conquistar a la mujer de sus sueños, usando el músculo más fuerte que ha desarrollado: sus palabras. ¿Y cómo hará esto?, se preguntarán. Pues siendo la voz de Christian, mientras él es la fachada de su talento para poner en palabras todo lo que siente por Roxanne. Una receta asegurada para la comedia de errores y confusiones. Sin embargo, nunca se alcanza ese nivel cómico completamente. Aunque la historia original también tiene su drama, especialmente con ese final, la versión musical de este clásico le da un ritmo que excede en el drama y la prosa.
Las canciones no son pegajosas, una regla casi cardinal de los musicales. La música de esta cinta va más por el lado de Hamilton, canciones llenas de contenidos que parecen recitadas, a veces rapeadas, y que no siempre tienen un coro memorable… Eso no tiene nada de malo, Lin-Manuel Miranda hizo un gran éxito con ese estilo, pero esa misma fórmula acá falla estruendosamente. Aunque la letra de las canciones es muy poética y romántica, la música tiende a lo clásico y suave, por lo que lleva al aburrimiento.
En la parte visual tratan de rescatar las canciones, pues van acompañadas de coreografías delicadas, simbólicas y sensuales que le suman puntos a la canción… Pero no lo suficiente. Es claro que este es otro tipo de musical, pero es difícil clasificarlo, es como un híbrido entre Los Miserables (Les Misérables, Tom Hooper, 2012) y Shakespeare Enamorado (Shakespeare In Love, John Madden, 1998), con la elegancia de la época y la prosa que enamora, que seguramente tiene fanáticos en el mundo, pero que aburre a muchos, definitivamente, no es para un público común y menos para los que odian los musicales, quienes podrían salir aumentando ese sentimiento.
Las locaciones realmente transportan al espectador a otra época, mientras que los vestuarios, que lograron la única nominación de esta cinta al Oscar, hacen verosímil la propuesta audiovisual, todos cuidados hasta el mínimo detalle. Visualmente, la cinta es un deleite y un derroche de trabajo digno de observar y detallar. Hasta que entran los actores a escena, su mayor problema además de la música. Es difícil separar a Peter Dinklage de su gran éxito en la serie Juego de Tronos (Game of Thrones, 2011-2019) de HBO.
Sin duda, es un talentoso actor, pero sus discursos y su interpretación acá recuerdan mucho a Tyrion Lannister, ese papel que le trajo reconocimiento mundial después de años de estar casi en las sombras. Es por esto que sus respuestas y su actitud suenan tan familiares, todo esto ya se vio antes en esa misma piel, por lo que es inevitable la comparación. Y una vez se logra separar eso, aparece otro problema: su voz cantante es como la Pierce Brosnan en Mamma Mia! La Película (Mamma Mia!, Phyllida Lloyd, 2008), que realmente deja mucho que desear… Y luego están Bennett y Harrison, quienes cumplen su rol a cabalidad, pero nada del otro mundo, no llegan a ser memorables ni a emocionar de verdad… Simplemente, están bien.
Es sorprendente ver este resultado de un director que ha tenido éxitos como Orgullo y Prejuicio (Pride & Prejudice, 2005) y Expiación. Más allá de la pasión (Atonement, 2007), es evidente que tiene toda la experiencia para hacer historias de época y casi asegurar un éxito en taquilla. Sin embargo, Cyrano se ha encontrado con críticas muy variadas que no le ayudan mucho a la cinta, que apenas logró recaudar en taquilla global más de lo que costó. Por este solo hecho podría considerarse una película «exitosa», pues recuperó su inversión, pero el cine no es solo dinero (excepto para muchos productores).
Las películas son para emocionar, conectar y hacer sentir al espectador. Esta historia tiene toda la madera para hacerlo, es un clásico que ya se ha visto en la pantalla, en los zapatos de Steve Martin (Roxanne, Fred Schepisi, 1987), Gérard Depardieu (Cyrano de Bergerac, Jean-Paul Rappeneau, 1990), el brillante clásico que le dio el único Oscar a José Ferrer (Cyrano de Bergerac, Michael Gordon, 1950) y muchos otros. Pero acá falta el sentimiento y la pasión que sobra en las otras versiones. Y yo, que soy amante de los musicales, culpo a la música por entorpecer el ritmo y afectar esta cinta hasta la raíz.
Trailer:
https://www.youtube.com/watch?v=51iWB_6wAdw
Ficha técnica:
Cyrano , Reino Unido, EUA, Canadá. , 2021.Dirección: Joe Wright
Duración: 123 minutos
Guion: Erica Schmidt
Producción: Erica Schmidt, Tim Bevan, Aaron Dessner, Bryce Dessner, Guy Heeley, Eric Fellner, Cass Marks, Sarah-Jane Robinson, Kevin Ulrich, Lucas Webb
Fotografía: Seamus McGarvey
Música: Aaron Dessner, Bryce Dessner
Reparto: Peter Dinklage, Haley Bennett, Kelvin Harrison Jr., Ben Mendelsohn, Monica Dolan, Joshua James, Mark Benton, Peter Wight
¿Quiero saber cuándo se estrenará en México la película de Cyrano?