Críticas
Wes Anderson y los aliens
Asteroid City
Wes Anderson. EUA, Alemania, 2023.
A estas alturas, el estilo de Wes Anderson es (o podría ser) una marca registrada del cine. Su obsesión con la simetría, el uso de los colores, sus encuadres y movimientos de cámara… Es imposible no reconocer una cinta de este director al verla. Esto no es tampoco un sello de calidad asegurado, como vemos en Asteroid City (2023), que sin duda tiene la misma alta calidad audiovisual a la que estamos acostumbrados y, quizás, el despliegue más grande de actores y actrices reconocidos que haya tenido alguna de sus cintas, pero esta película no ha sido ni la más exitosa ni la mejor recibida, tanto por la crítica como por el público. Al querer abarcar tantos temas y utilizar su técnica de una historia dentro de una historia, se vuelve un poco confusa y hasta acartonada.
Asteroid City empieza con un intro precioso, un teatro en blanco y negro con la explicación de la obra que estamos a punto de ver, con Bryan Cranston de narrador y Edward Norton como Conrad Earp, el escritor de la obra. Aunque no deja de ser divertida, esta ténica no es necesaria y puede llegar a confundir; es más, es muy probable que la cinta funcione mejor sin toda esa sección y se entienda igual. Hermosa e innecesaria, la historia dentro de la historia que nos da una explicación no pedida que rompe con el ritmo de la historia principal. Complementa, por momentos, pero a veces le da una densidad innecesaria.
La otra historia, la “obra de teatro” en sí, nos muestra a Augie (Jason Schwartzman), quien se queda atrapado en Asteroid City con sus tres hijas (cada una con el nombre de un fenómeno espacial diferente: Andrómeda, Casiopea y Pandora), su hijo mayor, Woodrow (Jake Ryan), y las cenizas de su esposa en un recipiente de Tupperware. Este es un pueblo con una carretera que lo atraviesa, unas cuantas construcciones, un puente a medias, un cráter donde cayó un meteorito… Ah, y pruebas atómicas cercanas. Muy Anderson. Augie llega justo para el día del asteroide que se celebra en ese pequeño pueblo, tres días de celebración lleno de invitados, jóvenes científicos brillantes y hasta famosos.
Todo es una maqueta perfecta, calculada obsesivamente hasta la perfección: el tren, los colores, los créditos, la disposición en pantalla, la simetría, los movimientos de cámara, los cambios de formato de la imagen… Las firmas características de Anderson están por todo lado. El timing de la comedia sigue siendo el de siempre: curioso, único y absolutamente particular. Giros muy a lo Anderson que involucran el avistamiento de un alien y el caos absoluto en este pequeño y particular pueblo. Las acciones al fondo del plano mientras sucede otra cosa justo al frente nos da algo para ver siempre. Todo tan peculiar como siempre. Eso no lo hace ni bueno ni malo, solo lo hace más y más Anderson.
También están sus actores de siempre: Schwartzman, Norton, Tilda Swinton, Adrien Brody, Willem Dafoe… Faltó Bill Murray, porque tuvo COVID para el rodaje y fue reemplazado por Steve Carrell. Hasta repite Roman Coppola (también productor y primo de Schwartzman), con quien creó la historia y ha sido su apoyo desde Viaje a Darjeeling (The Darjeeling Limited, 2007). Quizás sea por eso que se siente la familiaridad en Asteroid City, los viejos amigos (y nuevos) le han ayudado una vez más a Anderson a hacer otra de sus particulares y simpáticas historias, pero ese desfile de celebridades hace que sea muy difícil entender o empatizar con los personajes.
Se quedan en la memoria Schwartzman y Scarlett Johansson como Midge Campbell, una actriz de Hollywood que básicamente es una Marilyn Monroe con pelo negro. Y, como siempre, ella brilla por su belleza y talento en simultáneo, tiene el mejor desarrollo de todos los personajes y las mejores líneas. Augie, el personaje de Schwartzman, se debate entre el luto, el miedo y seguir la vida adelante con sus hijos, mientras su suegro (Tom Hanks) le echa una mano con sus tres hijas.
Al final, el orden de todas las cosas es restaurado y vuelven a su «normalidad», sin que hayamos vivido plenamente el arco completo de todos los personajes y después de sobrevolar por un gran número de temáticas. A veces, todo se siente como en un sueño: no en vano todos repiten en un momento “You can’t wake up if you don’t fall asleep” (No te puedes despertar si no te has dormido), casi como un mantra, como una obsesión, con un cierto aire de fatalidad, incertidumbre y tristeza sobre el futuro…
Pero también está el artificio del teatro, los actores saliendo del color para entrar al blanco y negro como los actores que interpretan a los personajes y discuten con el director (Brody) sobre lo que no están entendiendo o lo que no les parece. Tal vez sea una cinta que necesite verse varias veces, para tener claridad total sobre la infinidad de coquetos detalles que Anderson ha dejado en las escenas y los diálogos que van a toda velocidad.
Esta es otra “Andersonada” que divierte y hace pasar un buen rato, pero se siente como una distancia emocional entre los personajes y el espectador, al carecer de una conexión más fuerte y clara entre ambos. Visualmente, es una obra de arte, sin lugar a dudas, pero el cine es audiovisual, y no solo de imágenes vive esta cinta. Le quedó faltando “el centavo para el peso”, como dicen por mi tierra. Quizás menos famosos y más enfoque en la historia habría hecho de esta cinta otra de las memorables de Anderson, que yo no encuentro en su trabajo desde El Gran Hotel Budapest (The Grand Budapest Hotel, 2014).
Trailer:
Ficha técnica:
Asteroid City , EUA, Alemania, 2023.Dirección: Wes Anderson
Duración: 105 minutos
Guion: Wes Anderson
Producción: Wes Anderson, Roman Coppola, Jeremy Dawson, Christoph Fisser, Henning Molfenter, John Peet, Octavia Peissel, Steven Rales, Charlie Woebcken
Fotografía: Robert Yeoman
Música: Alexandre Desplat
Reparto: Jason Schwartzman, Bryan Cranston, Edward Norton, Jake Ryan, Scarlett Johansson, Maya Hawke, Adrien Brody, Rupert Friend, Jeffrey Wright, Liev Schreiber, Tilda Swinton, Tom Hanks, Steve Carrell, Matt Dillon, Willem Dafoe, Jeff Goldblum, Margot Robbie
Solo para fanáticos de Wes. Para el resto no la recomiendo. Es verdad todo lo que dice la nota, solo que falta la película. Una pena, el director ha tomado un camino que termina en la nada.