Críticas

Maternidad honesta

Canina

Nightbitch. Marielle Heller. EUA, 2024.

Canina - CartelFinalmente, alguien se atreve a poner en palabras lo que realmente pasa en la cabeza de una mujer con un hijo pequeño. La arriesgada ha sido Marielle Heller, libretista y directora, que ha tomado el libro homónimo de de Rachel Yoder y adaptarlo para hablar sobre la maternidad sin filtros en Canina (Nightbitch, 2024). Y para rematar, ha elegido a la genial Amy Adams para interpretar a la Madre, así a secas, pues representa a las millones de mujeres que han perdido hasta su nombre por el famoso «milagro de la vida» y han sacrificado su existencia por criar a otro ser humano. Si le añadimos un poco de humor negro y absoluta honestidad, tenemos una gran película, producida y dirigida por mujeres, que nos invita a darle una mirada crítica y mordaz a la maternidad.

La cinta empieza a ponernos el tono cuando Madre (Adams) se encuentra en el supermercado a la mujer que la reemplazó en el trabajo, cuando se retiró para tener a su primer hijo, y en una especie de alucinación se sincera y nos deja saber lo que realmente es, para ella, ser madre. Acá sabemos que esto no va por el lado romántico y cursi de la maternidad. Y así, comenzamos a ver las rutinas en que todas las madres caen, inevitablemente: los desayunos, de las noches en vela, las salidas al parque, las actividades con otros niños donde cada uno hace lo que quiere y es un completo caos…

Y también está la ausencia de vida social, la culpa, la soledad, la rabia, el resentimiento y el agotamiento, lo que va llevando a Madre a transformarse en una «perra nocturna» (una literal traducción del título en inglés), una «canina» cuyos instintos animales empiezan a aflorar, se comienza a juntar con los de su «especie» y las cosas en su vida empiezan a cambiar de formas muy extrañas…

Canina - Fotograma

Al reunirse con otras madres, todas recuerdan «los tiempos de antes» con nostalgia, y buscan afanosamente su libertad, volver a ser mujeres antes de ser reconocidas exclusivamente como «la mamá de…» Mientras, por el otro lado, el esposo (Scoot MacNairy) le tiene unos ciertos celos, asegura que ella tiene «la vida soñada» por estar todo el día en casa con su hijo, dice que hasta la envidia, mientras ella le responde que se siente como vigilando a un suicida («suicide watch»), porque el niño puede hacer cualquier locura.

Ni siquiera mientras duermen pueden estar tranquilas: ¿Y si se ahoga? ¿O se cae de la cama? ¿O le pasa algo? Pero una mujer no puede perder su identidad y hundirse en el título de «madre», algo que sucedía comúnmente en tiempos anteriores. Pero tampoco puede dejar a su hijo al cuidado de una niñera (o de la abuela) y vivir la vida como quiera, ese no es el propósito de la maternidad. ¡Qué delicada línea la que tienen que caminar las mujeres que quieren ser mamás!

La película está llena de momentos cotidianos que generan el humor negro, y seguramente la incomodidad de muchas espectadoras que se pueden ver reflejadas en la protagonista, además de las transformaciones físicas que tiene Madre, que son más explícitas de lo que se espera. No hay muchos filtros, y eso refresca la historia, no se sabe qué se puede esperar de la «evolución» (¿o «involución«?) de Madre hacia su lado salvaje, que es el que al final la salva de la locura y monotonía de la maternidad.

Canina - Fotograma

Sí, hay que reconocerlo, aventurarse a ser padres, con el mundo en el que vivimos, es algo que puede ser para muchos descabellado y ridículo. Siempre se habla de «lo lindo» de ser madre, que una mujer finalmente «se siente completa» al hacerlo, ahí sí está «realizada»… ¿Y todo es color de rosa? No lo creo. Para muchas, la procreación se volvió casi una tradición, algo que están obligadas a hacer porque se casaron y «las parejas casadas tienen hijos», sin detenerse a pensar un minuto si realmente es lo que quieren.

Todas dicen que su vida no se detendrá después de que su hijo nazca, pero un bebé es un trabajo de 25 horas al día, ¿cómo pueden continuar su vida «normal» de esa forma? No se necesita una gran tragedia en la vida de la protagonista para entender lo que vive, con lo que tiene le basta y le sobra para que cualquier espectador entienda a Madre y se identifique con sus motivaciones. Y, mejor aún, que ni siquiera la juzgue. Y nos podemos burlar tranquilamente de la crítica que hace a la maternidad, porque para eso es la comedia negra, para reírnos de lo que no podemos en la vida real, o lo que realmente nos saca lágrimas.

Canina - Fotograma

Claro que la cinta podría haber sido mejor, hubiera preferido que se adentrara más en lo que Madre siente y explorar mejor el lado «animal», entrar sin miedo en el lado oscuro del humor negro y tener un guion más escueto o explícito, hablando de lo incómodo y desagradable de la maternidad… Pero la cinta ya es lo que es y no la podemos cambiar, especialmente cuando está basada en una obra anterior (que habrá que leer, yo ya le tengo mucha curiosidad).

Igual, el mensaje de Canina está claro y funciona. Además, no es solo para las madres, o las mujeres en general: TODOS necesitamos sacar nuestro lado animal de vez en cuando, estrenar nuestras garras y encontrar la fuerza para quejarnos cuando no estamos satisfechos, y tener la fortaleza para cambiar lo que no nos deja estar tranquilos y felices. El cambio es duro, pero necesario.

Tráiler:

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Ficha técnica:

Canina (Nightbitch),  EUA, 2024.

Dirección: Marielle Heller
Duración: 99 minutos
Guion: Marielle Heller
Producción: Amy Adams, Marielle Heller, Anne Carey, Sue Naegle, Stacy O'Neil, Christina Oh, Rachel Yoder
Fotografía: Brandon Trost
Música: Nate Heller
Reparto: Amy Adams, Scoot McNairy, Arleigh Snowden, Emmett Snowden, Jessica Harper, Zoë Chao, Mary Holland, Archana Rajan

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