Festivales
Americana Film Fest 2022
CRÓNICA DE LOS CORTOS EXHIBIDOS EN FILMIN
Notable nivel medio
La última edición de la Americana Film Fest también ha tenido su protagonismo, además de en La Filmoteca de Catalunya del 15 al 20 de marzo y en El Círculo de Bellas Artes de Madrid del 24 al 27 del mismo mes, ambos presenciales, en la plataforma Filmin, vía digital. En línea, se ha seleccionado una pequeña muestra de las películas a concurso, una Retrospectiva de Tim Sutton y una selección de grandes éxitos del Festival, que pueden o han podido verse desde el 18 al 27 de marzo. Además, se encuentran quince cortometrajes que destacan, la mayoría de ellos, por su atractivo en fondo y forma.
En este artículo nos vamos a centrar en la referida sección de cortometrajes. Reflexionando sobre los mismos, quizás podríamos encontrar un hilo conductor de todos ellos en penurias sufridas en soledad. Matrimonios rotos y sus consecuencias en los miembros de la pareja e hijos, jóvenes desorientados, porque no encuentran su espacio propio ni en sus dormitorios, emigrantes perdidos por el desierto en el intento de alcanzar el paraíso, niños abandonados con madres adictas, abortos ilegales, trifulcas de maridos y mujeres, animaciones espeluznantes que rememoran el cuadro El jardín de las delicias, guerras políticas a cuenta de ardillas en redes sociales, encuentros clandestinos entre homosexuales, mascotas y sus fantasmas, padres violentos con hijos confusos, carritos de golf en búsqueda de su lugar, siniestros de tráfico con tintes sobrenaturales, conflictos maritales envueltos en danzas o intransigencias religiosas… Todo ello tiene cabida en esta interesante selección. Vamos a centrarnos en los que nos han parecido los mejores.
En la nueva edición del Festival, que se viene celebrando en Barcelona desde 2014, se continúa por la apuesta entre lo mejor del cine independiente de Estados Unidos y Canadá. Festivales como Sundance, SWSW, Toronto, LA Outfest o Los Independent Spirit Awards se convierten en las fuentes de las que bebe el certamen. El Premio del público al mejor cortometraje lo ha obtenido en esta novena edición Like The Ones/Used to Know, de Annie St. Pierre. Resulta un interesante acercamiento al desamparo y desconcierto que invade a un padre al recoger a sus hijos por Navidad en casa de sus exsuegros. La incomodidad del hombre va creciendo de tono, mientras lucha por llevarse a sus dos pequeños. Y lo observamos desde el punto de vista de la hija, de Julie. Una historia demasiado común, por desgracia, y desgarradora, en la que el amor paternofilial se impone. Y hablando de la búsqueda del espacio propio, de la dificultad para encontrarlo, podemos situarnos en el cortometraje Sofa So Good, de Noah Osheroff. Enredos que surgen por la necesidad de un tresillo que no es posible adquirir ante la falta de empleo y de oportunidades para salir adelante. Un guion inteligente, relleno de guiños que ahondan en las circunstancias cambiantes de nuestro acelerado mundo actual. Estamos en Nueva York pero podría ser cualquier ciudad de Occidente. Ya sabemos, a lo mejor hay que conformarse con lo que tenemos o conseguimos y no hacerle ascos a un trampolín.
Entre las mejores propuestas, consideramos que se encuentra el filme de Kristy Guevara-Flanagan y Maite Zubiaurre. Nos referimos a Águilas. En el inmenso desierto de Arizona, un grupo de voluntarios, un fin de semana cada mes, se afanan en la búsqueda de desaparecidos en la frontera con México. Inmigrantes jóvenes, aunque también niños, que pierden sus vidas en tránsito hacia alguna oportunidad. El seguimiento de restos nos lleva desde mochilas solitarias hasta la recuperación de cráneos que flotan en la inmensidad del paisaje como balones de fútbol gastados, abandonados, expulsados desde el mundo privilegiado como material inútil e indeseado. Pero los familiares no olvidan. Jamás. Por su parte, en Bea At Rehab, de Kerry O’Neil, nos acercamos al drama de una niña abandonada por su madre drogadicta en un centro de desintoxicación. El desvalimiento se impone entre anhelos de vuelta y trabajadores sociales con nulo tacto, mientras se intenta huir de un destino que no se es capaz de afrontar.
Frimas es una angustiosa obra de Marianne Farley acerca de la necesidad de recurrir a abortos clandestinos, al ilegalizarse la interrupción voluntaria del embarazo en un futuro próximo, concretamente en 2028. Una decisión que pondrá en peligro la vida, la libertad y la estabilidad emocional de muchas mujeres. Entre ellas, seguimos a Kara, desde las botas blancas de su inocencia hasta los límites que debe atravesar para poder decidir sobre su propio cuerpo. Otra vez silencios, soledades e incomprensiones envueltos en un clima de suspense. Y cambiando de género, In Sickness and In Health es una comedia negra de Sarah Smick. Un matrimonio exhibe sus miserias mientras prepara en su casa un almuerzo de negocios para algunos amigos. Resulta admirable su ácida visión sobre la inseparable unión en la salud y en la enfermedad que se promete en algunos enlaces. Falta de autoestima, incomprensión e intolerancia van asomándose hasta desembocar en un final patético e impactante.
Seguimos con Opera, de Erick Oh, un magnífico cortometraje de animación que, en pocos minutos, consigue elaborar una reflexión sobre la triste historia de la humanidad, repetida una y otra vez. Ya nos hemos acordado de El Bosco con su tríptico El jardín de las delicias. Justamente, parece que estemos ante la versión cinematográfica de la compleja y simbólica obra pictórica. Erik Oh nos regala una fascinante mirada satírica en la que la lujuria, la barbarie, la dominación y la muerte se abren camino. Estamos, quizás, ante el filme más provocador y agudo de los quince que se exhiben. Un corto que precisa ser revisado una y otra vez, por la multitud de detalles que se contienen en esa cadena de depravación y poder. Cambiando de tono, calidad y hondura, también resulta interesante Squirrel Wars, de Jill Morley. Una particular guerra de ardillas que se desarrolla en redes sociales mientras la intolerancia y el racismo no tardan en presentarse. ¿A ustedes les resultan simpáticos estos animalitos? A nosotros, sí. Una guerra de banderas a la que tan aficionados son los estadounidenses.
The Wind and the Kite es una singular aproximación a los conflictos de pareja desde la danza. Está codirigida por Keely Song y Robert Machoian, el realizador de El asesinato de dos amantes (The Killing of Two Lovers, 2020), largometraje premiado en la pasada edición del Americana, en lo que ha sido denominado como el abordaje desde el punto de vista rural a la obra de Noah Baumbach, Historia de un matrimonio (Marriage Story, 2019). Entre sonidos atonales y recursos al color rojo del peligro, sus dos intérpretes se mueven expresivamente en una propuesta que asemeja incompleta. Por último, nos gustaría mencionar el corto The Touch of the Master’s Hand, de Gregory Wills Barnes. Adicto acercamiento al universo de las sectas desde la exhibición de la intransigencia, de la intolerancia y del adoctrinamiento. El cuerpo humano observado como una pequeña fábrica a la que hay que domesticar según la ideología. Ironía, sarcasmo, mordacidad y burla se agrupan para enseñarnos que antes que pecar, está el padecimiento extremo, aunque a muchos y a muchas nos parezca absurdo y demencial. No olviden que en la viña del Señor se puede encontrar de todo.