Críticas
En los intersticios de la sabiduría
La novelista y su película
Otros títulos: The Novelist's Film.
So-seol-ga-ui Yeong-hwa. Hong Sang-soo. Corea del Sur, 2022.
Una búsqueda desde las entrañas, por y para el arte. Hong Sang-soo se aboca a la tarea de filmar extensos y profundos diálogos, en medio de la simpleza de comunicaciones espontáneas. El sinceramiento se enmarca en un respeto que siempre protege las formas.
Los temas circulan en base a conversaciones, solo banales en apariencia. Es cierto que el filme carece de gran despliegue técnico; prolongados planos medios destacan perfiles congelados en cámara fija. Relatos de sociabilidad se sumergen en esquemas tan propios como afilados, la punta del iceberg oculta sentidos, resentimientos que pierden el control, ante el desafío de improntas impositivas arropadas en la compostura del buen decir en los buenos modales. Nunca es omitido el valor de la mesura, si así sucediese, siempre habría un tiempo para la recomposición, la disculpa es automatismo necesario que no pierde de vista la diferencia. Recordamos el intercambio en el parque entre el realizador y la escritora, la dicotomía aflora desde la necesidad de anteponer lo humano a lo monetario. El clima forcejea, no se llega a la ruptura, priman siempre los buenos modales, acuden en defensa de un equilibrio que antepone el respeto a la diferencia de opinión.
Un blanco y negro agradable, sin sobrecarga en las tonalidades, nos impregna de una serenidad que acoge las manifestaciones del alma en fragmentos; operan a manera de ráfagas temáticas enmarcadas en la necesidad y la dificultad de crear, dos caras ofician de común denominador en la misma moneda.
Planos que, por momentos y, salvando las distancias, nos recuerdan el cine de Yasujiro Ozu, aunque ostentan una perspectiva de cámara un tanto más elevada que la que solía utilizar el maestro nipón.
Jun-hee es una famosa escritora que está atravesando un momento de sequía creativa, no es, ni mucho menos, una oveja negra; habita en un contexto donde las casualidades la llevan a reencontrarse con colegas en similar situación. La contingencia nos entrega momentos de charla tan afables como profundas. El lenguaje sencillo oculta inquietudes típicas de personalidades creadoras. Momento para desenrollar filosofía pura en el marco de intelectuales en reunión.
Lo “árido” del paisaje otoñal señala la ausencia de ideas, es tan aparente como la necesidad de definir la inexistencia de contextos absolutos. Las estaciones transitan, no hay estancamiento ni permanencias que insten a la parálisis de procesos optimizadores, la riqueza de la vida se mantiene. La alusión es al preludio de un florecimiento que podría operar desde lo posible. La carencia fija sus límites por encima de las barreras de lo absoluto; lo que no es, siempre podrá volver a ser. Regla vital plantada desde una naturaleza caduca en la ausencia de hojas. Los árboles “pelados” nos enfrentan más a lo que está por venir que a lo que llegó. Las instalaciones no son eternas, tampoco lo son los procesos en la vida de las personas.
Una niña que observa la conversación de Jun-hee y Gil-soo, al otro lado del escaparate, es la frescura de la curiosidad; reaparece hasta que es llevada hacia otro lugar. Presencia de lo creativo en “stand by”, lo que aun no se alcanza se desgrana en reflexiones, introspecciones en voz alta que buscan alcanzar explicaciones para la asunción de estilos regeneradores de posibilidades aun inexploradas. Es la idea del descubrimiento por la prueba de lo conocido, aun no adquirido. La toma de posesión deberá operar como prueba, forzar la costumbre hacia territorios de posibilidad.
Es la película del autor a la caza de formas expresivas que lo conecten, tanto consigo mismo, como con su público. Lo humano, a pesar de todo, será expuesto, por eso, el corto planificado no necesita ser un documental, la ficción es suficiente, la cotidianeidad de personas comunes avala la posibilidad de transparencias que hagan carne en las emociones buscadas por el creador.
La obra transita entre la admiración y la sencillez; la humildad de lo prolífico se referencia en conversaciones tan amables como útiles a quien sepa aprovecharlas. Voluntariedad puesta de manifiesto desde la opción. Lo comercial, el dinero, cuestiones de persecución individual acorde a inquietudes y necesidades propias del adulto promedio, nada es universalizable. La elección se expresa en la valoración de emociones que dibujan, por sobre todas las cosas, el respeto a la diversidad de lo humano.
A la cámara no le interesa el desplazamiento, captura momentos de reflexión perdidos en medio de intercambios verbales de contenido elemental. La calma, como virtud, y más allá de las circunstancias, no promueve apatía, sino dinámica de ideas, la propuesta implica pensar desde lo obvio, lo espontáneo es el camino. La valoración de un comercio de humanidades por encima de lo material, el cultivo de una versión de intercambio sin lucro. La puerta se cierra a lógicas de mercado que respaldan un éxito firmemente anclado en efímeras famas monetarizadas; marca de un éxito social asumido desde la cultura capitalista. Para Jun-hee, lo que está en juego es la esencia del ser humano, su libertad. La trasmisión de valores se desplaza ágilmente por el carril de la paciencia, solo se quiebra ante la ausencia de respeto a las condicionantes necesarias para la libertad humana, tanto emocional, como intelectual y espiritual, si es que puede establecerse una separación entre rasgos complementarios e inherentes a la especie.
La novelista y su película nos transporta en formatos de comunicación que requieren de un análisis extractivo. Una alquimia de contenidos resbala hacia la apariencia de diálogos cotidianos que solo pueden ser abiertos desde la suspicacia de un espectador atento, despierto, y proclive a hurgar en dirección opuesta a lo aparente: de lo simple a lo complejo.
Un trabajo tan sobrio como extraño, la apariencia elemental, lo neutro sugerido como algo que nos recuerda intercambios tan poco comprometidos como inútiles. La presencia es puesta a prueba ante un contexto que habla en su defensa. Quizá, las casualidades operen en exceso, aunque eso no parece importante, solo es un dato que sirve al espíritu de una obra que juega en función de objetivos mayores.
El color llegará de la mano del cine dentro del cine, franca sociedad en la recuperación de valores creativos. La película de la novelista florece desde un contexto transformado. Los paisajes naturales del inicio supieron brindar el sustento, el germen de partida en la fermentación de contenidos, proceso que combate lo aparente desde la intimidad del ser artista. Nada está explícito en los discursos, simplemente, no es necesario.
Ficha técnica:
La novelista y su película / The Novelist's Film (So-seol-ga-ui Yeong-hwa), Corea del Sur, 2022.Dirección: Hong Sang-soo
Duración: 92 minutos
Guion: Hong Sang-soo
Producción: Jeonwonsa Film
Fotografía: Hong Sang-soo (B&W)
Música: Hong Sang-soo
Reparto: Lee Hye-young, Kim Min-hee, Seo Young-hwa, Ki Joo-bong, Cho Yun-hee, Park Mi-so, Kwon Hae-hyo, Ha Seong-guk