Críticas

Cuando el alma está quebrada

Tierra Quebrá

Nina Marín. Colombia, 2023.

Les voy a pedir un favor: cuando escuchen o lean el nombre de la colombiana Nina Marín en algún producto audiovisual, dense la oportunidad de verlo. Especialmente si se trata de Tierra Quebrá (2023), su ópera prima. Pocas veces se logra contar una historia tan poderosa y sobria como esta, llena de una profunda nostalgia y de una realidad que parece olvidada hasta por Dios. La particular voz de la directora es de esas que necesita ser escuchada, en su trabajo demuestra una perspectiva diferente del cine colombiano que merece un espacio. Sus cortometrajes, premiados en el mundo entero, le dan el respaldo para realizar su primer largometraje y ubicarse, sin dudarlo, en uno de los talentos para tener en cuenta.

La cinta arranca con un duelo de Manuela (Amelia Álvarez), que está con una racha de mala suerte en su vida: no solo enviudó recientemente, su hijo mayor acaba de morir ahogado cerca a la casa de Elba, su madre (Ana Elvira Díaz Dangond), donde ha buscado refugio al quedarse sin su esposo. El duelo se complica cuando la abuela Elba decide enterrar a su nieto con los pies hacia su casa, para que el espíritu del joven se quede entre los vivos, porque ella se rehúsa a dejarlo ir. Este  es el comienzo de una serie de conflictos en la familia que se ven afectados por la situación de la región, azotada constantemente por esa violencia que les hace encerrarse en sus casas y esconderse del peligro.

Son las mujeres en esta historia las que llevan todo el peso dramático y demuestran su resiliencia, lo que se les ha heredado y que llevan con orgullo, la fuerza y templanza de la mujer colombiana que resiste la tristeza, la muerte y el dolor, mientras luchan contra tradiciones enmarcadas en el patriarcado y el machismo latinoamericanos. Los actores y actrices, en su mayoría naturales y algunos familiares de la directora, sorprenden y emocionan. Son verosímiles, todos, siempre contenidos en sus emociones, mientras están quebrados por dentro, arrastrando sus vidas lo mejor que pueden e intentando sobrevivir entre tanta aridez, tanto externa como interna. Pero entre tanto dolor también hay vida, hay celebraciones, hay música vallenata típica de la zona, hay amores… Es un contraste permanente de sensaciones que habitan en un mismo espacio.

Ese es, precisamente, el caribe colombiano. El auténtico, el «garcíamarquiano«, ese que el primer Nobel de literatura colombiano le enseñó al mundo y está más allá de los carnavales, la música y la pachanga. Esta es la cara honesta de una zona que existe fuera de los narcos, las drogas y los clichés con que siempre encierran a Colombia. Los lugares desérticos del departamento del Cesar, lugar donde nació la directora, ambientan perfectamente esa Colombia olvidada por el gobierno y casi que por el mundo. El blanco y negro elegido para la cinta y la hermosa fotografía de Mariano García Sánchez nos presentan el luto de la protagonista y, a la vez, una tierra sin tiempo, que puede haber existido hace 50 años o estar viva en estos momentos. Todos estos elementos crean la atmósfera de realismo mágico tan conocido en la literatura y que muy pocos han logrado traducir al audiovisual. Quizás se necesita haberlo vivido para entenderlo.

Es tan grato ver productos colombianos que se salen de la norma y saben hacerlo bien. Es muy satisfactorio ver en una pantalla una historia potente, con una voz fresca, una técnica impecable y un trabajo actoral sorprendente. Y la otra cara de la moneda: es muy triste ver que es una cinta que no ha tenido la distribución que se merece, que la difusión en su propio país ha sido excesivamente limitada. A pesar de haberse estrenado en el Festival Internacional de Cine de Moscú, uno de los más antiguos del mundo y además en la categoría “Fuera de concurso”, nada menos, y de haber recibido premios en festivales en el mundo, su distribución ha sido muy limitada. ¿Dónde están las plataformas cuando se necesitan, produciendo más contenidos mediocres porque «venden»? Esta industria realmente necesita abrir los ojos, porque la inteligencia artificial no es su problema más urgente.

Trailer:

 

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Ficha técnica:

Tierra Quebrá ,  Colombia, 2023.

Dirección: Nina Marín
Duración: 110 minutos
Guion: Nina Marín
Producción: Óscar Alvarado
Fotografía: Mariano García
Música: Alberto Solano
Reparto: Amelia Álvarez, Ana Elvira Díaz Dangond, Naudith Rodríguez Moreno, Carlos Marín, María Alejandra Barrios

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