Críticas
Pinocho de carne y hueso
Pinocho de Guillermo del Toro
Guillermo del Toro's Pinocchio. Guillermo del Toro, Mark Gustafson. EUA, México, 2022.
La historia de Pinocho dista un poco de ser el clásico cuento infantil para irse a la cama y tener dulces sueños. En su origen, publicado en Florencia entre 1826 y 1890 por Carlo Collodi, alias Carlo Lorenzini, Pinocchio era una marioneta de muy mal comportamiento, un diablillo travieso que no hacía más que hacer pasar malos ratos y preocupaciones a su creador Gepetto. La historia, a grandes rasgos y en una mirada superficial, sí que buscaba hacer valer la importancia de los valores a través de una fuerte y notable “advertencia” de ignorarlos, no por otra cosa fue publicada en el Giornale per i bambini. Sin embargo, el trágico final en el que mueren ejecutados el protagonista y sus compañeros de viaje, muestran un relato de enorme profundidad que no solo está dirigida al lector infantil, sino a todo aquel que necesite un recordatorio de las desventajas de andar por la sombra en relación a los valores universales, como el ver por los demás y la felicidad genuina.
Es cierto que la imagen de Pinocho, que anida en la mayoría de las mentes de estos días, no es la de la rígida marioneta de Enrico Mazzanti de 1882, sino la que introdujo Disney en su famosísima película animada de 1940, a saber, un muñeco muy humanizado, con pinta de tirolés y sonrisa pícara pero inocente. Es a partir de esta reinterpretación del clásico italiano que nace el concepto formal del Pinocchio moderno, el títere de madera que quiere ser niño de verdad, y que en su camino para alcanzar este noble fin, debe superar obstáculos para descubrir los valores universales del buen comportamiento y del buen ser.
En su versión de 2022, Guillermo del Toro funge como el hada del cuento y consigue, con su magia cinematográfica, dotar a toda la historia de aquello que tanto anhelaba su protagonista, una absoluta condición humana, con todas sus virtudes y defectos, así cada personaje esta confeccionado con motivos, apegos, temores y anhelos, lo que hace de la obra una historia orgánica y que evoluciona a la par de la condición humana, que reacciona ante el temor al sufrimiento, así como a la búsqueda genuina de la felicidad. Los personajes se presentan al espectador como seres sintientes naturales, a los que el gran cineasta de la fantasía no tiene temor de someter a la cruda vida, les quita, los golpea y los abandona en las condiciones más hostiles, para que el reencuentro con su naturaleza buena sea ese natural rebote que surge después de llegar al fondo.
La interpretación del mexicano es un bellísimo homenaje a la obra original, ya que rescata del cuento florentino esa dimensión particularmente humana de debilidad ante la posibilidad de una vida fácil y llena de placeres como contraparte al duro y mal remunerado trabajo del campo, conflicto que llevó a miles de inocentes pueblerinos italianos a emigrar a la ciudad o a otros países en la era de la industrialización de Europa y América. Lección para leerse por el adulto de la época en las líneas del niño que prefería dejar la escuela para ganar dinero trabajando. Del Toro ofrece una lectura amplia del contraste entre la “modernización” fascista frente a la “primitiva” vida del campo y lo vacío de la promesa del progreso, si se deja de lado la comunión con los seres amados.
Sin duda, la línea de trabajo más fuerte en la obra es la búsqueda de la trascendencia en todas sus modalidades, cada personaje, de una u otra forma, es un modelo de trascendencia que se refuerza de un trasfondo histórico personal, emocional y espiritual, que seguirá un camino para el fin último de trascender. Gepetto, que lo ha perdido todo, busca llenar el vacío, Pinocho tropieza con varios de los falsos escenarios de felicidad, incluso la inmortalidad tan buscada por los científicos, el grillo descubre que no hay mayor felicidad que entregarse a ayudar a otros, los espíritus permiten al pequeño protagonista gozar y hacer uso de su libre albedrío, y así, en cada personaje hay una historia compleja, una búsqueda, y al final, la emergencia del valor universal en su mayor pureza.
La película es increíblemente hermosa, es una experiencia profunda y exquisita que está construida con elegancia y delicadeza, una obra trabajada a mano para observar la imperfecta belleza del ser humano y de la vida en su totalidad. Los personajes y los escenarios tienen todos los elementos para empatizar con la historia, las escenas de guerra están llenas de colores fríos que contrastan con el fuego que todo lo consume, las escenas de paz, por el contrario, cálidas y frescas, tanto como la expresividad en cada gesto y cada palabra de sus personajes. Incluso aquellos de la fantasía, como el hada, el grillo o el mono, a pesar de su condición irreal, tienen tanto calor en ellos que demuestran su propia historia de vida y su propia lucha por encontrar y ayudar a otros a encontrar, a su vez, la felicidad genuina. El ritmo y el montaje proveen una genial fórmula para asimilar el aprendizaje, hay secuencias dinámicas y alocadas que dan la sensación de seguir al Pinocho que descubre la vida aceleradamente, mientras que alternan delicadas pausas para digerir los sentimientos.
Del Toro ha logrado lo imposible con esta película, reinventar un clásico, darle profundidad y redondez sin torsiones forzadas de la historia, sin necesidad de consideraciones artificiales, como la inclusividad, el género y tendencias de ideología, y que, a pesar de respetar la línea original del cuento para apoyar las lecciones de los niños, alcanza a tocar los más profundos temores y dudas del adulto, tales como la pérdida o el miedo al fracaso, sin caer en la tentación de presentar problemas contemporáneos para generar impacto, se concentra en resolver de manera natural, emocional y racional los problemas de siempre, la necesidad de trascendencia y la búsqueda de la felicidad. Pinocho de Guillermo del Toro es una obra imperdible y atemporal, profunda, relevante y, por si fuera poco, una experiencia extremadamente sensible y hermosa de vivir.
Ficha técnica:
Pinocho de Guillermo del Toro (Guillermo del Toro's Pinocchio), EUA, México, 2022.Dirección: Guillermo del Toro, Mark Gustafson
Duración: 114 minutos
Guion: Gris Grimly, Guillermo del Toro, Patrick McHal, Matthew Robbins
Producción: Alexander Bulkley, Corey Campodonico, Guillermo del Toro, Lisa Henson, Gary Ungar
Música: Alexandre Desplat, Nick Cave, Matías León
Reparto: Gregory Mann, David Bradley, Ewan McGregor, Finn Wolfhard, Cate Blanchett, John Turturro, Ron Perlman, Tim Blake, Nelson Burn, Gorman Christoph Waltz, Tilda Swinton
Excelente reseña. Como siempre