After Earth

Will Smith es uno de esos artistas muy atractivos para todos los públicos, quien se ha dado el lujo de ser protagonista en ocho películas consecutivas que se estrenaron como las más taquilleras en Estados Unidos, algo que, téngase la opinión que sea sobre el cine de ese país, es toda un muestra de entrega profesional. Will es también alguien que trata de impulsar a su familia en el mundo del espectáculo, aprovechando sus conexiones y su prestigio. Pienso que todas las personas tienen el derecho de buscar oportunidades para sus seres cercanos, no importa que se trate de artistas famosos. De su primer matrimonio con Sheree Zampino en 1992, tuvo un hijo, Trey, quien apareció en uno de sus videos musicales. En su segundo matrimonio con la actriz Jada Pinkett,  ha tenido dos hijos, Jaden, su co-estrella en En busca de la felicidad (The Pursuit of Happyness, Gabriele Muccino, 2006) y una hija, Willow Camille, quien actuó como tal en Soy Leyenda (I am Legend, Francis Lawrence, 2007). Ahora Will actúa de nuevo con Jaden en la película de aventuras de ciencia ficción Después de la Tierra, dirigida por M. Night Shyamalan, un director joven prestigioso, con un estilo propio, igualmente dedicado con pasión al mundo del cine, que cuenta en sus películas y en sus guiones historias sorprendentes, ricas en suspenso y estructuradas en capas circulares, tautológicas. En esta ocasión, Smith y Shyamalan han escrito juntos el guion y han logrado armar una película bastante entretenida e interesante.

Trata la película un asunto clásico en el cine de aventura, el del viaje imposible, donde el protagonista debe transitar por todo tipo de terrenos y de obstáculos, luchando contra el tiempo y contra amenazas invencibles, que logra conquistar a base de persistencia, velocidad y enfoque. En este caso es un viaje en la Tierra del futuro, un planeta lleno de belleza, pero inhóspito para los seres humanos, poblado por fieras amenazantes y sujeto a variaciones climáticas extremas que solamente se pueden enfrentar a base de una gran capacidad de observación… respaldada, como debe ser en una historia de ciencia ficción futurista, por la tecnología.

Sin embargo, Después de la Tierra es más bien una historia familiar, una narración de un rito de iniciación. No es común en estas ceremonias de pasaje, que los padres acompañen a sus hijos hombres. Estamos sujetos los seres humanos a una especie de tabú que nos lleva a que se experimenten complejos problemas de comunicación y alejamientos entre padres e hijos adolescentes, de tal manera que la iniciación de los hijos en cosas de mayores tiende a ser asunto de otras personas, sean amigos, familiares, maestros o, incluso, resulte del contacto con algún extraño, con un libro o hasta de las influencias de las redes sociales actuales. En apariencia, Will Smith es el famoso general Cypher Raige, decidido a acercase a su hijo Kitai, para enseñarle lo que sabe, para transmitirle sabiduría y confianza. Por ello lo invita, en un momento de crisis juvenil, a ser su compañero de viaje en una de tantas misiones rutinarias. Como Kitai admira profundamente a su padre, nada mejor puede suceder. Pero mirada desde otro punto de vista, en la película, el general es Will Smith, el famoso actor, decidido a acercarse a su hijo Jaden, para impulsarlo, para dirigirlo y transmitirle esa pasión, ese gusto por el cine, soñando en él como un futuro gran actor. Para ello lo invita a una de sus tantas películas, que ya son rutina.

En esta doble historia familiar, el hijo es Kitai, un joven explorador lleno de ilusiones y de capacidades, pero inexperto, con una mezcla de indecisión y de atrevimiento. Oscila entre el desorden mental y el enfoque profundo, que lo llevan a ejecutar movimientos brillantes y a experimentar los miedos y descuidos que lo ponen en gran peligro y lo acercan al fracaso. Es también Jaden, el actor privilegiado, pero en cierta forma abrumado y asustado, pues está actuando junto a su famoso padre, sujeto a las críticas severas y algo envidiosas de muchos. Me parece que Jaden pasa la prueba, no solo razonablemente, sino exitosamente, como ya lo había hecho en En busca de la felicidad.

Vale la pena destacar en esta película su naturaleza de fábula enfocada en la tecnología. Se trata de una tecnología de comunicaciones que permite que dos personas estén en íntimo contacto, no solamente entre ellas, sino con el ambiente cercano y con sus propios cuerpos, los cuales, cuerpo y ambiente, se convierten en grandes protagonistas de los procesos de comunicación. En general, el ambiente y el cuerpo mismo perturban a las personas y a sus relaciones, en buena parte porque crean distracciones que las desenfocan y les hacen perder atención e interés. En la fábula que se nos cuenta, el éxito de las buenas relaciones y de la vida misma, el secreto para vencer los obstáculos, reside en una tecnología de comunicaciones avanzada y permanente, que permite prever las dificultades o encontrar alternativas cuando son inevitables. En el mundo del futuro nos aguardan impresionantes desarrollos tecnológicos, como los que insinúa Después de la Tierra. Pero estarán sujetos a las limitaciones de una tierra futura, llena de amenazas y de sorpresas, muchas de ellas resultantes de la tecnología misma.

Como en toda fábula hay moralejas y enseñanzas, algo que es de esperar, tanto en el cine de Smith como en el de Shyamalan, siendo quizás la más importante que el amor es una fuerza capaz de crear milagros y de resolver situaciones imposibles y que no está en oposición a la tecnología, sino más bien apoyado por esta, en la medida en que se tengan creatividad y propósito y una apertura mental para aprovecharla. Una buena fábula para los padres de esta vida actual, en la cual muchos ven en la tecnología de las comunicaciones globales y visuales una amenaza para la cercanía familiar, casi como si se tratara de una imposibilidad para experimentar los goces de un amor de padre que se recibe con aprecio y atención por parte de unos hijos atrapados por Internet y el celular interactivo. Como señala el tema central de este filme, el miedo no es real, es un pensamiento, una elección.

Tráiler