Críticas
Los trágicos lazos que aprietan demasiado
Alabama Monroe
Otros títulos: El círculo del amor se rompe.
The Broken Circle Breakdown. Felix Van Groeningen. Bélgica, 2012.
Para un amante de la música es un verdadero regalo ver Alabama Monroe, la extraordinaria película belga que ha sido nominada en la categoría de mejor película de habla no inglesa a los premios Oscar de 2014. Narra la historia del amor extremo que viven Elise, una mujer de cuerpo tan tatuado como la tienda de tatuajes que posee, y Didier, un fanático de la música country norteamericana que toca el banjo y canta en una banda. Son dos seres opuestos, que se aman a primera vista. Sus modos de ser son como los de tantas parejas, el uno habla y se impone; ella es sensible, paciente, dada a la escucha; él es idealista, desordenado y soñador, ella tiene sentido común y sentido de la economía y del hogar. Ambos sienten la música como algo profundo y vital, que se asemeja a sus vidas. Cada vez que cantan y tocan, se están encantando mutuamente, se están vitalizando, creando con cada nota un lazo absorbente de pasión.
Viene una hija, y con ella una cierta sensación de estabilidad, de armonía duradera, de corresponsabilidad… hasta que la niña se enferma de gravedad y, por entre las grietas de los mutuos dolores y desconciertos que esta situación origina, se diluye y se escapa el amor, que se convierte en tragedia.
Sin embargo, la esencia de esta película no es la historia de una pareja como tantas, que se enamoran y se desenamoran. El asunto acá es enteramente musical, no tanto por la calidad de la música, sino por la vivencia de las canciones y la forma espectacular en que los protagonistas, Veerle Baetens (Elise) y Johan Heldenbergh (Didier) sincronizan cada instante de la historia, cada palabra que se dicen, con acentos musicales. Sus miradas son cantos ardientes; sus gestos son tañidos armoniosos; sus cuerpos, vibraciones que danzan y resuenan; sus juegos de amor son erotismos sonoros. Como podrán apreciar los espectadores que se dejen atrapar por este filme, es música en vida, en enfermedad, en agonía, en la muerte misma, y más allá.
¿Qué tan real puede ser esta vibración musical extrema y sus impactos insospechados? Tratándose de “bluegrass”, muchas cosas pueden pasar. Este es un género musical precursor de la música country norteamericana que se basa en instrumentos como la mandolina, el banjo, el violín, el contrabajo y la guitarra, siendo fundamental la voz, que se deleita y se recrea en dulces y románticas cadencias. Por sus características se presta a los cantos sentidos, a los lamentos y reclamos, incluso a la música religiosa que se siente espiritual y sincera. Es llamativo el hecho de que esta historia, centrada en la música norteamericana, ocurra en Bélgica y, más todavía, que se la sienta tan a tono para acompañar los sentimientos extremos de la pareja formada por Elise y Didier. Quizás ello tenga que ver con que los orígenes del “bluegrass” se pueden encontrar en las regiones europeas de naturaleza céltica (y por ello, misteriosas, mágicas y hechiceras), como Escocia, Irlanda e Inglaterra, mientras que sus desarrollos y transformaciones en música country ocurren en las zonas rurales de los estados del sur y del centro de los Estados Unidos, tan cercanas a la naturaleza campesina y montañera y a los sentimientos.
Pero hay otros tonos, igualmente musicales y vibrantes, que vale la pena resaltar y son los de las pieles de los protagonistas, que constituyen una especie de guion paralelo en esta cinta. Elise es no solamente voz, sino ante todo piel, piel que se expresa y que canta pintada de colores y de dramas. En ella se describen sus amores, sus sueños, sus temores y sus secretos; en ella va registrando sus vivencias. A su piel se acerca Didier como una mariposa encandilada y emborrachada por las luces. Entonces se desnuda y deja ver su piel de tonos amarillentos, matizada por una barba imponente. El director y el fotógrafo aprovechan enteramente las canciones que a dos voces cantan estas pieles entrelazadas y las ofrecen convertidas en escenas atrevidas, pero tan musicales y llenas de pasión, que transmiten, más que sexo, belleza y sensualidad.
Cabe finalmente resaltar la tragedia y el drama que se va tejiendo en la historia de estos dos seres, a medida que su sentimiento se transforma en un amor familiar, centrado en su pequeña hija. La unión, ya no apoyada en la música y en los gestos amorosos y apasionados, se va perdiendo y solo se enciende y se estimula, cada vez con mayor dificultad, cuando hay actuaciones de la banda musical a la cual pertenecen. ¿Es imposible mantener vivos ardores tan rendidos entre seres tan distintos, sujetos a los vaivenes de las diferencias de opinión y de las discusiones por cualquier cosa? Es posible que no, especialmente si la hija está enferma de muerte, y por lo tanto, si la frustración, los reproches y los desánimos van a aparecer como consecuencia casi inevitable, para personas que viven en mundos quizás irreales, como los de una pareja dedicada a los tatuajes y a la música “bluegrass” en un país europeo ya maduro y asentado. Quizás los amores que se construyen, enteramente apoyados en las pasiones y en las emociones, pueden exigir tanto a los dos amantes, como si fueran lazos trágicos que aprietan demasiado.
Trailer
Ficha técnica:
Alabama Monroe / El círculo del amor se rompe (The Broken Circle Breakdown), Bélgica, 2012.Dirección: Felix Van Groeningen
Guion: Felix Van Groeningen y Carl Joos; basado en un drama de Johan Heldenbergh y Mieke Dobbels
Producción: Arnold Heslenfeld, Dirk Impens, Laurette Schillings, Frans van Gestel, Rudy Verzyck
Fotografía: Ruben Impens
Música: Bjorn Eriksson
Reparto: Veerle Baetens, Johan Heldenbergh, Nell Cattrysse, Geert Van Rampelberg, Nils De Caster, Robbie Cleiren, Bert Huysentruyt, Jan Bijvoet,Blanka Heirman
Hoy la acabo de ver y me he quedado sinceramente impresionado por esta pelicula llena de pasion y amor y a la vez critica. No tengo mas que palabras de admiracion hacia este director por su trabajo, una narracion cronologica muy bien echa y ciertos momentos del film siento comprension hacia Didier y compartiendo su modo de pensar. Acierto total.
La vi el 28 de mayo y realmente es preciosa..los personajes. la historia; la musica, los tatuajes ..infinidad de emociones …Maravillosa…un 10 para el director y para los protagonistas…
Tremenda película. En toda su expresión
La puedo ver mil veces y me hace llorar cada vez. Me encanta la música y la trama.