Críticas
Hijos de Martha
Batman vs. Superman: El Amanecer de la Justicia
Batman v. Superman: Dawn of Justice. Zack Snyder. EUA, 2016.
En un momento clave de Batman vs Superman: El amanecer de la justicia, Lex Luthor define el enfrentamiento titánico de los dos personajes protagonistas como la mayor lucha de gladiadores de la historia. Seguramente, las expectativas de quienes acudían como espectadores al anfiteatro romano eran las de entregarse a un entretenimiento fugaz y presenciar el salvajismo primitivo hecho espectáculo en forma de un brutal combate en el que sólo quedaba un vencedor.
Pero ni El Caballero Oscuro ni El Hombre de Acero han sido creados para ser lanzados a la arena y servir de comparativo testosterónico, eso sería desvirtuar su esencia y quedarse sólo con la envoltura superficial de los personajes, obviando la riqueza de matices y contradicciones que alberga cada uno de ellos como elementos para desarrollar todo el potencial de su mitología fundacional. Zack Snyder lo sabe pero el resultado final ha sido un acelerado espectáculo visual, estéticamente imponente eso sí, sello del director, pero prácticamente vacío de contenido trascendente más allá de actuar como preludio forzado para introducir la Liga de la Justicia.
Con esto no se pretende afirmar que el filme no tiene fondo, que lo tiene, y muy lúcido en algunos momentos, por cierto (la revelación de la conexión de los dos héroes a través del nombre de sus madres, las dos se llaman Martha, resulta sublime como momento álgido dramático en una escena magistral, puede que la mejor), sino que lo que podría haber sido una gran película impulsada por una gran historia, ha terminado siendo una película muy grande, esto es, una obra catedralicia (aquí iría bien el adjetivo de gótica, por la importancia que tiene el huérfano de Gotham en la trama) de unas proporciones desmesuradas, que intenta contar demasiado cuando posiblemente el verdadero encanto se encuentre en la destilación de la piedra angular sobre la que gira este enfrentamiento colosal: la cruel demonización del héroe cuando su poder se percibe como una amenaza, cuando detrás de la bondad y la esperanza se busca peligro y destrucción, reacción de ira y miedo que es síntoma de la venida de los tiempos de sombras y oscuridad, los héroes se autodestruyen en lucha fratricida y con ello los ideales y valores de los que eran baluartes se derrumban, las luces se apagan y ruge la tormenta en la noche.
Unas líneas más arriba nos hemos referido a la importancia que tenía el personaje de Batman en la trama, y es que Zack Snyder ha sabido colocar al Señor de la Noche en su justo lugar, concediéndole un protagonismo singular y regalándole las mejores puestas en escena y perlas de guion, además de permitir a Ben Affleck lucirse como justiciero añejo desquiciado. De hecho, la película empieza con la voz en off de Bruce Wayne, rememorando el funeral de sus padres, el inicio ya es para Batman, y la cámara delatará que a los ojos del director les gusta recrearse en este personaje.
Bruce Wayne es además testigo presencial y víctima colateral del poder destructivo de la lucha entre kryptonianos en Metrópolis, la lucha librada al final de la anterior El Hombre de Acero (Man of Steel, 2013), donde ve hecho cenizas uno de los edificios de Empresas Wayne, escenificado, por cierto, como si de un ataque terrorista se tratara, y fija su mirada iracunda sobre la capa carmesí en el cielo. De ahora en adelante, Superman será visto por el Hombre Murciélago como una amenaza que hay que neutralizar e incluso destruir, mientras las instituciones de gobierno deciden hasta qué punto la humanidad puede necesitar al Hombre de Acero, pero pronto surge una nueva amenaza de la mano del joven empresario Lex Luthor, quien intenta apoderarse de los restos de kryptonita recién descubiertos y demostrar que los días de los dioses en la Tierra han terminado. En esta contienda que se aproxima, hace acto de aparición una joven enigmática llamada Diana Prince con las mismas argucias que Selina Kyle, pero con un toque mayor de superpoderes.
Estos son los ingredientes de este espectáculo sensorial megalómano que, sin embargo, no nos engañemos, es perfectamente disfrutable. Zack Snyder no ha concebido el filme para aburrirnos, en absoluto, todo lo contrario, las más de dos horas y media que dura no dan respiro. Lo único que remarcamos es que el intento de convertir una historia de dos personajes, de dos héroes míticos, en una plataforma de presentación del Universo DC para posteriores filmes ha desvirtuado en parte su esencia y ha introducido cierta incoherencia y falta de atención a los detalles, porque a ciertas velocidades no da tiempo a profundizar y detenerse en todos los aspectos, aunque el que podría ser el más esperado, la lucha de titanes, sí que ha sido tratada con asombroso acierto.
Lejos de querer ofrecer una simple exhibición de golpes sobrehumanos, que también los hay, el enfrentamiento entre el dia y la noche empieza queriendo ser evitado por uno de los contendientes y como prolongación de la angustia y el dolor acumulados por perder a sus padres por parte del otro. En el “gran” combate, ambos reciben de las dos partes, y bien duro, pero está claro que Batman, además de contar con artilugios autoconfeccionados de kryptonita, se nutre de una fuente de ira acumulada e inagotable que, con un poco de juego sucio, le permite estar a la altura del Hombre de Acero, aunque en ningún caso la pelea se concibe como un enfrentamiento en un cuadrilátero, como indicamos, es un acierto reflejar el duelo de gigantes como una colisión emocional y no como una simple pelea gratuita.
Respecto a las interpretaciones, a Ben Affleck le sienta como un guante el traje de Bruce Wayne/Batman crepuscular, con la expresión facial y la rudeza de sus movimeintos y golpes. Henry Cavill, no obstante, es un perfecto Superman físico, pero no consigue que empaticemos con su personaje y ver esa parte humana que ha interiorizado durante su estancia en la Tierra. En cambio, Jesse Eisenberg ofrece una curiosa y muy bien trabajada versión de Lex Luthor como psicótico (al estilo del Joker de Heath Ledger) y megalómano traumatizado, con algunos puntos en común con el interpretado por Gene Hackman. También a destacar un exquisito Jeremy Irons como Alfred en el papel de mayordomo bien entrado en años, que sigue aleccionando a su jefe con una ácida y estimulante ironía en tono paternal. Gal Gadot, como Diana Prince/Wonder Woman, es también un acierto, a pesar de que disfrutemos brevemente de la aparición como tal de la Mujer Maravilla, aunque aquí puede aplicarse aquello de lo bueno si breve, dos veces bueno.
Para terminar, el toque de distinción lo aporta, como no, la banda sonora de Hans Zimmer, esta vez en colaboración con Junkie XL, de toques graves e intensos que enfatizan la contundencia de la magnitud de la película y con alguna pieza de mayor delicadeza y elegancia, como la que abre el inicio del filme en la magistral escena de la recreación de la muerte de Thomas y Martha Wayne (posiblemente la mejor escenificación de la conversión de Bruce en huérfano de todas las versiones cinematográficas, se nota que los prólogos son uno de los puntos fuertes del director), un tema que incluye elementos de coros angelicales que refuerzan la fragilidad del joven Bruce y que engrandece las escenas a las que acompaña.
En definitiva, Batman vs Superman es una exhibición portentosa de efectos visuales que intenta correr muy rápido, pero que aún así no nos impide disfrutar de un entretenimiento arrollador y de una puesta en escena imponente del que se ve es el auténtico protagonista: un Caballero Oscuro, más oscuro que nunca antes.
Tráiler:
Ficha técnica:
Batman vs. Superman: El Amanecer de la Justicia (Batman v. Superman: Dawn of Justice), EUA, 2016.Dirección: Zack Snyder
Guion: Chris Terrio y David S. Goyer
Producción: Warner Bros. Pictures/ DC Entertainment/ Dune Entertainment
Fotografía: Larry Fong
Música: Hans Zimmer y Junkie XL
Reparto: Ben Affleck, Henry Cavill, Gal Gadot, Jeremy Irons, Amy Adams, Jesse Eisenberg, Holy Hunter, Laurence Fishburne, Diane Lane, Scott McNairy, Tao Okamoto
Excelente crítica,por fin alguien entiende lo que significa el momento «Martha»el por que batman no da el toque final a un súperman agobiado….
Felicidades
Excelente película. Excelente crítica.
He tenido la mala suerte de que me tocara traducir esta película al catalán y aunque al principio prometía, con tanto Batman como Superman en el punto de mira de las críticas por sus métodos y ‘daños colaterales’, a medida que avanza la película se va convirtiendo en una auténtica MIERDA a la que solo le falta el monstruo kryptoniano, que parece que hayan aprovechado al trol de las minas de Moria de El Señor de los Anillos. Si el presente y el futuro del cine es esto, apaga y vámonos!
Me pareció una Producción excelente.
Detalles muy bien cuidados . Cada actor y actriz
Representa muy bien su papel.
Es una Producción que te deja con deseos de
Conocer más y más de el trasfondo muy actual , por cierto. Es un intercambio de talentos generacional. Así como describe sin
lugar a dudas el thriller psicológico que enfrentan aquellos individuos que son
excepcionalmente brillantes por los que
no lo son. La película narra que sin duda la calidad supera a la cantidad. Y con un contenido espiritual asombroso. Te deja reflexionando sin duda esta gran película de
Súper Héroes y como afrontan y vencen las adversidades. Congratulation.