Another Forever

Alice es una mujer que ha perdido a su esposo de manera inesperada y relativamente temprana. La tristeza, los recuerdos recurrentes y la soledad invaden su vida. Entonces decide viajar a Europa para huir de sus obsesiones y encontrarse, a manera de búsqueda esperanzada, con los recuerdos de los momentos agradables que pasó con él. Allí le brinda acogida una amiga de los dos, que le ayuda a elaborar su duelo a base de escucha cariñosa.

Si bien Another Forever es una película colombo-brasilera, está hablada en inglés, lo cual le da un carácter extraño e inesperado, pues pareciera que los escasos diálogos fueran producto de un proceso muy racional y cuidadoso, muy diseñado. Pero casi todos ocurren durante los viajes al pasado de la protagonista, cuando recuerda y revive situaciones clave, que van contribuyendo, también como en un proceso cuidadoso, a que ella lentamente recupere su tiempo presente y su realidad. Los espectadores vamos viajando con ella por hermosos sitios en Amsterdam y en las montañas, disfrutando de una cuidadosa fotografía, filmada lentamente, que también se nos antoja tomada en sitios conocidos, llenos de recuerdos. Está hecho el filme a base de cuadros que mezclan el pasado y el presente, y que nos van comunicando con la historia de un amor que fue y que, de pronto, se ha convertido en nostalgia y soledad.

En realidad, el protagonista es el proceso de elaboración de duelo del personaje representado en forma magnífica por Daniela Escobar, que se va volviendo consciente de la maravilla que es la vida, rica en poderosos instantes que merecen ser vividos en sí mismos, sin tener que depender del pasado, por hermoso que haya sido. Detrás de este proceso está, sin embargo, la cariñosa presencia de una amiga, que la invita y que le ayuda a diseñar su viaje, manteniéndose prudentemente alejada, reservándose para el culmen del proceso, en el cual las dos amigas se encuentran, se miran y dialogan confiadamente, sabiendo que la sanación ha sido completa.

Ocurren en el viaje un par de pequeñas historias que rompen la cadena de recuerdos y la convierten en palpable realidad, notablemente la del viaje en un tren solitario, donde Alicia se encuentra con un fotógrafo que le da autoestima y que la hace sentirse joven y atractiva, algo que la impulsa y que alimenta ese proceso de sanación; o la de una conversación en un pequeño café perdido en algún lugar, donde el dueño la hace sentirse escuchada e importante.

No hay grandes aventuras en el filme, todo transcurre lentamente, contado a base de paisajes, adornado con una música sugestiva, cuidadosamente alineada con los estados mentales que se nos van describiendo. La cámara oscila entre los planos cercanos de Alicia y las contemplaciones del paisaje y en esa forma el espectador se aleja y se acerca secuencialmente, en un proceso que también es sanador y catártico, como una meditación, como un recorrido por la conciencia propia.

Es bueno que el cine colombiano explore calladamente estos caminos de la sanación interior, en forma lenta, sin afanes, confiando en que el viaje por la vida misma tiene muchas cosas para contar. Quizás por ello Another forever ha tenido cierto reconocimiento internacional, que eventualmente podría contribuir a que haya suficiente aceptación e interés entre los espectadores locales, más acostumbrados a un cine propio que recurre al humor, a la violencia o a un lenguaje picaresco o agresivo para atraer y para contar sus historias.

Tráiler: