Críticas
El renacimiento de Beyoncé
Renaissance: A Film by Beyoncé
Beyoncé Knowles-Carter & Ed Burke. EUA, 2023.
Puede que Taylor Swift sea la que bate récords y regala cientos de dólares a sus trabajadores, pero sin Beyoncé, ella no existiría. Y no me refiero a lo que pasó en los Premios MTV con Kanye West, un cuento repetido hasta el cansancio. Beyoncé ha revolucionado la historia musical con sus álbumes, que ahora son “experiencias” que salen en simultáneo con videos y de sorpresa cualquier noche, sin aviso. Y en menos de veintecuatro horas son un éxito mundial. Beyoncé hace lo que quiere con la industria musical y todos se rinden a sus pies. Y eso viene desde Madonna, la primera artista pop que desafió el status quo, cantó lo que quiso y convirtió sus conciertos en una experiencia total, contando una historia en el proceso y luciendo un derroche de luces, pantallas y vestuarios. No en vano es conocida como “La reina del pop”. Pues ahora es Queen Bey, como le conocen sus fans, la que llena ese lugar.
Sus shows son una muestra de sus años de experiencia y de su vigencia. Son muy pocos los que llegan siquiera a los talones de esta texana que posee el récord de más premios Grammy para una mujer (32 y contando), su extravagante show es una muestra de su estatus musical y deja boquiabierto hasta el que no sabe quién es ella. Renaissance: A Film By Beyoncé (Beyoncé Knowles-Carter & Ed Burke, 2023) es un concierto con fragmentos documentales, un formato muy usado últimamente y que recuerda a su último trabajo audiovisual, Homecoming: A Film by Beyoncé (Beyoncé Knowles-Carter & Ed Burke, 2019), que muestra su show en Coachella y se llevó el Grammy a Mejor Video Musical de Formato Largo.
En este nuevo documental se repite la formula efectiva: detrás de cámaras, ensayos y testimonios mezclados con una de las presentaciones de la gira mundial. Y en un poco más de dos horas, la Queen Bey puede enamorar y deslumbrar hasta al espectador más incrédulo. Por la parte musical, vemos que de la Beyoncé que empezó con Destiny’s Child a mediados de los años noventa ya queda muy poco. Musicalmente, la artista ha crecido exponencialmente y ya ni siquiera recurre a sus todos viejos éxitos para mantener un concierto de más de dos horas (Si esperan encontrar “Halo” o “Single Ladies (Put a Ring On It)”, dos de sus más grandes éxitos mundiales, es mejor que busquen otro concierto.
Después de su profunda declaración de amor con su álbum homónimo (Beyoncé, 2013) y de superar su corazón roto con Lemonade (2016), Renaissance (2022) es un trabajo musical con una fuerte influencia del dance y el house, que se mezcla con el R&B y rap al que ya nos tiene acostumbrados, y sus letras que hablan de empoderamiento, hedonismo, feminismo y amor. Su madurez es evidente y a lo largo del concierto lo podemos ver: un show impecable, cargado de mensajes, bailarines maravillosos y una Beyoncé hermosa, en total control de su imperio.
Por la parte documental, Beyoncé nos revela su lado más íntimo y privado: el ser madre y esposa, pero por partes. Vemos al esquivo Jay-Z observando a la distancia, mientras Beyoncé se revela como una mujer perfeccionista y muy exigente con todo lo que tiene que ver con su música, empezando por ella misma. Beyoncé aprueba y supervisa cada detalle de su gran concierto, como lo hemos visto anteriormente, pero acá es en mayor escala: La gira cuenta con tres unidades que van montando el escenario con días de anticipación.
¡Tres unidades! ¡Tres réplicas exactas de un escenario gigantesco con pantallas por todos lados! No me quiero imaginar la cantidad de dinero que eso cuesta, ni Madonna ni Taylor tienen ese poderío. La edición le da agilidad a cada número musical, logrando transmitir la emoción de estar en presencia de Queen Bey, mientras que detrás de cámaras el espectador se convierte en un espía silencioso, el que observa de lejos el sagrado proceso creativo de la segunda gira más exitosa de la historia, superada solo por Swift.
También somos testigos del crecimiento de sus hijos, especialmente Blue Ivy, quien hace parte del show y recibió fuertes críticas en redes la primera vez que se presentó. Acá sale a relucir la Beyoncé madre, a la que le duele que le hagan bullying a su hija, y la que la reta a estar al nivel de todos sus bailarines, profesionales incansables que deslumbran en cada presentación. El esfuerzo vale la pena y Blue Ivy se perfila desde ya como un talento a tener en cuenta
Pero el espectador solo ve lo necesario. Como directora, productora y guionista de su propio documental, Beyoncé continúa cuidando su intimidad al extremo, ofreciéndole a sus fanáticos solo un poco de material inédito, lo suficiente para apreciar su lado humano y quedar con ganas de más. Ella siempre ha cuidado su vida personal y trata de no hacer canciones sobre exparejas y corazones rotos, ese mercado ya lo tiene dominado Swift. Queen Bey celebra su orgullo negro con todas las letras, pero no se queda en una sola raza.
Su concierto es una celebración de la libertad, de la feminidad, del trabajo en equipo, de toda la cultura ballroom que popularizó el voguing (Y que Madonna ya había utilizado a comienzo de los años noventa)… Y a la vez, es su renacimiento, haciendo homenaje al nombre de su álbum. Esta Beyoncé es una mujer nueva que se está redescubriendo en su cuarta década, explora sin miedo los géneros musicales y los combina a su parecer. Es una mujer que exuda confianza, una luchadora incansable que nunca se dio por vencida y hoy se ha ganado el derecho de celebrar por lo alto su exitosa carrera.
Tráiler:
Ficha técnica:
Renaissance: A Film by Beyoncé , EUA, 2023.Dirección: Beyoncé Knowles-Carter & Ed Burke
Duración: 169 minutos
Guion: Beyoncé Knowles-Carter
Producción: Beyoncé Knowles-Carter, Nailah Holliday, Melina Matsoukas, Justina Omokhua, Erinn Williams
Fotografía: Dax Blinn , Irie Calkins, David Farka, Shaquana Golding, Ben Hagarty, Julian Klincewicz, Dave Malave, Marcell Rév, Tyler Simien, Leah Nardos Takele, Maddy Talias, Kenneth Wales
Música: James William Blades & Khirye Tyler
Reparto: Beyoncé, Blue Ivy Carter, Jay-Z, Diana Ross, Kendrick Lamar, Megan Thee Stallion