Arcadeología

Arcadeología, el primer largometraje documental escrito y dirigido por Mario-Paul Martínez, se abre y se cierra con una misma imagen, que, de alguna manera, enmarca la historia que vamos a encontrar en su interior. En esa imagen, José María Litarte, fundador de Arcade Vintage, abre las tripas, las entrañas, de una antigua máquina de arcade (Donkey Kong, de Nintendo) y extrae la placa base para repararla. La placa es el alma de una máquina de arcade, y, en cierto modo, el cuidado que José María Litarte pone en ella da buena cuenta de lo que pretende esta película: constatar la importancia del legado de los videojuegos de arcade. El título, Arcadeología, ya es todo un hallazgo, un neologismo, creado a partir de los términos arcade y arqueología, que se refiere a la disciplina encargada de preservar, conservar, recuperar y contar la historia de las máquinas de arcade.

En realidad, este documental es la carta de presentación de un proyecto mucho más amplio (en el que participa el Grupo de Investigación Massiva de la Universidad Miguel Hernández), que lleva el mismo nombre y se puede encontrar en www.arcadeologia.es: “Arcadeología es un proyecto cuyo objetivo principal es la documentación y la difusión del trabajo realizado por la Asociación Arcade Vintage en el campo de la arqueología industrial y la recuperación de máquinas recreativas”. De hecho, al plantear el documental, hay tres grandes ejes que articulan todo el metraje: en primer lugar, se trata de un documental clásico con entrevistas; en segundo lugar, plantea una investigación del fenómeno arcade desde sus inicios hasta nuestros días; y, en tercer lugar, muestra la creación del Museo del Videojuego Arcade Vintage en Ibi (Alicante). Debe de haber supuesto un enorme esfuerzo de montaje concentrar toda esa información (al parecer, más de cien horas de grabación) en apenas 100 minutos, ya que son muchos los frentes abiertos.

Hace ya algunos años que la industria de los videojuegos mueve mucho más dinero que el cine y la música juntos, pero eso mismo ocurrió con las máquinas de arcade en los años ochenta y noventa del siglo XX, lo que ocurre es que ahora parece que lo hemos olvidado. Aunque no han desaparecido del todo, los salones recreativos sí han perdido la importancia que tuvieron en décadas pasadas. Todos queríamos tener una máquina de arcade en casa y poder jugar partidas infinitas sin tener que rascarnos el bolsillo. Recuerdo que tenía un amigo cuyo padre se dedicaba a la distribución de máquinas recreativas y en su casa siempre tenía alguna: era como un sueño cumplido que él compartía con nosotros.

Hoy en día, parece que todo lo que tiene que ver con el arcade y las consolas de primera y segunda generación se enmarca dentro de actividades retro en las que predomina la nostalgia, pero se trata de un legado que conviene recuperar, catalogar, archivar y musealizar, y a eso precisamente se dedica la gente de Arcade Vintage y otras asociaciones repartidas por el territorio nacional, como Arcade.Cat (Barcelona), ARPA (Zaragoza) o Arcade Planet (Sevilla). Pasan también por Arcadeología periodistas especializados en el mundo del videojuego, como David Martínez (de HobbyConsolas) o Toni Piedrabuena, dibujantes como Salva Espín o divulgadoras como Lara Isabel Rodríguez. Ahora bien, lo que me ha dejado totalmente deslumbrado es lo que hace gente como Eduardo Cruz, que se dedica a la ingeniería inversa, o Miguel Ángel Horna “Elsemi”, un auténtico gurú de la emulación que pertenece al MAME Team, por no hablar de creadores actuales, como Locomalito (Juan Antonio Becerra) y el compositor Gryzor87 (Javier García), responsables de Maldita Castilla, o Juan Peralta (Flynns Arcade) y Ferrán Montesinos (Radin Games). También se entrevista a la gente de Gaelco (una empresa española del sector) y hay espacio para BricoArcade (que fabrica arcades nuevos), para los promotores de Games&Symphonies (un espectáculo musical construido a partir de las bandas sonoras de estos juegos) y para los componentes del podcast La Órbita de Endor.

Al parecer, todo este fenómeno de recuperación de máquinas de arcade y de pinball comenzó en foros como Marcianitos o Retrovicio y el fondo de documentación Recreativas.org, pero pronto dio lugar a varias asociaciones, como la Asociación de Coleccionistas de Pinball y Máquinas Recreativas de Valencia, en Silla, que se fundó en 2008, según relata Vicente Zaragoza. Ahora bien, aunque Arcadeología da buena cuenta de todas ellas, en realidad sigue de cerca a la gente de Arcade Vintage, que no solo ha sido capaz de rescatar y restaurar un buen número de máquinas (unas 200), sino que ha conseguido transformar la antigua fábrica de juguetes Rico, en Ibi, en un espectacular Museo del Videojuego, el primero de España. Y es que, no en vano, ya era hora de reconocer ese legado, que ha pasado de estar arrumbado en naves industriales abandonadas y locales cerrados a entrar por la puerta grande de los museos, convenciones e incluso de la Biblioteca Nacional, que ya ha empezado a recoger todo ese patrimonio audiovisual de los videojuegos. ¡Larga vida al arcade!

Tráiler: