Críticas
La vida en los 60
Apolo 10 ½. Una infancia espacial
Apollo 10½: A Space Age Adventure. Richard Linklater. EUA, 2022.
Un relato apasionado desde la mirada de un niño. El alunizaje es excusa que sirve al propósito de la nostalgia inmersa en detalles. Despliegue de intensos vínculos familiares en medio de una adolescencia tradicional. El heroísmo es sustituido por una gran empresa que enorgullece a la población.
Stan es un niño seleccionado por la NASA para pilotear una nave espacial cuyo destino será la Luna. Un error en la confección de la cápsula obliga a los expertos a anticipar la misión. Los rusos jamás deben adelantarse, la nave resultó pequeña, Stan aprovechará la ocasión para contarnos la vida familiar en Huston.
Un pedazo de cultura en el pasado. El viaje se inserta con lujo de detalles en las vivencias de una familia modelo, no en términos morales, sino típicos de época. Los cambios culturales acompañan cambios tecnológicos. Linklater rescata lo comunitario, un valor que oficia entre recuerdos de época: la cooperación en medio de los afectos. El desarrollo en la ciudad de Texas encierra el simbolismo del progreso por efecto de los avances de la ciencia en conjunción con el esfuerzo de toda una comunidad. La importancia de un nosotros asigna al compartir el esbozo de una identidad abrazada a la idea de evolución en conjunto; no es solo la NASA, todos los ciudadanos contribuyen a la construcción de una nación y sus avances.
Maravilloso retrato de la infancia en familia, un salpicón de anécdotas tratadas con cariño nos sumerge en las vivencias y afectos del autor. Personajes de una gran expresividad denotan la picardía del momento; el tono es de unidad familiar en la diferencia propia de la edad. Prototipos, que pueden alcanzar a muchos de nosotros, despliegan la riqueza de caracteres impresos en la época.
La sencillez de la vida y su importancia; el rescate de sucesos profundos por efectos sinérgicos apuntalados en la simplicidad de vidas cotidianas. Lo social como reflejo y contribución; homenaje a un tiempo pasado que impregna la vida humana, historia de héroes, ánimos rescatados y alineados, personalidades populares. Astronautas que cumplen un papel en contexto que lo posibilita desde la contribución en pequeñas acciones diarias, movimientos familiares para la construcción de una nación.
El humor está presente, desde la sana travesura hasta las ocurrencias del jefe de familia, siempre atento a la mejor forma de conservar la economía. Desde reclamos en la estación de servicio (residuos de combustible en la manguera), hasta el ocultamiento de hijos mayores que deberían pagar su entrada en el autocine.
De lo particular se deslinda lo general, Linklater presenta los sucesos, no como propios, sino como inherentes a la cultura familiar de la época; el relato desnuda el funcionamiento de la gente mediante ejemplos típicos. Los momentos confeccionan, más que una imagen familiar, un retrato social; microacciones transgresoras se diluyen inmersas en picardías de época; se normalizan los sucesos para cartografiar los movimientos de una cultura del progreso. Desde abajo, con alta valoración de lo familiar, sustento y sostén del individuo. Es el ciudadano que cumple su papel histórico; la llegada a la Luna es un evento más que se enmarca en el contexto.
Animación en un ritmo continuo, no aumenta ni decae; la narración ofrece un inicio, un extenso paréntesis y un desenlace, totalmente amalgamados e integrados. Pasajes casi imperceptibles de un sector a otro. Es la unidad de un todo, que transita por los tiempos sin deslices ni rupturas, una continuidad perfecta. El tránsito da una idea de homogeneidad, la necesidad de atar lo social a lo tecnológico; relevancia, complementada y compartida, salpicada de simpáticos toques de humor. El vómito en suspenso, a manera de paréntesis, desde el suceso preparatorio en medio de lo cotidiano, con sesgos de rutina ligados a una identidad compartida, lo común se va integrando a la historia para ejercer el mayor peso en importancia. No es un filme de astronautas destacados, es mucho más, la fama se disuelve en el compartir de la experiencia; un todo que no solo es expectante, también participa desde el apoyo laboral cotidiano y la generación de modos de supervivencia social configuradores de una generación.
La importancia por la comunidad de lo común define una identidad con ramificaciones complementarias asentadas en bases semejantes. Linklater enfatiza un comportamiento de época no extrapolable al presente. El recuerdo es un tesoro compartido con el espectador. Un ejercicio de intimidad que se pierde en la comunidad, ejemplos que reconducen a modelos desde una idiosincrasia coincidente.
La anécdota integrada, el viaje espacial de Stan es indicación del peso del hombre común en la empresa; el secreto se mimetiza con la ausencia de conciencia en la consideración real de toda una comunidad para el progreso del país y la especie. Un niño es el secreto que demanda el reconocimiento del hombre; Linklater parece plasmarlo en la necesidad del animé como figura de fantasía sugerente, generadora de conciencia indirecta, que se filtra en una trama ingenua y cotidiana. La vida común es importante desde la ausencia de impacto narrativo. Ni cortes abruptos, ni discontinuidades significativas en el tiempo, tampoco choques emocionales, conflictos o gratuitos actos de violencia; todo transcurre de manera natural. A pesar de los saltos en el tiempo, la historia no delata ausencia; la coherencia compagina progresivos tránsitos en una etapa de la vida que afecta a los personajes de manera diversa. El filme lleva de la mano, no apresura, integra, relaciona, unifica la cultura del progreso cimentado en una noción de patriotismo oculta tras la labor cotidiana; es el deber de cada americano. Huston como ejemplo de época; quizá más que eso, el humano en acción hacia sus congéneres, misión naturalizada, ejercida desde un deber ser solapado en la continuidad que reitera acciones generales.
Recortes anecdóticos rescatados, articulados en una lógica de la reproducción masiva que forma, no competidores, sino colaboradores desinteresados en aspiración a vivir como se debe. Una pegada de Netflix que, finalmente, logra incorporar algo interesante a una plataforma escasa en valores.
Ficha técnica:
Apolo 10 ½. Una infancia espacial (Apollo 10½: A Space Age Adventure), EUA, 2022.Dirección: Richard Linklater
Duración: 90 minutos
Guion: Richard Linklater
Producción: Detour Filmproduction, Submarine, Minnow Mountain. Distribuidora: Netflix
Fotografía: Animación, Shane F. Kelly
Reparto: Animación, Zachary Levi, Jack Black, Glen Powell, Josh Wiggins, Samuel Davis, Lee Eddy, Bill Wise, Mona Lee Fultz, Nick Stevenson, Brian Villalobos, Andrew N Sears, Nicholas Andrew Rice, Holt Boggs, Keslee Blalock, David DeLao, Jessica Brynn Cohen, Avery Joy Davis, Danielle Guilbot, Natalie L'Amoreaux, Larry Jack Dotson, John Kaler, Kasey James, Jared Wayne, Christian Moran, Brent A. Riggs, Sam Chipman, Wyatt Lindner, Eyland Gaddy-Brewer, Kristy Harris, Stan Taylor, Taye Cannon, Alonso Sandoval, Brad Cabral, Xavier Patterson, P. Michael Hayes II, Asher Chamoy, Milo Coy, Helen Hostetter, Gedeon Bring, Basilio Romo, Natalie Joy, Cameron Marrero, Erin Scialabba, Chris Zurcher, Ezra Klimek, Tatum Oxenreider