Críticas
“Buenos amigos”
Llevo tu nombre grabado
The Name Engraved in Your Heart. Kuang-Hui Liu. Taiwán, 2020.
Un ejercicio de rebeldía solapada, con desbordes hacia la resistencia de dos temperamentos que canalizan la propia hostilidad en sentidos diferentes. Drama romántico que se debate entre la disciplina y su vigencia; impulso ante una libertad asediada por la cultura. La caída de la ley marcial no elimina sus resabios, el tiempo deberá hacer su obra, de todos modos, permanecerá lo inalterable.
Chan Jia-han y Wang Po Te son dos amigos que se sienten mutuamente atraídos, no será fácil legitimar su vínculo ante la sociedad. Ambos vivirán la relación tironeando de la cuerda en sentidos opuestos; el resultado demostrará las incongruencias propias del cambio social. Solo será cuestión de tiempo. En el medio, un montón de idas y venidas expresan el rechazo ante la homosexualidad. Una escuela secundaria, que está a punto de recibir por primera vez estudiantes del sexo femenino, nos ofrece una andanada de prejuicios que se mantiene pese a la caída de la opresión política. Las mentes están contaminadas por un deber ser que comenzará a pecar de anacrónico. El salto temporal en el tiempo diegético será la llave de camino a lo que estaba germinando en conflictos escolares.
La narrativa se ancla en un episodio concreto. Punto de partida que expresa un conjunto de singularidades que arrastran temas varios. La comprensión, como cuasi-exclusiva del sacerdote, en contraposición a la autoridad del padre que no admite deslices. El punto límite actúa en la agresión con significado salvador; el sistema pierde pie y resurge diluido en su perversidad. Las fuerzas de la autoridad familiar se encargarán de mantener lo aprendido en el pasado. ¿Cuestión institucional? Sí, pero quizá inviable sin el sostén de una moralidad asentada con firmeza en la cultura.
Lo transgresor como falsa oposición; una vorágine de comportamientos opera en la misma línea, es la contención a la amenaza de códigos preestablecidos; lo juvenil atesora firmes influencias impermeables a los movimientos propios de la edad. La rebeldía adolescente es una farsa caduca que claudica ante expresiones sociales que arremeten desde un sistema en decadencia.
El ser joven está reglado, calculado y castigado en sus posibilidades, pero, existen comportamientos transgresores que ni los propios muchachos se permiten e, inclusive, están programados para rechazar. El movimiento hacia la destrucción de lo contaminante será leído de antemano tanto por Chan Jia-han como por Wang Po Te. Recordamos la escena del escape, y la serenata que culmina en acto sexual. No todos se sentirán cómodos.
No obstante, las cuestiones no permanecen ajenas a realidades promotoras de un cine comprometido. Taiwan es pionero, primer país asiático donde el matrimonio igualitario es legalizado. Kuan Hui-Liu manifestó su interés en sembrar un legado, contribución al despertar del mundo en términos de aceptación de la comunidad LGBTQ. Es la mediación por una suerte de identificación del espectador ante el padecimiento de los personajes. Un mensaje que contribuya a sortear barreras en el camino a la disolución de cualquier tipo de discriminación.
Llevo tu nombre grabado es una invitación a la reflexión desde un continuo machacar, conflicto que oscila entre intensidades, jamás declina, se conserva durante la juventud como parte de un funcionamiento dual necesario; clara pauta de permanencia en sentimientos arraigados a identidades inconfesables e incontrastables.
La desnudez en medio del mar, los gritos en plano medio y hacia la desolación, únicos espacios pasibles de ser ocupados, escape a la censura por lugares amplios de lejanía en caminatas que denotan el esfuerzo necesario hacia el lugar del ser; el aislamiento es libertad.
La naturaleza alberga a la naturaleza, el retorno al medio acuoso como vuelta de tuerca hacia un renacer a escondidas, única posibilidad, por el momento. Espacios donde el conflicto se diluye, cae un primer nivel de representación asentado en expectativas sociales, ingresa a lo que el filme plantea como realidad contenida hacia una historia paralela; juego social siempre expreso a ojos del espectador. El guion permite acceder a la dicotomía, la idea se impone: ¿cómo algo tan obvio es ignorado por la masa social?; la representación solo es perfecta a ojos de quien no quiere ver. Quizá, este punto nos traslade a una sensación de innecesaria persistencia en el conflicto, desde el principio sabemos cómo funciona, parecería una redundancia. De todos modos, puede que no quede liberado de función; el refuerzo intensifica la experiencia, amplifica el sacrificio y extralimita la ceguera a términos que apuntan la magnitud de la resistencia al cambio.
Es la defensa, la persistencia que culminará imponiéndose en lo que realmente vale; el filme podría ser la antesala conceptual de una evaluación de rasgos necesarios en el combate a la adversidad. La despenalización del matrimonio igualitario será el justo premio al tesón, la barrera será finalmente quebrantada fuera de la ficción. 118 minutos de un cine que resume, a posteriori, un estado de cosas en gestación, como contribución inconsciente hacia el futuro.
Edwar Chen y Tseng Jing-Hua magníficos en un contrapunto generador de ambivalencias clarificadoras. El espectador comprende la diferencia, actores que representan un papel dentro de otro, la verdad evidente debe contrastar a manera de amplificación de una realidad social ignorada por conveniencia. Esquemas trascienden sistemas, llevará su tiempo desentronizarlos.
Película de primeros planos; se resume en movimientos de cámara hacia un plano general final muy cuidado, entre márgenes arquitectónicas que acotan la persistencia de sentimientos ante el paso del tiempo. El pasaje indica un transcurso desde lo físico de su presentación. Puesta en escena prolija, dignifica, limpia la circunstancia de un ayer manifestado en el hoy. Las barreras personales aun permanecen vigentes, la profundidad de campo da proyección a lo que vendrá, espacio que circula entre la rigidez de la piedra, sinónimo de lo añejo en vías de superación. Se abre el camino hacia un porvenir incierto que supo contener el pasado en acciones para conjugar ausencias y presencias. La madurez como un epílogo que no necesariamente da oportunidad, aunque sí la da.
Ficha técnica:
Llevo tu nombre grabado (The Name Engraved in Your Heart), Taiwán, 2020.Dirección: Kuang-Hui Liu
Duración: 118 minutos
Producción: Arthur Chu Yu-Ning
Fotografía: Yao Hung-i
Música: Chris Hou, Jason Huang
Reparto: Jean-François Blanchard, Akira Chen, Edward Chen, David Hao-Chi Chiu, Leon Dai, Fabio Grangeon, Honduras, Mountain Kao, Lenny Li, Hui Ming Lin, Lung Shao-hua, Nien-Hsien Ma, Chin-Hua Tseng, Soda Voyu, Jason Wang, Waa Wei, Stone Yang
Me ha encantado tu crítica , gracias!